
¿Has escuchado sobre un hombre prostituto?.
A mí me pagan por dar y recibir placer, excitar y enloquecer a mis clientas. Soy el mejor en lo que hago, no es por arrogancia o narcisismo, nada más lo sé porque siempre en el despacho gimen mi nombre una y otra vez. Cada vez más cansadas sudando la gota gorda, con la voz cada vez más suplicante.
Me gano la vida de esta manera, algunos dicen que es indecente, que he caído lo más bajo en mi vida. Pero, lo que ellos no saben es que meto en mi bolsillo 10.000 dólares semanales, por ende, me puedo comprar lo que quiera, hacer lo que quiera.
A veces me piden que sea un niño bueno, otras que sea un niño malo y en ocasiones te piden que le vendes los ojos y que hagas lo que quieras con su cuerpo.
A veces las peticiones varían, pero, lo que no varía es la intensidad con la que lo haces…
Ésta novela se la dedico a mi hermano... Que siempre anda con el pantalón medio puesto.

