Danilo’s POV
-No pues, por poco se queda allá a vivir con los vecinos, malparido.-Se quejó Milton y mi madre lo fulminó con la mirada al escuchar cómo me hablaba, pero sé que tardé bastante y él no es que hable muy bonito que digamos, lo cual me daba igual, pero estaba distraído, melancólico y bastante confundido con lo que acababa de pasar.-No vio que lo estábamos llamando con urgencia, era para algo que a usted le convenía mucho más que nosotros.
-¿Qué es lo que les urge tanto?-Pregunté y cuando los vi con una de las cajas abiertas, específicamente una de las grandes en que guardaba todos mis trabajos, noté que veían varias de las pinturas de Mila y eso fue bastante extraño. Las conocían eso sí, las vieron unas mil veces cuando las hacía en la escuela, pero no entendía por qué las veían justo ahora.-¿Qué hacen con eso?
-Oye, prepara el ano que te puedes cagar aquí mismo con lo que te vamos a decir.-Dijo Carlos y la mirada de mi madre no tenía precio, no pude evitar reír al verla.
-¿Pueden decir de una vez?
-Tú Mila, tu adorada Mila, la vimos cuando bajamos, venía subiendo y estamos ahora 100% seguros de que era ella al ver estos cuadros, debe vivir aquí o estar visitando a alguien, tenemos que salir, pero ya a buscarla antes de que se te escape de nuevo.-Dijo Carlos y sonreí levemente. Ellos por supuesto tenían pleno conocimiento de lo que había pasado entre nosotros, somos amigos desde entonces y me vieron llorar por ella, dibujarla, hablar tanto sobre cualquier cosa suya que ahora, por supuesto al verla, los iba a emocionar tal vez demasiado, porque en verdad lo estaban.
-Lo sé, acabo de hablar con ella. Vive aquí al lado, por eso me tardé.
-¿Qué?-Preguntaron al unísono y asentí. Mamá me miraba con una enorme sonrisa.
-Las cosas del destino, qué bonito. ¿Se puso feliz al verte?-Preguntó mamá y asentí con la cabeza.
-Mmm, un momento, un momento. Mila vive aquí al lado, justo aquí al lado de tantos apartamentos del edificio y de la ciudad, y es precisamente un lugar que encontró tu señora madre, ¿sí pillas o te lo explico con plastilina?-Preguntó Carlos y me quedé en blanco, no comprendía absolutamente nada de lo que me estaba diciendo.
-Mire, como veo que usted no está entendiendo le explico, esto fue intencional, su mudada a este lugar en específico, creo que lo quieren arrejuntar con la Mila.-Dijo Milton, lo pensé unos segundos y por fin entendí lo que trataban de decir.
-¿Están diciendo en serio que conspiré su mudada, el contrato en este lugar y todo, para hacer mudar a mi hijo al lado de una mujer que no tengo idea de quién es con el tiempo que ha pasado y más, considerando que Danilo está casado y tiene familia?-Preguntó mamá fingiendo conmoción, porque la conocía y sabía que mentía. Ambos la fulminaron con la mirada y luego, ella sonrió levemente con malicia.-Bueno sí, ya está. Lo planeé, denúncienme si quieren ya que son tan moralistas.
-Vaya, cuánta maldad hay aquí cerca.-Dijo Milton y exhalé.
-Mamá… es que… no sé ni qué decir. Llevo mucho tiempo esperando por este momento, años y ahora, que ella aparezca justo ahora, yo… no sé, es todo tan confuso.-Dije moviéndome de un lado al otro, con ansiedad, porque no puedo evitar ponerme así en momentos que me explotan la cabeza. Me caigo tan mal a veces, soy tan tonto ante todo.
-Hijo.-Se acercó a mí, poniendo su mano en mi hombro, pero la alejé, porque no podía dejar de moverme, es que quedarme quieto me daba muchísima más ansiedad, así que mis amigos se acercaron, intentando calmarme, pero lógicamente tampoco pudieron. Si fuese así, jamás me habría puesto mal en mi vida, porque siempre los he tenido a mi lado, pero ahora no podía, no podía, no podía.-Perdón, no sé si fue del todo una buena idea, actué por impulso.
-Señora, pero… acá en confianza, ya que nosotros la conocemos hace mucho, pero… ¿por qué hizo esto? Acá el Danilo que es medio imbécil, la puede cagar monumentalmente con ella y no, ni creo que se meta con ella porque hasta en eso la cagaría, pero si se enamora de nuevo, sería un problema enorme con Susy, sus hijos y todo, no está bien.-Dijo Milton y eso me hizo alterar más, pensó en todos los problemas que podría tener a futuro en sólo instantes cuando yo estaba tan confundido y mal, sin entender por qué me sentía así de repente. Yo este día entero había estado bien, no sé qué me estaba pasando. Hace mucho no me sentía así. Es decir, claro que me he puesto mal mil veces antes, pero específicamente como ahora, yo… no me sentía así desde hace más de una década.
-A ver, ¿nos podemos sentar?-Dijo mamá y todos lo hicieron, yo de último por supuesto, estaba intentando respirar lo mejor que podía. Lo hice al final, tratando de comportarme.-Está bien, actué por impulso, porque me he tomado la tarea por años de intentar que ustedes se encuentren y cuando logré dar con su ubicación por fin después de tanto, pensé que los debía acercar y conozco bien tu situación, que estás en un compromiso, pero… no me juzgues, sabes que nunca estuve de acuerdo con eso al ver que tú mismo no lo estabas y aun cuando esto se vea mal, lo que siempre haré será tratar de buscar tu felicidad ante todo y todos, por encima de los que tenga que pasar y con eso me refiero a los Cure.-Se refería a la familia de Susy y no supe qué decir, porque esta vez sí entendí lo que trataba de decir y mis amigos se miraban entre sí confundidos.
-O sea, que si usted puede, le pone en plancha a la Mila, para que él le caiga, pero adentro.-Dijo Milton y Carlos le pegó fuertemente, no entendí que había tratado de decir, pero todos reían incluso mi madre, menos yo. Maldición.
-No, yo no le estoy insinuando que se vaya a meter con ella ni nada, pero si él en algún futuro lo decide por su propia voluntad, estaría bien.
-Oigan, bien. Acabo de entender y no, eso no puede pasar. No soy de esa manera, me parece algo muy bajo de hacer teniendo familia y además, Mila no me ve ni me vería de esa manera, ya pasó mucho y además, quedamos en ser amigos, así que eso no pasará.-Dije bastante seguro y mamá se encogió de hombros.
Un rato más tarde, todos se despidieron cuando llegó Susy, porque no es que se lleven de las mil maravillas, jamás ha sido así y aún cuando se lleve pésimo con mis amigos, que no se puedan ver ni en pinturas, es mucho peor con mamá, siempre mucho peor, y desearía que fuesen las cosas distintas, pero sé que eso no se podrá. Luego de que llegara, la saludara, le contara porque no soy bueno ocultando las cosas y luego de que ella le restara importancia, me senté en el balcón y me quedé solo pensando hasta que noté que empezó a amanecer. Veía el sol salir a lo lejos de entre los edificios, pegaba una leve brisa fría propia de la mañana, bastante reconfortante y exhalé. Sólo espero que ahora todo vaya bien.