Amor de mafia.

Capítulo 2.

El despertador sonaba en el mejor momento del sueño, no quiso hacer caso, pero sentía que el ruido se intensificaba cada vez más hasta que decidió levantarse del sofá donde se había quedado dormido con un intenso dolor de cuello debido a la posición en la que estaba. Tenía libre la mañana antes de ir al trabajo así que se dispuso salir a caminar un rato luego de haberse alistado, además de una u otra forma tenía que salir ya que no tenía comestibles para desayunar.

Se dirigía al mercado para poder comprar algunas cosas, no pudieron ser muchas puesto que aún no le pagaban y utilizó sus últimos ahorros para comprar una nueva Tv. Mientras esperaba en la fila para pagar se tomaba un zumo de naranja que ya había cancelado en la caja de la panadería, extrañamente no tenía ganas de comprar pan ahí, no tenía muy buen aspecto. Al terminar de hacer sus compras fue al parque, una última parada antes de ir a casa para desayunar y fue ahí cuando la vio, sentada en una de las bancas leyendo un libro. Estaba seguro de que era ella y tuvo que acercarse para preguntárselo.

—Disculpa que te moleste, pero ¿Por casualidad perdiste tu celular ayer en el restaurante? —ella lo miraba un tanto extraño, ya decía él que le mandaría lejos.

—¿Disculpa? —parecía no haberse dado cuenta de que lo había perdido. —bueno ahora que lo mencionas creía que me lo habían robado en el tren, no sabía que lo había dejado en el restaurante anoche.

—Pues de hecho estuve esperando a ver si regresabas, pero nunca viniste así que me lo llevé a casa —dice Drake.

—Vaya pues en serio te lo agradezco, ¿Me lo podrías devolver? —a Drake le pareció una pregunta innecesaria, si le estaba hablando era porque se lo quería devolver.

—De hecho, lo dejé en casa —señala. —pero no vivo muy lejos si quieres podemos ir por él —ella lo miró un poco extraño y fue ahí cuando pensó que de seguro llamaría a la policía. —Tranquila no te haré nada, si quieres entonces puedes esperarme aquí y yo lo traeré por ti.

—No será necesario —dice ella antes de que él empiece a caminar. —yo puedo ir contigo, haces mucho con el hecho de querer devolvérmelo, además no creo que un chico de preparatoria sea una gran amenaza para mí.

Por una parte, se sentía aliviado de que no pensara mal de él, pero por otra se sentía menospreciado. Fueron a su casa, le entregó su celular y ella solo le agradeció y se marchó, parece que no estaba muy preocupada por perderlo, tal vez tenía muchos más en su hogar, asumía pinta de tener dinero. Las vacaciones de verano terminaron más rápido de lo esperado, y ya era hora de volver al infierno, Drake creía estar preparado pero una cosa es estarlo y otra pensar que lo estás.

—Buenos días alumnos espero que hayan disfrutado de sus vacaciones, como ya saben empieza un nuevo periodo escolar y…

—Oye Drake ¿Disfrutaste de tus vacaciones? —le preguntó Nate en voz baja para que no los descubrieran charlando mientras el director daba su “Importante” discurso matutino.

—Si claro, casi muero por sobredosis de diversión —contesta con sarcasmo sobre actuado.

—No seas exagerado —le dice Nate. —de seguro no la pasaste mal después de todo sabes cómo mantenerte ocupado.

—Supongo que sí —obviamente lo único que sabe hacer es trabajar y utilizar internet, si se refería a eso pues tiene razón.

—¿Sabías que Christina volvió? —jamás había escuchado ese nombre así que le sorprendió bastante.

—No tengo idea de quien hablas —dice y vuelve su mirada al director para no hacer evidente la conversación con Nate.

—La chica que es famosa en la Tv, la de último año, de hecho, ya debería estar en la universidad, pero había dejado de estudiar por un año cuando se fue de gira y ahora retomará los estudios, dicen que es hermosa.

—Que diría tu novia si te escucha —Nate se ríe, pero sabía que corría peligro de ser escuchado por ella.

—Por eso estoy hablando bajo —dice con voz aún más baja. —bueno a pesar de ser famosa no tiene muchos amigos así que tal vez tú querrías ser su amigo.

—De seguro conoce mi historia y no querrá... —se detiene y se pierden en sus pensamientos. No parecía mala idea después de todo, intentarlo no le iba a dejar inválido. —De hecho, tienes razón, si no me conoce muy bien tal vez pueda hacer una nueva amistad aparte de ti.

—Ya lo ves —le palmea la espalda. —solo tienes que pensar cómo hacer para hablarle a una súper estrella de la Tv y problema resuelto.

—Sí, muy fácil ¿Eh?

Como es de costumbre Drake suele almorzar solo, ya que Nate almuerza con su novia y las amigas de su novia, frecuenta la parte de atrás del instituto para sentarse en la grama y descansar un rato mientras está comiendo.

“Qué raro, aquí por lo general nunca hay nadie —se dice luego de divisar a lo lejos a alguien justo donde él suele comer”. —¡Oye tú, estas en mi lugar! —le exclama al acercarse un poco.

—No sabía que la grama tuviese dueño —le respondió una chica.

—Eres tú…—queda sin palabras al observar bien y darse cuenta que dicha persona resultó ser la chica del restaurante.

—Vaya sorpresa el chico del restaurante —ella parecía recordarlo también pero no se veía para nada interesada.

—No sabía que estudiabas te ves un poco mayor como para estar en la preparatoria —dice Drake de manera que no se sienta insultada. Después de todo a las chicas no les gusta que su edad se haga muy evidente, o que les pongan más años.

—No es muy cortes hablar sobre la edad de una chica —dice con un tono de desagrado y ya sabía él que algo así pasaría.

—Lo siento es que… —realmente no tenía nada que decirle en esa situación y se calló por un momento. —Olvídalo fue una opinión muy tonta.

—Si eso fue —afirmó como si nada.

—¿Cómo te llamas? —fue lo único que se le ocurrió preguntarle para romper el hielo y la metida de pata que acababa de tener.

—Pues es difícil llamarme a mí misma, pero con dos celulares es posible, si quieres me prestas el tuyo y te muestro —había una gran cantidad de sarcasmo en una frase tan corta.

—¿Es una broma? —se ríe inocentemente, pero al ver su seriedad se da cuenta de que lo decía en serio.

—Tú preguntaste algo muy estúpido, solo que no te das cuenta —había pasado a ser una chica hostil, se diría que su personalidad no va con su físico.

“Ahora que lo pienso no es la sintaxis correcta, creo que parezco un idiota haciendo esas preguntas —pensó, y realmente había sido una pregunta incorrecta”. —Bueno lo siento, ¿Cuál es tu nombre?

—Esa si es una pregunta correcta —dice en un tono menos amenazador y hostil. —Mi nombre es Christina.

—No jodas ¿Eres la chica que sale en la Tv? —expresa de inmediato sorprendido, todo encajaba, su nombre, su aspecto y el hecho de parecer mayor para estar en preparatoria.

—Eso creo —dice y desvía la mirada de Drake. —de hecho, pensé que ya sabias quien era y que solo querías un autógrafo, pero al observarte mejor me di cuenta de que no sabías ni quien eras tú realmente —eso sonaba a que le estaba llamando idiota.

—Eso fue bastante ofensivo y cruel —le dice y se cruza de brazos. —el hecho es que suelo estar más tiempo en la computadora que viendo tele, y si son dramas románticos mucho menos.

—Ya veo, entonces ¿Qué quieres? —vuelve su mirada a él y espera una respuesta.

—Yo nada, suelo venir aquí a almorzar —señala.

—Yo igual —aunque no parece importarle lo que Drake haga en absoluto aún se dio la tarea de preguntar.

—Nunca te había visto —dice Drake y pensó que de nuevo había dicho una estupidez.

—Hace un año había dejado de venir a clases, pero ya retomé los estudios, y solía venir a comer aquí solo que tal vez hace un año ni siquiera conocías este lugar —se ve hermosa cuando habla de manera normal sin ser sarcástica, cosa que le hace pensar a Drake que ser una diva debe ser así.

—Eso tiene más sentido para mí —se quedó un momento en silencio incómodo. —bueno no quisiera molestarte solo me sentaré por allá a comer mi almuerzo y luego… me iré —señaló y se dirigió un poco más allá de donde estaba ella para no molestarle o interrumpirle.

El hecho era que mientras Drake le estaba hablando ella ni siquiera le prestaba atención como si él no existiera, así que simplemente se sentó en otro lugar a comer su almuerzo tranquilamente pero no podía quitarle los ojos de encima, se sentía como un acosador, pero era inevitable.

—¿Necesitas algo? —se sorprendió que se diera cuenta de su acoso visual.

—¿Ah? —se hace el tonto, pero sabía a lo que venía con su pregunta. —No nada estoy bien.

—Estas mirándome demasiado, ¿Sabes? No es muy cortes mirar demasiado a una chica que es mayor que tú.

—¿Y qué edad crees que tengo? —le interroga.

—Entre dieciséis o diecisiete —había acertado, tiene dieciséis años de edad.

—Pues… cumpliré diecisiete dentro de poco, y tú hablas como si fueses muy mayor —dice y la ignora.

—Tengo dieciocho, técnicamente soy mayor que tú, aunque no sea por mucho tú sigues siendo un niño muy en el fondo —Drake odia que piensen cosas de él cuando no le conocen, ella no parecía ser diferente de otras personas de la preparatoria.

—Pues… el hecho de que aun vea caricaturas no quiere decir que sea un niño —comentó sin ninguna razón y quedó más en pena todavía. No había caído en cuenta de lo estúpido que eso había sonado hasta que ella le miró de esa forma tan extraña. —Perdón creo que eso fue un poco…

—¿Estúpido? —él creía que ella se moría de la risa por dentro, solo que su seria personalidad no le permitía expresar dichos sentimientos libremente.

—Si… esa es la palabra correcta —responde y da un bocado su comida.

—Pues ya debo irme tengo cosas importantes que hacer —se levanta de donde está sentada y recoge sus cosas para meterlas en su bolso. —Tal vez nos veamos de nuevo en el restaurante creo que pasaré por ahí más tarde.

—Ah sí… que bien —dice como si le importara, pero en este punto lo que menos quiere es tener que cruzarse nuevamente con ella.

No parecía ser una estrella de televisión, no actúa como tal y la vio demasiado sola como para tener tantos “Fans”, es extraño, pero ha de ser que la vida de algunas estrellas es solitaria. O es que solo son ideas suyas, cree que si va al restaurante cuando haya más personas se dará cuenta si es famosa o no, cuando eres una estrella de la Tv no puedes entrar a ningún lado sin llamar la atención.