- ¿me estas escuchando Nick? - la voz de la abuela Irene me saca de mis malos recuerdos.
Aquel día solo era un mensaje que Barry no contestó, simplemente lo dejó pasar pero siempre estoy alerta a cualquier tipo de ataque. Honestamente es una mierda vivir así.
- lo lamento abuela ¿que me decías?
- que solo falta un mes para el aniversario de tus padres y hermana, y no puedes faltar como el año pasado, tienes que estar presente para decir unas palabras en la iglesia
- sabes que no creo en eso abuela, pero no faltaré, lo prometo. - ahora que Meredith estará a cargo de la empresa debo decírselo al abuelo y espero que esté de acuerdo.
Entenderá que debo hacerme cargo de Barry primero, y otras cosas.
- Vamos a cenar entonces. Tu abuelo se pone de mal humor cuando tiene hambre.
Florence, Owen, y Claris eran mis padres y hermana. Tenían 45, 49, y 15 años, ella era un niña. Se que debería encargarme de su aniversario personalmente pero han pasado doce años y ya no tiene sentido, ellos viven en mi memoria. Igualmente Irene y Alejandro lo hacen siempre, yo solo tengo una cosa en mi cabeza.
- gracias por todo lo que han hecho por mi abuela. - le doy un apretón a su mano. Fueron ellos los que estuvieron a mi lado después de la tragedia y luego de nuevo cuando casi pierdo la vida por culpa de ese bastardo. Estoy listo para ir en contra de ese malnacido.
El abuelo entra, me saluda e irrumpe en la conversión
- ha sido todo un placer hijo. Eres lo único que nos queda y lo atesoramos. Lo que no entiendo es ¿porque debemos tener tanta seguridad? Es absurdo. Sólo necesitamos un par de guardias y ya
- no abuelo, sabes que no. Ese lunático volvió y para serte sincero no es una opción para mi perderlos a ustedes también - no solo es Jhon Barry, están los narcotraficantes con los que trabajo.
¡No me jodas! Menuda mierda en la que estoy metido sin tener necesidad.
- está bien, no discutiré por eso sí es necesario. Entonces ¿cuando vas a traernos una chica a casa?
- ¿porque tanta insistencia? Sabes que no tengo tiempo para eso - mi día a día solo se basa en estar en forma en el gimnasio, ir de la casa al trabajo y Viceversa, matar personas de vez en cuando y pedirle al tonto de Austin una mujer para atender mis necesidades físicas. No soy de romanticismos ni cursilerías y es por eso que no tengo una novia.
- solo queremos verte feliz y que me des bisnietos pronto. No viviré por siempre y lo sabes
- cuando tenga a alguien ustedes serán los primeros en conocerla... O conocerlo - bromeó y como un bocado del delicioso estofado de mi abuela.
- ¿ERES GAY? - no puedo evitar reírme al ver sus caras de duda
- solo era una broma abue. Me encantan las mujeres pero no estoy listo para un compromiso a largo plazo. No en este momento - como otro bocado - Mejor sigamos cenando, esto te quedó delicioso como siempre.
- que bueno que te guste hijo. Pero es en serio, consigue una novia. - ignorando su último comentario, le digo a Alejandro lo que hice con mi secretaria.ñ
- abuelo - llamó la atención de Alejandro. Es buen momento para mencionar el asunto de la gerencia en la empresa - quisiera delegar la gerencia de la empresa a Meredith, ya sabes porqué. Además ella la conoce bien. ¿Estás de acuerdo?
- honestamente no, pero es tu decisión. Ella ha sido leal a nosotros todo este tiempo y ha hecho bien su trabajo. Supongo que le podemos dar el beneficio de la duda y el ascenso. - asiento
- ¿Estas de acuerdo, abuela?
- si Alejandro lo aprueba, también yo. Ella me cae bien y ha cuidado de tí desde que tomaste el mando.
- solo te pido que no la vayas a descuidar completamente. Es nuestro patrimonio.
- claro que no. Revisaré los informes cada semana - es una aerolínea, salen jets privados, vuelos comerciales y los cargamentos de armas.
El abuelo me mataría si supiera que hago eso último.
- excelente. Sigamos cenando.
Al llegar a casa lo primero que siento es el ambiente frío, vacío y hostil, tan pesado que no lo siento como mi hogar. Caigo en las palabras de Irene y me doy cuenta de que en verdad algo me falta pero no una vieja, no todavía.
En las paredes blancas sólo cuelgan cuadros abstractos sin sentido, el retrato de mis padres y hermana y un reloj. Los muebles grises solo hacen ver mas feo el lugar, no tiene ningún toque femenino, solo el de un hombre soltero. Sin embargo debo preferirlo Así. La única mujer que ha entrado aquí es Leah, cosa que no debí hacer. Está casa es como mi santuario además no puedo ofrecer mas que problemas y sexo. ¿que mujer querría estar con alguien así?
Me dirijo al mini bar que esta en una esquina en el salón y me sirvo un trago. Miro a mi al rededor y pienso que este lugar es muy grande para mi solo aunque algunos trabajadores viven conmigo, como Jasper y María... No, no es igual.
Estoy a punto de creer lo que me dice Austin.
***
Me despierto bañado en sudor como es costumbre. La puerta se abre en seguida y cojo mi arma para apuntar a la persona que irrumpió en mi habitación. Nunca me aparto de ella, y es Jasper que aparece en mi campo de visión con las manos en alto.
- ¡joder!
- lo lamento señor. ¿esta bien?
- sí ¿que pasa? - la dejo a un lado en la cama
- nada. Solo venia a... segurarme - no digo nada ya que es su trabajo cuidarme la espalda, incluso cuando grito entre sueños. En algunas ocasiones no lo hace, más bien me dedica sustos de muerte como hace unos segundos
- estoy bien. Gracias - asiente una vez y se retira cerrando la puerta
Es sábado y lo primero que hago al levantarme es ponerme la ropa deportiva e ir al gimnasio al otro lado de la casa. Como siempre corro en la cinta, levanto pesas y le doy unos cuantos golpes al saco de boxeo descargando algo de tensión. Yo sé que me quitaría la tensión y el estrés.
Jasper como siempre que estoy aquí llega a interrumpir.
- ¿qué?
- disculpe señor, pero Meredith lo necesita en el teléfono. - ¿Para qué diablos me necesita? Se supone que será la gerente.
Tomo la llamada. De todas maneras aún requiere mi autorización para cualquier movimiento que vaya a hacer.
Media hora más tarde me ducho y pongo ropa cómoda. Salgo a buscar a Jasper y lo encuentro en la cocina conversando con María
- buenos días - saludo
- buenos días señor ¿Que desea para desayunar?
- nada María, gracias. Tomaré el desayuno afuera. Jasper, vamos al campo de tiro
- si señor - se toma el café de un sorbo y sale detrás de mí.
Una vez allí, me encuentro con un antiguo socio de mi padre y conversamos mientras me entregan el equipo necesario, cascos, gafas, arma y municiones.
Hace algún tiempo no me lleno las manos de sangre y espero no hacerlo más después que asesine a Barry. Por eso práctico varios días a la semana y mi puntería es la mejor.
En ese momento me llega un mensaje de Austin para recordarme lo de esta noche.
Podría deshacerme de ese maldito club, pero dejaría a muchos sin trabajo, y aunque no sea digno se gana muy bien, luego esta que no tendría donde divertirme a mis anchas con ciertas chicas.
Zane también me llama y con Jasper escuchamos lo que tiene que decir.
El alemán llamó para una entrega más.
- bien, ya sabes que hacer. Hangar 8 - cuelgo y miro a Jasper
- Ya lo sé.
- no será por mucho tiempo, sabes que lo necesito y es la única manera de conseguirlo ya que legalmente no me dejarían. - este negocio me ha dejado varios cargamentos de armas que me serán muy útiles cuando llegue el día de enfrentarme al enemigo.
- está bien, joven Nick. Lo entiendo, hay que hacer lo que se debe y ya está. - palmeó su espalda y luego me centro en el blanco frente a mi. El disparo me impulsa un poco hacia atrás pero como siempre, da en el blanco.
- así se habla.