PROLOGO
Mi nombre en Constanza di Angeli, Cody para los amigos, y hasta los 9 años viví en lo que todos conocían como el "mundo normal", a esa temprana edad viví por primera vez "un Día Final".
Recuerdo ese día muy poco, supongo que traté de olvidarlo, por razones obvias. Aunque los recuerdos siempre volvían en forma de pesadillas, horribles pesadillas. El único alivio que tenía era el saber que solo eran recuerdos y que nos encontrábamos seguros, en nuestra burbuja, literalmente hablando.
Aunque no lo crean, la población mundial que sobrevivió a ese día, vivía en fuertes establecidos en todo el mundo, muy custodiados, casi herméticamente cerrados. Teníamos de todo dentro de los muros, para que no tuviéramos que salir, aunque en mi opinión muy personal, alguien tendría que estar totalmente loco para salir, porque afuera no había nada bonito, todo lo contrario...
Mi vida en Tres Soles – el nombre de nuestro fuerte – era la típica vida de una adolescente de 17 años en su último año de escuela, es decir: fiestas, chicos, moda, amigas, nada del otro mundo.
Mi familia estaba compuesta por mi queridísimo padre, el General Horacio di Angeli, el cual vendría a ser como el presidente de nuestra burbuja, y si, eso tenía sus beneficios, pero también sus desventajas.
También tenía un hermano de 10 años, Tomy, el vivió casi toda su vida en el fuerte, tenía cero recuerdos del "otro mundo". Era un niño bastante tranquilo, demasiado para mi gusto, siempre obediente, excelentes calificaciones, etc., era tan bueno y correcto que me hacía parecer una rebelde sin causa a los ojos de mi padre.
Mi mamá, Bianca, la perdimos de vista el día que todo cambio, pero estaba convencida, que por ser una mujer tan inteligente, estaría viviendo en otro fuerte, buscándonos. Era doctora, muy buena, siempre enfocada al trabajo. Algunas veces nos descuidaba un poco, pero en el mundo machista de antes, si una mujer quería llegar alto, tenía que trabajar mucho mas que los hombres, y eso significa muchas veces no pasar tiempo con su familia, de todos modos papá siempre estuvo con nosotros.
Yo no sabía que mi perfecta vida estaba a punto de cambiar de un segundo para otro, de nuevo.