Betzabeth

Nuevo día, nueva ciudad, nueva Universidad. Leo me advirtió que era un lugar cálido pero no esperaba tanto calor, ¿en qué estaba pensando? Ni siquiera tengo ropa apropiada para el clima de aquí ¿Qué podía esperar de un lugar llamado Warmsea? En Pavv deberían de estar al menos unos 20°c menos que aquí; lo más ligero que tengo son algunos vestidos que he empacado para salir con Emilio cuando me visitara, así que tendré que utilizar uno que no se vea muy formal para ir a clases y saliendo ir de compras con Leo para rehacer mi armario. -¿Leo? ¿Dónde estás? Quedaste de regresar temprano por mi para enseñarme el campus. -Estoy a una cuadra, tranquila. De todos modos no hay mucho que enseñarte, así que pensé qué podíamos ir a desayunar primero ¿Sabes? -¿Qué? ¡No! Necesito conocer el campus. -De acuerdo, de acuerdo, entonces allá desayunaremos. Ahora sal, estoy afuera. Estaba tan nerviosa que de no haber sido por Leo hubiese olvidado mi bolsa con mis cuadernos. -¡Fiu, fiu! Que guapa, ¿a dónde vamos que no me dijiste? -Calla, es lo único que tenía ¿Tan mal se ve? -No, Beth, solo digo que te ves hermosa. Vamos, muero de hambre. El campus no es muy grande, pero sí hermoso. Tiene muchos árboles y flores por todos lados; varias bancas y mesas de picnic; cada aula bien preparada y organizada; una biblioteca principal y dos más chicas; dos cafeterías y muchas cosas más que no alcanzamos a ver ya que Leo se comprometió a presentarme algunos de sus amigos. -Beth, te presento a Angelica, Roberto y Diego; amigos, ella es Betzabeth. Angélica atrapó mi atención apenas la ví; con su tez morena, ojos café claros, pelo rizado corto de un tono color café oscuro, unos labios gruesos; con un short de mezclilla pegado y un top blanco que acentuaban sus anchas caderas, y sus pechos... ¿Qué estoy haciendo? ¡Es una chica! No puedo estar pensando así de alguien cuando acabo de terminar con mi novio... Y menos de una chica. Pareciera que leyó mis pensamientos porque justamente me ha dirigido una mirada con esa sonrisa tan perfecta... hasta que caigo en cuenta de que no es la única que me mira, también los otros chicos; están esperando ya que me han saludado y no me he dado cuenta. -Mucho gusto Roberto, Diego y Angelica... -espero no noten mi nerviosismo en mi voz- Pueden decirme Beth. -Mucho gusto Beth, puedes decirme Ang, lindo vestido. -si no notaron mi nerviosismo en mi voz debieron de notar mi sonrojo ahora. - Me dijo Leo que entraste a estudiar Artes Plásticas ¿cierto? -Así es, es mi primer día -¡Genial! Otra artista entre nosotros. -dice Roberto -¿Otra? ¿También estudias artes? -¿Yo? Jajaja, para nada, no tengo ese don. Hablaba de Ang, está estudiando lo mismo que tú, solo que ya va en tercer año, ¿Verdad, Ang? -Así es, así que si tienes alguna duda puedes preguntarle a Ang, es toda una artista, la mejor de su generación. - dice Leo Ang se nota algo apenada por tantos halagos, pero rápidamente vuelve a parecer tan segura de sí misma como al inicio. -Chicos... no es por arruinar el momento pero no creo que Beth quiera llegar tarde a su primera clase.- Diego ha permanecido tan callado que me he olvidado de él por completo. -Cierto, nos vemos aquí mismo a la hora de la salida ¿Les parece? Acompañaré a Beth a su salón. Durante las primeras tres clases no logré concentrarme lo suficiente; mi mente estaba completamente perdida repitiendo una y otra vez esa hermosa sonrisa, y en la espera de la hora de salida para volver a verla. A partir de la cuarta clase mi mente empezó a enfocarse más en los temas que veíamos... o eso pensé. ¡Pip! Mensaje Recibido. -Emilio: Vamos, tenemos que hablar, no puedes irte así como así. Una parte de mi esperaba que el mensaje fuera de Ang, lo cual no tenía sentido ya que ella no tenía mi número; en cambio era mi detestable ex novio quien me había engañado con la primera chica que se le puso enfrente. Por fin la hora de salida. Tomo mis cosas rápido y voy al punto de encuentro acordado, que es una de las cafeterías. -¡Hola! ¿No ha llegado Leo? - pregunto tímidamente al ver que solo están Ang y Roberto. -¡Hola! No, él y Diego tendrán que quedarse un par de horas más, ¿No te envió mensaje? -me contesta Roberto Rayos, había silenciado el celular al ver el mensaje de Emilio, y a causa de eso ahora no he visto el mensaje de Leo que decía que saldría más tarde. -¡Oh! Sí, no lo había visto, gracias. -¿Tienes quién te lleve? -Pregunta Ang. -Esperaré a Leo, no se preocupen. -¿Segura? Yo puedo llevarte - Tan solo el pensar en la idea de estar con Ang sola en un carro me hizo sonrojar, de nuevo. - Oh, qué amable... pero Leo quedó de llevarme a comprar ropa... más apropiada, así que mejor lo esperare. -Pero no sabes exactamente cuánto tiempo tardarán -dice Roberto- Además Ang es mujer, ¿Quién mejor para llevarte de compras? -Oh, gracias pero no quiero ser molestia, apenas me conocen y Ang debe de tener cosas que hacer... -¿Bromeas? Me encantaría llevarte de compras, no es que tenga algo de malo tu ropa pero me encanta salir. Y no tengo nada que hacer, o al menos nada que no pueda esperar -la emoción hace que sus ojos brillen y que se vean aún más hermosos.- A menos de que tu no quieras que te acompañe... lo cual entendería... -No, no, me parece perfecto, gracias. Ahora no solo estaré el trayecto al departamento de Leo con ella, sino que ¡pasaré un par de horas con ella! -¿Qué te pareció tu primer día de Universidad...? Bueno, creo que Leo mencionó que es tu segundo primer día de Universidad ¿No? -Sí, estaba estudiando Derecho, pero yo siempre había querido estudiar Artes Plásticas, así que el año pasado decidí que quería dejarlo, apliqué a varias a Universidades y pues ahora estoy aquí...Y creo que para ser mi primer día no me fue nada mal. El trayecto a la plaza no ha sido tan incómodo como imaginé; ha estado haciéndome preguntas sobre si me ha tocado tal profesor, y contando anécdotas chistosas o tips para pasar las materias, así que el tiempo se ha pasado volando. Al llegar me ha sorprendido la gran cantidad de tiendas que hay: ropa, comida, muebles, accesorios, electrónica, cualquier cosa que pudieras buscar; en Pavv eran pocas las tiendas que habían, y eran pequeñas. ¡Pip! Mensaje Recibido. -Leo: ¿Hola? ¿Estás viva? Olvidé por completo contestarle el mensaje que me había enviado y avisarle que Ang me llevaría de compras. -Yo: Perdón, Ang me lleva de compras, nos vemos en el depa. Mensaje Enviado. Después de entrar a un par de tiendas encontramos una donde ¡oh sorpresa! todo es hermoso; hay muchos vestidos y blusas coloridas; una increíble variedad de zapatos y, lo mejor, entraban en mi presupuesto. -¿Qué te parece este? Se te vería hermoso - dice Ang. -Muy bien, me lo probaré también. Es un vestido recto floreado de hombros caídos, algo así como estilo bohemio, casual pero bonito, perfecto para este clima caluroso. -Tienes que salir para verte eh -dice Ang un poco en tono de broma -Claro, ocupo tu opinión - digo con timidez Lo primero en probarme es una blusa de tirantes con un short de mezclilla, un atuendo que noté era muy común en varias chicas de la Universidad. Blusa sí, short no. Sigue una blusa de manga corta con escote en "v" con un pantalón de mezclilla. Blusa sí, pantalón sí. Es hora del vestido; es fresco y cómodo, con un poco de escote pero perfecto, y el hecho de que Ang lo haya escogido hace que me guste aún más, pero primero debo ver qué opina Ang, espero no cambie de opinión al verme con él. -¡Perfecto! - dice mientras da vueltas a mi alrededor analizando el vestido.- Solo...- su mano en mi cintura me ha tomado por sorpresa.- Un cinto resaltará tu cintura . Un pequeño cosquilleo que inició en mi estómago se esparce por todo mi cuerpo, y el calor por el sonrojo no se hace esperar. Al parecer Ang lo ha notado o me estoy volviendo loca, ya que me ha parecido que ha tratado de ocultar una pequeña sonrisa pícara. -Lo tomaré en cuenta, gracias - y me he metido al probador de ropa intentando no mirarla a la cara. ¡¿Qué está pasando?! Quizás solo haya sido imaginación mía la sonrisa, pero ¿por qué no puedo dejar de pensar en ella? ¿Por qué me sonrojo ante el mínimo toque? ¿Por qué no puedo dejar de verla? Quiero pensar que debe ser porque no conozco a nadie, aparte de Leo, aquí y quiero caerle bien, ya que no quiero complicaciones como sucedió con Zoe. Apenas vamos en el quinto cambio y cuarta tienda y ya parecemos mejores amigas; tiene una chispa que podría caerle bien a cualquiera. El resto de las tiendas fue un poco de lo mismo: escogíamos entre las dos unos pares de ropa, me la probaba, se la enseñaba, me daba consejos y me decidía; sin embargo también continué notando una que otra mirada y sonrisa sospechosas. ¡Pip! Mensaje Recibido. -Leo: Ya estoy en el depa, ¿dónde estás? El tiempo pasó tan rápido que no nos dimos cuenta cuando empezó a anochecer. -¿Leo? -dice Ang. -Sí, me preguntaba dónde estaba. -Creo que es hora de que te lleve al departamento antes de que Leo se moleste . -Me parece bien, aunque no tiene por qué molestarse, sabe que vine contigo de compras. -digo mientras me encojo de hombros. -Bueno, entonces vámonos para que descanses, mañana es tu segundo día de clases y debes tener cosas que hacer. Entre bromas y anécdotas chistosas sobre los profesores, Leo, Diego y Roby la ida al departamento fue aún más entretenida. Casi llegamos al departamento y no dejo de pensar en cómo me despediré de ella ¿de beso en la mejilla? ¿de mano? ¿de lejos? Cuando menos lo espero estamos frente al edificio de Leo y llegó el momento que temía. -Muchas gracias por hoy. -digo mientras intento buscar algún indicio de cómo despedirme. -Gracias a tí, me divertí mucho -dice mientras se acerca, por lo que asumo que la despedida será de beso en la mejilla y... ¡estoy en lo correcto! Acabo de salvarme de un momento incómodo.- Nos vemos mañana. -¡Nos vemos! -digo mientras bajo del auto. Entro al departamento y me encuentro con Leo en la mesa del comedor haciendo lo que parece es su tarea, lo que me recuerda que yo también tengo. -¿Te divertiste? -dice Leo sin despegar la mirada de su tarea. -Claro. Tu amiga Angelica es muy divertida. -digo mientras dejo las bolsas de compras en mi habitación y me acomodo a su lado para sacar mis útiles. - Y logré comprar un par de atuendos más cómodos. -¿De casualidad compraste algún traje de baño? -traje de baño... Nunca he ido a una playa, ni sé nadar, así que tiene sentido que no haya pasado por mi cabeza. -No... ¿Recuerdas que no sé nadar, verdad? -Lo sé, lo sé, pero podría enseñarte... A media hora de aquí hay una playa hermosa muy calmada, será como nadar en una enorme alberca, solo que más bonita. Siempre he querido aprender a nadar, así que ni hay necesidad de pensarlo. -Entonces parece que tendré que volver a ir de compras... ¿Será con Ang o contigo? -pregunto en tono burlón. -Lo siento, esta vez sí te llevaré, no quiero que me termines cambiando por Ang. -dice bromeando.-Aunque si quieres que ella te ayude a escoger trajes de baño no creo que le moleste. Podré no conocer a Ang pero conozco a Leo y sé que algo sabe. -¿A qué te refieres? -¿Me vas a decir que no notaste cómo te miraba? -No... ¿Cómo me miraba? -Le gustaste. O al menos es lo que pensamos los chicos y yo. -Regresamos a lo mismo... ¿Sí sabes que soy una chica y hetero, no? -digo en tono burlón. -Claro que lo sé, pero a ella le gustan tanto hombres como mujeres. -dice mientras se encoge de hombros. -Oh, entonces es bisexual. -Supongo que sí, aunque ella detesta las etiquetas. Ahora todo tiene sentido, no lo he estado imaginando, me estuvo mirando... diferente durante toda la tarde. Pero ¿Por qué fijarse en mí? Apenas me conoce y, si bien no me considero fea, soy una chica común: Ojos café oscuros, pelo ondulado que me llega apenas un poco abajo de los hombros y mi piel es algo así como morena clara; lo único que podría resaltar de mi es mi silueta que tiene una cintura marcada a pesar de ser de complexión media, aunque raras veces suelo usar ropa entallada. Y, ahora que lo pienso, la mayor parte del tiempo, si no es que todo, la que sacaba temas de conversación era ella; yo suelo ser más una persona introvertida, incluso con Leo, aunque con ella me sentí bastante cómoda hablando sin parar. -Tierra llamando a Beth. Me he quedado hablando conmigo misma y olvidé que estaba con Leo. -Lo siento, estaba pensando en la tarea que tengo que hacer. Así que Ang es bisexual... ¿Ella sabe que tengo novio...? Digo, tenía. –No... No es algo que pudiera salir en una charla dado que no te conocía ¿Sabes? Mis amigos sólo saben que eres mi mejor amiga, antes estudiabas en Nutxvar y has venido a estudiar Artes Plásticas y, bueno, que te quedarás conmigo al menos un tiempo, pero si quieres puedo decirle a Ang que eres Hetero si es lo que te incomoda. -Oh, no, no me incomoda. Luego saldrá la plática, solo preguntaba. -Pues no, no les he dicho que eres hetero pero creo que ya lo asumen. -lo cual es cierto, la mayoría de las gente al conocer a otras personas asume que es hetero sin necesidad de decirlo o preguntar- Por cierto, me tomé la libertad de bloquear a Emilio, no dejaba de llamarme y mandarme mensajes preguntando por ti. Emilio, Emilio, Emilio, no quiero ni pensar en él, solo es un dolor de cabeza. -Luego le contestaré, tengo tarea que hacer.