La Reina Alfa y su Reino Rogue

CAPÍTULO OCHO

BASTIAN

“Sabía que algún día vendrías a preguntarme al respecto” me dice el Doctor Phillip con una sonrisa amable.

“¿Y conoce la respuesta?” le pregunto con urgencia.

“Lamentablemente no, he estado investigando al respecto, desde el día en que ella te rechazó me ha intrigado conocer más sobre el ritual para romper el vínculo sagrado creado por la diosa de la luna, pero no he podido encontrar mucha información al respecto,” él me dice y yo siento desvanecerse mis esperanzas de encontrar una explicación a lo que me pasa.

“¿Por qué no hay información sobre ello? No tiene sentido,” le digo y él sacude la cabeza levemente.

“De hecho, tiene mucho sentido,” él responde y al ver que sigo igual de confundido el doctor empieza a explicarme.

“Verás, las posibilidades de encontrar a tu pareja predestinada son pocas, eso ya lo sabes, lo sabemos todos, y más aún en aquellos que tienen linaje de Licántropos, principalmente porque los antiguos reyes Lycan escogían libremente a su pareja y sellaban su vínculo con el ritual de apareamiento, tú y Elina al ser descendientes de este linaje, tienen una mezcla de razas que hace que el vínculo sagrado sea aún más difícil de entender, si bien no es tan fácil para ustedes como para el resto de nosotros identificar a su pareja predestinada desde un principio, una vez que el vínculo se ha sellado es mucho más poderoso que el que se crea entre hombres lobo normales, así que, aunque es bastante extraño que entre hombres lobo rechacen el vínculo, es básicamente inaudito que alfas con linaje real lo rechacen, es por ello que no hay mucha información al respecto,” él me dice y yo paso mis manos por el cabello de forma desesperada.

“Tiene que haber algo, necesito alguna explicación a lo que está pasando, quiero saber por qué aún siento conexión con ella, sé que todos me dicen que son ideas mías y que en realidad no puedo sentir lo que ella siente, o que este maldito dolor que me ha invadido en las últimas noches no tiene que ver con ella, sé que todos piensan que estoy demente, pero yo sé que no es así,” le digo y él me palmea la espalda de forma reconfortante.

“Pues yo tampoco creo que estés demente, inclusive me atrevería a decir que tienes razón,” él responde y levanto mi cabeza hacia él de inmediato.

“¿Qué?” pregunto anonadado.

“Tengo una teoría al respecto, y se parece más a lo que tú dices que a lo que dicen los demás,” él me dice.

“¿Cuál es la teoría?” pregunto con urgencia.

“Creo que el vínculo se rompió, pero no totalmente,” él me dice y yo siento mi corazón detenerse.

“¿Cómo podría pasar eso? Sentí el dolor cuando ella pronunció las palabras, aún lo siento, ese es el mismo dolor por el rechazo del que nos han hablado desde que éramos pequeños,” le digo y él asiente.

“Bueno, es que según lo que he podido observar en mis muchos años estudiando y curando el cuerpo de alfas reales, y como ya te había mencionado, ustedes tienen una mezcla de razas que es precisamente lo que los diferencia de los hombres lobo normal, creo que Elina rompió en parte el vínculo cuando pronunció las palabras, tal como lo haría un hombre lobo normal, pero te dije que los Lycans son diferentes y sellan definitivamente su vínculo cuando completan el ritual de apareamiento, y por lo que puedo ver en tu cuello, ustedes dos en efecto lo completaron… mi teoría es que al ustedes dos tener sangre de Lycans, el vínculo es demasiado poderoso como para romperse simplemente con pronunciar las palabras del rechazo,” él me dice y yo siento una luz de esperanza empezar a crecer dentro de mí por primera vez en casi un año.

“Es decir, que aún podemos estar vinculados, por lo que todo lo que siento y he venido sintiendo es por ella,” yo murmuro, más para mí mismo que para el doctor.

“Pero, ¿Entonces cómo se rompe el vínculo de los Lycans?” le pregunto de repente.

“Eso es lo que no sé, no he podido encontrar información al respecto,” él me responde encogiéndose de hombros.

“Espera, hay muchas cosas que no tienen sentido,” le digo y él levanta sus cejas, como a la espera de que empiece a preguntar.

“¿Por qué los hombres lobo normales pueden romper el vínculo si ellos también se marcan en el ritual de apareamiento como lo hicimos nosotros?” pregunto.

“Ah, esa sí es fácil…. Verás, eso de hecho no es necesario hacerlo para un hombre lobo normal, me refiero a la parte en la que dejan sus marcas en el otro, con el sólo apareamiento es suficiente para sellar el vínculo, no obstante, esa costumbre se adquirió hace siglos cuando los hombres lobo normales empezaron a notar que los reyes Lycan lo hacían y ellos simplemente lo imitaron, pero no es necesario que sea de esa forma, es un error muy común,” él me responde con una sonrisa.

“¿Tienes alguna otra pregunta?” él añade.

“Sí, ¿por qué crees que estos dolores agudos en el pecho son diferentes a aquel que te mencioné hace unos meses, cuando creía que ella estaba sufriendo?” le pregunto y él se rasca la barbilla de forma pensativa.

“¿Sabías que los reyes Lycan podían sentir si sus parejas estaban haciendo algo para dañar el vínculo?” él me dice.

“¿A qué te refieres?” le pregunto confundido.

“Bueno, pues, ya sabes, cuando engañaban a sus parejas, cuando les mentían o las traicionaban, cualquiera de esas acciones que no requieren de infligir un dolor a la pareja de forma personal y física, sino al vínculo entre ellos,” él me responde y yo frunzo el ceño.

“¿Dices que estoy haciendo algo para dañar el vínculo? Pues es que estamos en guerra, es evidente, ¿no?” le digo y él sacude la cabeza.

“Puede que no seas tú sino ella quien esté dañando el vínculo,” él responde y yo sigo sin entender.

“Su majestad, ella acaba de contraer matrimonio, ¿qué es lo primero que hacen una pareja de recién casados?” él me pregunta con una expresión simpatética y yo siento mi estómago revolverse de inmediato.

“¿Me estás diciendo que todas las veces que he sentido dolor es porque ella… ellos…?” intento formular la pregunta, pero la bilis en mi garganta hace que cierre la boca por miedo a vomitar aquí mismo sobre el escritorio del doctor.

“Es posible, pero no puedo afirmarlo con certeza, de nuevo, es sólo una teoría,” él me responde, y yo siento el asco ser reemplazado rápidamente por la ira.

“Doctor, ¿Cómo puedo romper el vínculo definitivamente?” le pregunto, pues sé que no podré soportar más tiempo sabiendo cada vez que ella esté follando con ese imbécil o con cualquier otro, preferiría morir antes de seguir sintiéndolo.