Antes de conocer a Rubí, el silencio había sido el mejor amigo de Cyrus, pero en ese momento, parecía que este se transformó en su peor enemigo.
Había pensado que algo de espacio y tiempo ayudaría a Rubí a aclarar sus sentimientos, ponerlos en orden y pensar sobre su nueva situación, de su nueva vida.
Pero le era imposible saber cómo estaba tomando Rubí el haberse convertido en un vampiro cuando este se había cerrado totalmente a él.
No importaba cuánto espacio le diera, sus intentos de acercarse, o sus conversaciones unilaterales, Rubí simplemente lo ignoraba cada vez que ambos estaban en el mismo espacio, e incluso cuando era inevitable que le respondiera, sus palabras eran pocas, frías y cortantes.
Su viaje en el auto había sido horriblemente incómodo de principio a fin, con una ten
