-¿Qué pasa? -me preguntó Natasha al ver que yo me quedaba paralizada.
Garret estaba ahí, a tan solo unos pasitos de mí y yo me quedé contemplándolo fascinada.
-¿Hey? -me hizo gestos para que la mirara.
-Está ahí -le dije al tiempo que me giraba para que no me viera.
-¿Qué? - Natasha se giró- ¿Quién? ¿Dónde?
La cogí del brazo y la giré hacia mí.
-El rubio, justo detrás de nosotras - Natasha hizo el amago de volverse otra vez, pero yo se lo impedí – No, no lo mires ahora.
-¿Qué? ¿Por qué? Quiero verle -dicho eso se giró- Pero buenoooo, j***r. ¿En serio es él? -me cuchicheó al oído.
Yo la miré fijamente.
-¿Te parece que estoy bromeando? Claro que es él, y deja de mirarle. ¡No seas tan descarada!
Natasha sonrió como una boba y yo sonreí también. Tener a Garret cerca me ponía nerviosa
