El sábado por la mañana, la música de Eminem me despertó. Maldije en mi cama y me senté ¿qué demonios le sucedía a Lucke? Una cosa era que escuchara música en la tarde, pero no en la mañana, mientras la gente normal dormía. Mi hermanastro nunca se cansaba de escuchar música a todo volumen, lo había estado haciendo desde que llegué a esta casa, poniendo canciones de todo tipo, y teniendo su propia fiesta particular. Hoy no haría nada productivo, mi plan era quedarme en casa y leer un libro de alguno de mi lista en espera, pero tampoco iba a dejar que el niño “rebelde” me interrumpiera mi sueño. Anoche cuando salí de mi habitación hacerme mi cena, lo encontré con una chica en el pasillo. Ella estaba besándole el cuello mientras él le manoseaba las tetas frente a mi cara, listo

