—Hey, muñequito, estás distraído —Aleskey llama mi atención y no solo eso sino que me sorprende dándome un manotazo en el hombro. —¿Qué te pasa? —Me pongo de pie y dejo el teléfono sobre la mesa— ¿Cuál es la violencia? —El rubio tiene rato hablándote y tú nada, ¿En qué andas? —Me pregunta Leroy. Sabiendo lo que traen sacudo la cabeza para despejar la mente y enfocarme en lo que vine a hacer aquí. —Nada, asuntos pendientes —Los evado—. ¿Qué hacemos? —Vamos a finiquitar algunos detalles del viaje. Nos conviene a todos estar claros, y hasta preparados para responder lo que sea surja —Nos dice Ales—. Malcolm y yo no vamos a estar por unos días. —Hablas como si sin ti no sobreviviremos —Con su dulzura habitual interviene Leroy. —Deja de ser tan repelente, solo quiero que establezcamos

