10 Manual de conquista para idiotas
1121 Palabras
MAGGIE
Mi mente era un caos de nomenclatura orgánica y geometría espacial, pero la única variable que seguía dominando mi pensamiento era la arrogancia monumental de Noah Carter. ¿Quién diablos se creía que era? Besar a alguien sin consentimiento, y luego sonreír como si hubiera ganado el jodido campeonato mundial. Era un movimiento digno de un matón, de un dictador de la cancha , no del futuro gran jugador de la NBA. O tal vez era exactamente lo que se esperaba de un tipo con un ego del tamaño de su cancha de baloncesto.
"¿Estás bien, Maggie? Pareces lista para estrangular a alguien con una sonda", me preguntó Kit, mirándome por encima de su libro de texto de Biología. Estábamos en una de nuestras sesiones de estudio post-escuela, esta vez en una cafetería local. Lola y Chloe estaban a nuestro lado, la primera ya quejándose por el nivel de complejidad del universo.
"Estoy perfectamente bien", mentí, ajustándome las gafas. "Solo estoy... molesta por cómo las personas que no tienen derecho a tocarte lo hacen y esperan que les agradezcas por ello".
Chloe dejó de escribir en su cuaderno de Cálculo y me miró con una expresión de 'Lo sé todo'. "Hablas del Rey, ¿verdad? El beso robado ".
"¡No fue robado! Fue una toma hostil de territorio ", espeté, más alto de lo que pretendía. "Es una muestra de dominio. Noah Carter quiere que yo sepa que él es el alfa y que yo soy solo una distracción más en su temporada. Y no lo soy. Soy Maggie Lawson, tengo aviones para el CERN en Suiza. No voy a ser un asterisco en la biografía de un jugador de la NBA".
Lola puso los ojos en blanco, pero su voz era suave, casi solidaria. "Mira, Ice es una idiota, una idiota sexy que actúa como un cavernícola porque siempre funciona. Nunca ha conocido a una chica que no quiera ser besada por él. Eres un enigma para él, Maggie. Eres el problema de física que no puede resolver con una simple ecuación de fuerza y velocidad".
"Pues que le quede claro que este problema tiene la solución 'No' ", respondió, agarrando mi café.
De repente, mi teléfono vibró. Un texto. Lo abrí con un presentimiento.
Ice 🏀: Me imagino que estás estudiando. Eso es aburrido. ¿Por qué no te tomas un descanso? Te he enviado un regalo.
"Oh, no. Otra vez no", murmuró, sintiendo que la sangre me hervía.
Justo en ese momento, una camarera de la cafetería se acercó a nuestra mesa, con el rostro confundido. "Disculpa, ¿alguna de ustedes es Maggie Lawson? Un... repartidor especial me pidió que le entregara esto".
Nos tendió un objeto ridículo: era una cesta de picnic pequeña , envuelta con un lazo de baloncesto naranja brillante. No era la cesta el problema, sino lo que había dentro: un solo melón gigante perfectamente tallado con mis iniciales, rodeado de una docena de donas glaseadas que parecían haber sido transportadas en una centrifugadora.
Lola se echó a reír, una carcajada estridente que hizo girar cabezas. Kit cubrió su boca con la mano, y hasta Chloe, la siempre estoica, soltó una carcajada seca.
"¡Oh, Dios mío! ¿Qué demonios es eso?", preguntó Lola, señalando el melón tallado.
"Es un Melón de la Conquista ", bromeó Chloe, conteniendo la risa. "Claramente, su método de seducción es: 'Soy rico, aquí tienes algo grande y redondo. Cede'".
Agarré mi teléfono y escribí una respuesta con furia controlada.
Maggie: Carter, ¿es esto una propuesta o una amenaza? No acepto ofrendas frutales talladas. Esto es un ridículo desperdicio de tiempo y un atentado contra mi dignidad. Por favor, deja de enviarme cosas.
La respuesta fue inmediata.
Hielo 🏀: Es un incentivo. Un esfuerzo por conocer a la 'cerebrito'. No puedo ir al laberinto de la biblioteca, así que tengo que sacarte a la luz. Por cierto, el melón lo talló Troy. Insistió en el 'arte'.
Lola se inclinó sobre mí, con los ojos brillando de picardía. "Sabes que te va a acosar hasta que cedas, ¿verdad? Es como un pitbull con un hueso, o un gladiador en zapatillas Jordan ".
"Hay que darle una tregua, Maggie", sugirió Kit, ahora más seria. "Pero bajo tus condiciones. Dale una tarea. Algo que sea tan aburrido o difícil que lo espante de una vez por todas. Si lo supera, al menos tendrás un motivo real para hablarle. Si huye, te dejará en paz".
Me puse el dedo en el labio, pensando. La idea tenía mérito. No podía luchar contra un huracán, pero podía intentar redirigir su energía destructiva.
Maggie: Bien. Quieres conocerme. Mañana, 4:00 pm, biblioteca. No me vas a llevar a un juego, ni a la bolera, ni a ninguna cita ridícula. Me vas a ayudar con mi proyecto de física. Necesito que entiendas la Ley de Coulomb y el concepto de la fuerza eléctrica. Traete un bolígrafo y una mentalidad abierta. Y si llegas tarde, o te quejas, o haces un comentario lascivo, el trato termina. ¿Aceptas la tregua, Carter?
Envié el mensaje y esperé. La tensión era insoportable.
Hielo 🏀: Acepto el desafío, Lawson. Ley de Coulomb. Esto será... el tiro perfecto.
Sonreí, una sonrisa pequeña y astuta. Estaba en mi territorio. Había cambiado la cancha de juego a la biblioteca, y ahora, el balón estaba en mi tejado. Iba a demostrarle a "Ice" Carter que había un mundo más allá de las canchas y el dinero de papá.
Mientras lo reconocíamos, vi un brillo en la entrada de la cafetería. Tatiana. No estaba sola. Estaba con Trixie y Candy, y me miraban con una intensidad helada que rivalizaba con el apodo de Noah. Tatiana se dirigió a la barra de café, pero se detuvo cerca de nuestra mesa, demasiado cerca para que fuera accidental.
"Qué día tan agotador ", dijo, su voz aguda resonando, dirigida a sus amigas, pero para que yo la escuchara. "Tengo que ir a buscar a Noah. Me ha enviado un texto diciendo que estaba aburrido en la práctica y que necesitaba desestresarse. Ya sabes, lo que yo hago mejor".
Me lancé hacia Kit, agarrando su taza de café con la mano ligeramente temblorosa, la burla de Tatiana clavándose como una astilla. Ella sabía que Noah me estaba acosando y estaba marcando territorio.
"¿Ves, Maggie?", susurró Chloe. "Esto es lo que va a pasar cada vez que él te mire. ¿Estás lista para eso?"
Mi respuesta fue una mezcla de miedo y una determinación ardiendo. "No estoy lista, pero voy a hacer que se arrepientan de haberme subestimado. Mañana, en la biblioteca, el juego comienza de verdad".
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