~Alexa~

1423 Palabras
Abri los ojos. Todo estaba borroso, solo podía escuchar su voz. 《Maya, despierta》 Por todos los cielos, era Dante, estaba allí, en mi casa. No me imagino que pudo haber hablando con mi madre. Me froto los ojos, me ardían mucho, mi cuerpo se sentía pesado, se pudiera decir que cansado. —¿Estas bien?—pregunta Dante, sus ojos son de preocupación. Acomodo mi torso en el mueble, y me incorporo un poco, llevándome una mano al flequillo. —¿Que pasó? —¡Te desmayaste!—dice mi madre con un tono áspero. Suspiro, el momento es incómodo. Miró a Sasha, esta en la cocina buscando un vaso de agua, asimismo, me lo entrega, y lo bebo todo de un solo golpe. Hay tensión, mucha... puedo sentirlo. —¿Te sientes mejor?—consulta mi madre. Asiento. Dante suspira, sabe que no es bienvenido en mi casa. —Lamento mucho venir a incomodarla señora Santana, no fue mi intensión, la verdad, no puedo recordar lo que hice, pero le pido una disculpa por mi comportamiento pasado. Mi madre lo fulmina con la mirada, parece otra mujer, la misma que quemaba las prendas importantes de papá. Su gestos son de repulsión, a simple vista no tolera a Dante. —¿Disculpa?—se ríe con ironía—.¿De que me sirve tus disculpas? —¡Basta madre!—intervengo. Me pongo de pie, paseando mi mirada entre Dante y mamá. Me centro en Dante. —Por favor Dante, es mejor que te vayas—el chico asiente, no si antes decir:—Necesito decirte algo. Suspiro. Sasha me mira expectante, tomando a mi madre del brazo. —Señora Santana yo creo que debe tranquilizarse un poco—su mirada sigue puesto encima de nosotros dos, 0parece acusadora, inquietante, eso me asusta. —¡Vamos afuera!—digo. Cierro la puerta para que nuestra conversa no pueda se escuchara por mamá. Dante agacha el rostro, presiento que está avergonzado. —No se que te dijo mi madre Levanta el rostro. —Lo mismo que me dijo Mickey—suelta un bufido, pasándose ambas manos por el rostro—. Como pude chantajear a tu padre, o como pude hacer lo que hice. No tengo perdón por cómo actué. Me siento tan miserable. —¿Hablaste con Mickey? Él asiente. —Me contó todo. ¡Dios no se como remendar esta situación! Me cruzo de brazos, le observo darse golpes de pecho por su actuación pasada, en realidad, se ve muy mal —¿Por que viniste Dante? —Porque... le tengo un vuelo a tu madre mañana a primera hora a una cabaña en el lago. Unas personas la van a estar esperando en el aeropuerto mañana—bajo la cabeza—. Si tu también quieres irte, no tengo ningún problema, después de lo que hice, creo que no tengo el derecho de retenerte a mi lado—alza su rostro, percibo sus ojos miel llorosos—. Aunque quiero que te quedes a mi lado Maya, y lo intentemos—de su bolsillo saco unas llaves, me tomó la mano y me la entrego—. Son las llaves del apartamento que compré para que viviéramos juntos. Si no me odias o sientes algo por mi, entonces, las puertas estarán abierta para ti. Sin embargo, si decides irte, no te detendré, y te juro que te dejaré en paz. Ya le he dado instrucciones a esas personas, cuidarán bien de ustedes. Me le quedó mirando, siento sus labios tocar mi frente; cierro los ojos. Luego, lo veo marcharse. Veo con detenimiento las llaves, ahora, estoy más confundida que antes. Vuelvo a casa, mi madre está sentada en el sillón junto a Sasha, se pone de pies cuando me ve. —No puedo creer que te irás a vivir con él—dice con los ojos llenos de lágrimas. —Mamá, por favor, no discutamos esto... —Si me voy, ¿quién cuidará de ti? —Yo cuidaré de ella—habla Sasha, levantándose del sillón, me toma de la mano—. Yo cuidaré de ti. —Yo también cuidaré de ti—susurro, la ojos verdes sonríe—. Mami, yo necesito que te des un respiro... —Pero tú... —Estaré bien. —Necesitamos atrapar al desgraciado que... que... —Te avisaré como avanza todo—menti, sabia perfectamente que no había ningún caso—.Además, voy a estar más tranquila si tú estás lejos de aquí. Mi madre comienza a llorar. La abrazo con fuerza, quiero protegerla, necesito alejarla de esta locura. —¡Esta bien!—solloza, no está muy convencida, no obstante, asiente. —Gracias. Nos quedamos las tres dormida, los pies de Sasha estaban en mi barriga, y yo tenía mis pies encima de los de mi madre. ☆☆☆ Me levanto antes que ellas, alguien está tocando la puerta. Abro. —Alexa... ¿qué haces aquí? La pelirroja sonríe. —¿Como estas? —Bien—le invito a pasar—. Pasa. Ella me sigue cerrando la puerta. —He estado llamándote —No tengo teléfono. —Cierto, cierto. Bueno, solo pasé para saber de ti, y de como te encuentras. —Estoy bien, un poco cansada. Alexa asiente. —He investigado lo que me dijiste. Arrugo las cejas. —¿Bien? Alexa saca de su bolso unas cuantas hojas. Lleva el cabello recogido, una camisa verde, con aretes grandes, y un pantalón marrón. Un labial brillante lleva en los labios, y sus ojos delineados con un color blanco. —Mira... Jhonny Stank, es un hombre que está enfermo mentalmente, sufre de delirios, y no puede controlar su ira y fue encerrado por atacar a una mujer—comienzo a leer las hojas que Alexa me da—. Mira... no es lo más curiosos de este hombre, dice que era el compañero de habitación de Derex Salvatore, el hermano de Dante. Me quedo mirando fijamente a Alexa. —¿Jhonny Stank y Derex Salvatore se conocen? —Estuvieron en el mismo psiquiátrico. Estaba temblando, paralizada totalmente. —Maya... Jhonny escapó cuando se incendió la habitación, fue allí cuando murió Derex Salvatore, quemado. Derex pudo haberle contado muchas cosas de los Salvatore, de Dante, Mickey, Sandy, de todos...quizás por eso, le disparo a Dante el día de tu matrimonio. —¿Delirios? ¿no puede controlar su ira? . —Es un hombre peligroso, debe decirle a la policía. O a la detective Reaga. Dudo en confiar en la policía. —No se... —Debes hacer algo, Jhonny Stank es muy peligroso. No sé que hacer ante la información, Jhonny y Derex fueron compañeros en un psiquiátrico. —¿Tienes la dirección del psiquiátrico? Alexa asiente. —Esta en Mila, a pocas horas de aquí. Leo el papel. —Si. —¿Que haras? —Aún no se Alexa, no lo se. —Mi consejo es: que vayas con mi madre, la detective Reaga. Y luego...—saca de su bolsillo una tarjeta pequeña—. Una psiquiatra. —¡No estoy loca!—cuestiono incrédula. —Que visites a un psiquiatra, no significa que estés loca, más bien, pueden ayudarte a lidiar con todo lo que estás pasando. Por favor, tómalo. Ya la llamé, dijo que te recibiría. Agarro la tarjeta, dice: Joanna Alvarado en letra negrita. —Alexa... —Es muy buena... me ayudó mucho a aceptar a la detective Reaga como mi madre. Frunci el cejo. —¿A que te refieres a aceptar? —Si... es excelente psiquiatra. Cuando mi madre, bueno, "mi madre adoptiva" me eligió, estuve un poco renuente. Ella me ayudó a que todo fuera más ligero. Mis ojos están abiertos como platos, tan sorprendidos en saber que Alexa es adoptada —¿En donde te adoptó la detective Reaga? —En el horfanato de Mila. Mi madre me dejó allí cuando era una bebé —sonrió, como si le doliera pensar que fue abandonada. Alexa me miró y sus ojos verdes se tornaron más brillantes. Aún estaba atónita, porque había una posibilidad de que esa niña adoptada fuera mi hermana. Todo está encajando. El hijo de mi padre que lo entregaron en adopción, quizás, no fue un niño, si no, una niña como Alexa. La probabilidad de que Alexa fuera mi hermana era grande. No, no podía irme con mi madre, tenía que quedarme a investigar la verdad. Y mi verdad, comenzaba con ella: Alexa. ☆☆☆☆☆☆☆☆ Pequeña nota: Los leo a todos...
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR