Sonia. —Déjame ver como esta esto. —le acomodo el gorrito a Emma comprobando que no le ingrese frio por el cuello ni menos en las orejitas. —¿Esta bien?. —Si, re bien, vamos. —salimos de la casa sonriendo, dejó de nevar asi que salimos a jugar—. Uuhhh, me da miedo. —Dame la manito mami, yo te ayudo. —Gracias. —vamos donde Nahuel que nos mira sonriendo. —Muy bien, tienes que darle la mano a mamá. —me apoyo en la espalda de Nahuel sonriendo porque Emma va con Ian a hacer un muñeco. —¿Haces un muñeco?. —Si, y bien pichulon como yo. —me siento a su lado tentada de la risa porque le hace con la zanahoria al bicho. —Si que te la vez, igual la hiciste. —Yyy, un tesoro es, y no seas mentirosa, no me la haz visto en todo este tiempo. —¿Este cómo lo pongo?. —desesperado lo saca riendo p

