Nahuel. Tiro el alambre usando toda mi fuerza y parece no funcionar, estoy agotado, siento que en cualquier momento me caigo rendido, pero tenemos que terminar un soporte que un toro rompió, pero no es un toro de nosotros, fuimos a comprobar y están todos donde los dejamos, mi abuelo ya avisó porque tienen un comunicador entre todos los hacendado para ir viendo si estan todos a salvo con el temporal que tenemos, que nieva tanta que nos sepulta en la nieve que ya cayó. —EEEE. —alzo el brazo tirandome hacia atrás—. NAHUEL... NAHUEL. —mi tio Lautaro se arrodilla a mi lado y me agarra de los hombros—. NAHUEL, VAMOS DALE, PARATE. —Ya voy. —sonrio porque esta asustado—. DAME LAS MANOS. —me paro con dificultad. —VAMOS, CARGATE EN MI. —vamos al camión porque no podemos sacar a los caballos en

