Capítulo 2
Siempre que lo recordaba no podía evitar sonrojarme debido a la vergüenza y porque no había logrado mi plan. Creo que había sido una gran estúpida y ahora ese era mi merecido, que un extraño me haya dicho a la cara que no tendría nada conmigo porque era virgen o al menos eso insinuó. Maldición, realmente siento pena de mí misma. Tomé algo de mi café con leche intentando centrarme en los ejercicios de cálculo que debía entregar mañana, la cafetería de la universidad estaba algo llena, pero quedaban asientos disponibles para los clientes, distinguí a Sook cuando recién entraba al lugar, la miré dirigirse a la barra pidiendo algo dulce que comer y algo amargo que beber, a los minutos se dio cuenta de mi presencia, sonrió acercándose con su pedido listo.
— Hola, Ella.
— Hola—dejé libre la otra silla tomando mi bolso colocándolo sobre mis piernas—Es raro verte sola.
— Oh, las chicas están en clase ahora, no siempre coincidimos con nuestros horarios—explicó colocando su bolso cruzado sobre la mesa, tomó la cuchara llevando un pedazo de pastel de fresas y duraznos a su boca, cuando me ofreció me negué con una pequeña sonrisa— ¿Haces lo de cálculo?
— Así es—miré mi cuaderno. La chica masticó asintiendo, sus uñas iban pintadas de un rosa muy bonito, las mías en cambio se mantenían al natural con sólo un brillo.
— No entendí las últimas teorías que dio, ¿Puedes darme algunas respuestas?
— En el libro sale, ¿Lo tienes allí?
— Sí, claro—se apresuró a abrirlo para entregármelo. Le mostré la página explicándole luego lo que debía hacer, asintió en todo momento decidiendo tomar nota de algunas cosas. La campana de la cafetería se escuchaba a cada minuto cuando un cliente entraba o salía, al poco rato, Sook había acabado su pastel y su café, en mi taza el líquido se había enfriado, ya no me apetecía beberlo así—Gracias, Ella.
— De nada—guardé mis cosas en el bolso.
— Oye, ¿Le echaste un ojo al número que te envié?
— Sook—rodeé los ojos. Ahora menos quería hablar de eso.
— Por favor—suplicó haciendo unos ojitos tiernos. Hizo puchero inflando sus mejillas—Inténtalo al menos, te va a gustar, estamos en la edad moderna, la virginidad es algo que se pierde antes de lo previsto...
— Que pena por tus pensamientos.
— No te hagas la santa.
Recordé la voz fría pero seductora del muchacho, creo que si lo encontrara en la calle y lo escuchara lo reconocería. En mi mente tenía que ser un chico delgado pero fuerte, como si mis pensamientos quisieran revivirlo puedo jurar que capté su perfume en el aire, negué con la cabeza suspirando.
— Ya lo hice, ¿De acuerdo? —sus ojos se iluminaron. Antes de que pudiera estallar de alegría, la corté—No pasó nada, fui, pero él nunca asistió, le escribí a su número, pero no respondió, supongo que tenía cosas por hacer—me encogí de hombros esperando que creyera esa mentira.
— Eso es raro—frunció el ceño mostrándose pensativa— ¿Le habías pagado antes?
— No, me pidió que llevara el dinero en efectivo.
— ¿No te habrás equivocado con la dirección?
— No, Sook—sonreí vagamente encontrando gracioso que ella le buscara tantas vueltas al asunto—Esperé una hora y nunca llegó, además ni siquiera sé su nombre así que no pude preguntar en la recepción si ese chico hizo una reserva.
Sook volvió a fruncir el ceño mordiéndose el labio. Contenta por haberla convencido salimos de la cafetería caminando por el campus con ella, miré a una pareja no muy lejos tumbados en el césped mientras se daban pequeños besos riendo como tórtolos.
— ¿Cuándo te viste con él, Ella?
— Ayer, ¿Por qué? —al verla con el celular en su mano tragué con dificultad— ¿Qué estás...? —mi corazón se aceleró cuando la llamaron. Contestó llevando su celular a la oreja y algo me decía que debía correr en ese momento.
— Hola, sí...—pausa—Eso me dijo...
— Sook, ¿Es...? —susurré incrédula. ¿Ella estaba hablando con ese chico ¡¿Realmente estaba diciéndole eso?! Debí tener en cuenta eso, mis mejillas ardieron por la vergüenza, una de sus amigas se acercaba y fue mi oportunidad de huir.
Sook tenía clase de Literatura a esta hora mientras que yo tenía Filosofía, me sentí más tranquila al saber que estaría sola sin ella sobre mí, pero no dejaba de pensar en el muchacho. ¿Se enojaría conmigo? ¿Le habrá dicho la verdad a la chica? ¿Por qué no consideré la opción de que Sook hablaría? ¿Por qué me sorprendo que le haya dicho? Debí saber que en cuanto salimos de la cafetería y ella sacó su móvil algo tenía planeado. Miré a los alumnos entrar al salón mientras el profesor ordenaba algunas cosas sobre su escritorio, dos amigas de Sook estaban adelante, preferí colocarme al final para tener menos posibilidades de que me vieran. Mi celular vibró en mi bolsillo, tragué con dificultad al ver el número, no sabía si ver el mensaje o no...al final la curiosidad pudo conmigo.
"Así que me fui como un cobarde, ¿No? Vaya, gracias por dejarme como un tonto"
¿Debería tomarlo como si está molesto o simplemente está serio? Miré el teclado de mi celular sin saber que decir. No debí decirle que era amiga de Sook, no debí llamarlo, no debí verme con él, no debí meterme en esto.
"Puedo explicártelo, ¿Alguna vez has dicho una mentira blanca? No te preocupes, no es nada"
"Sí, lo es. ¿Sabes? Toda mentira tiene un precio, dulzura, esta vez quiero que tú misma pagues por lo que dijiste o le diré a tu amiga lo que realmente pasó y si crees que eres buena mintiendo no sabes lo que soy capaz de decir"
Sí, estaba molesto. j***r, el chico tiene su imagen muy dañada (nótese el sarcasmo) sonreí de lado negando con la cabeza, no era tiempo de bromas, no quiero que Sook se entere que el hombre que complace las fantasías de todas no quiso tocarme por ser virgen, honestamente si parecía que él había huido de mí.
"¿Por qué no quisiste tocarme?"
Sí, lo pregunté y lo escribí, me gustaba que respondiera rápido, al parecer siempre lo hacía.
"¿Querías que lo hiciera? Vaya, tu cuerpo decía lo contrario, estabas más asustada que excitada, dulzura"
Arrugué mi nariz. Eso no era cierto, bueno, tenía temor de estar con un extraño porque no era lo mío, aunque tampoco me consideraba como una total romántica.
"Lo siento, creo que no debí iniciar esto, enserio lo lamento"
"¿Esperas a que me conforme con eso?"
"¿Qué quieres que haga? Acabo de disculparme"
"¿Y? Tu amiga cree que fui un tonto al dejarte plantada, de hecho, se enojó conmigo y la única razón por la cual no la mandé al carajo fue porque tú, querida, vas a compensarme por mentir"
No me gustaba como se escuchaba eso.
"Ni siquiera me conoces"
"Y tú a mí tampoco. No te hagas la lista, puedo averiguar todo de ti en segundos"
Bufé, eso era lo típico que un tonto diría. Mi mente comenzaba a decirme que ese chico sólo quería asustarme, pero de nuevo estaba el riesgo de que Sook se enterara de la verdad. Gruñí casi asesinando mi teclado al escribir.
"Haré lo que quieras, pero por favor, no digas nada"
"Así me gusta, bueno, la primera regla es que esta vez haremos todo lo que me plazca, sin quejas, sin límites y sin excusas"
Esperaba que sólo quisiera alguien con quien jugar videojuegos o salir a caminar, pero... ¡Vamos! Este idiota sólo se va a aprovechar de la situación.
"Parece sencillo"
"Eso no es todo lo que harás por mí, dulzura. Ya que dices haber querido que te tocara y al parecer crees no haber estado asustada, te veré esta noche en el mismo lugar y créeme, esta vez no saldré corriendo"
Listo. Estaba jodida, completamente jodida, podía imaginar la larga noche que tendría.