WESTON
Apenas puedo dormir anoche, preguntándome que ha pasado en la casa de los Morton. El mensaje de texto de Amelia a las nueve de la noche: “Lo hice. Esta hecho”. Es tranquilizador y estresante en partes iguales. Mis mensajes posteriores: “¿Me necesitas? Iré ahora. Me colaré si me necesitas o enviaré un coche si quieres venir aquí”. Fueron recibidos con la promesa de compartir todo al día siguiente, cuando viniera para cuidar a Emma.
No es que no confíe en que ella terminara las cosas. Tenía miedo de que no me dijera cuando realmente me necesitaba. Y si no hubiera sido por Emma dormida en su cuna, habría corrido a casa de sus padres y me habría colado en su habitación de todos modos.
No solo no dormí mucho, sino que también me despierto muy temprano en la mañana. Intento pasar el t
