REGINA Día tras día abría los ojos con pesadez y trataba de movilizarse de la cama. Se sentía tan cansada. Le costaba emprender la rutina, el simple hecho de levantarse y tratar de conducirse de manera normal en el actual contexto era demasiado. Su corazón y su cabeza se encontraban agotados. La muerte de su querida tía, luego de días de espera y cuidados, había sido extenuante para ella. Sabía que debía sobreponerse y que su tía Meg se encontraba en paz, descansando por fin luego de años de dolor. Empero, no podía evitar extrañarla y compadecerse a sí misma por su egoísmo. Debería estar sosteniendo a Tina y sin embargo era su hermana menor la que la movilizaba. La primera semana había sido de inmovilidad. Su mente se había cerrado, como si demasiadas cosas se hubieran acumulado para qu

