Mis ojos estaban a punto de cerrarse. Y es que tener clases en horarios corridos era algo pesado.
Intenté tomar apuntes sobre el tema que la profesora estaba dando, pero me era imposible.
Necesitaba un maldito café urgente.
Me volteé para mirar a Jacob quien miraba atentamente a la profesora, al percatarse de mi mirada, me sonrió.
Una vez que terminó la penúltima clase, los tres caminamos hacia la última clase.
Eran las cuatro de la tarde, solo dos horas más Anne. Mi mente trataba de animarme.
–– Recuerden que una vez que finalice la clase podrán saber sus notas. Están aquí - mostró un largo papel.
Y de nuevo, intenté no dormirme. Tres años habían pasado y aún no lograba acostumbrarme.
Una vez finalizada la clase, nos acercamos hacia donde estaba pegado el papel para averiguar las notas.
–– Dios, no quiero verla ¿Podrías decirme tu? - Fanny se colocó de espaldas a la hoja y cerró sus ojos.
La entendía, yo también me sentía nerviosa. De esto dependían nuestras vacaciones.
Busqué su nombre con mi dedo, no fue tan difícil ya que ella se encontraba entre las primeras.
–– Respira Fanny - toqué sus hombros - aprobaste.
–– ¡Oh si! - comenzó a hacer un gracioso baile haciendo que Jacob y yo rieramos.
–– Tu también aprobaste Anne - Jacob me miró con una sonrisa.
–– ¿Que hay de ti? - me acomodé el cabello.
–– También - se encogió de hombros.
–– Genial ¿Que les parece si vamos a festejar que aprobamos en Starbucks? - propuso Fanny y sin dudarlo aceptamos.
Para nuestra suerte teníamos un Starbucks en la esquina de los edificios de harvard, por lo tanto no tardamos en llegar.
Luego de hacer nuestros pedidos, nos sentamos en una mesa.
–– Asi que vas a volver a California - miré a Jacob. Este asintió.
–– Si, debo regresar a visitar a mi familia - sonrió a medias. - ¿Que harán ustedes?
–– Aún no lo se - hice una mueca - mi hermano quería volver a la playa. Esta noche iremos a cenar, probablemente hablaremos sobre eso.
–– ¿Que hay de ti? - Jacob miró a Fanny.
–– Nada supongo - se encogió de hombros.
–– Fanny irá a donde yo vaya - hablé.
–– Si, estoy pensando que no es una buena idea - hizo una mueca.
–– ¿Por que? - Frunci el ceño y la miré.
–– No lo se Anne - suspiró - Tal vez tu y tu familia solo quieran pasar momentos juntos, no quiero ser una entrometida.
–– No ¿Como crees? - la miré ofendida - sabes que tu y Jacob son muy queridos por mi padre y Clarissa, además me vendría bien tu compañía. Sería mucho mas divertido.
- Esta bien - ella sonrió.
Luego de haber pasado un rato juntos, decidí regresar a casa para descansar unos minutos antes de irnos.
Una vez que llegué, metí el auto a la cochera y entré.
–– Estoy en casa - dije en voz alta.
Homero no tardó en aparecer y saltar en mis piernas mientras movía su cola.
–– Hola bebé - acaricié su pelaje.
El ladró y caminé hacia la sala de estar. Alli estaba Clarissa viendo la televisión mientras bebía una taza de café.
–– Hola Clari - dejé mi bolso en el suelo y me senté a su lado. No sin antes darle un beso en la mejilla.
–– Hola linda - ella bajó el volúmen del televisor y me miró - ¿Como te fue hoy?
–– Bien - Sonreí - Aprobé un exámen final.
–– ¿De verdad? - asentí - Te felicito entonces - ella acarició mi espalda - ¿Te queda algún otro exámen?
–– Si, un examen final que es oral, asi que debo prepararlo - mordí mi labio - ¿donde está papá?
–– Esta de guardia, llegará en media hora asi que deberías ir a prepararte.
Asentí y cogí mi bolso para luego levantarme.
Subí a mi habitación y comencé a buscar la ropa que me pondría.
Una vez lista, tomé mi iPhone y me senté en la cama. Entré al i********: y comencé a ver las historias. Algo que solía hacer siempre que estaba aburrida.
Cuando llegué al de Zachary, vi que había subido una foto de dos cervezas y un televisor de fondo.
Tarde de partido con mi hermano @JamesBasch
Mordí mi labio y un impulso hizo que aprete sobre el usuario de James. Pero este tenía su cuenta en privado.
Rodé los ojos, maldita opción que no te deja ser stalker tranquila.
–– ¿Nos vamos hija? - miré a mi padre quien estaba parado en el marco de la puerta.
–– Wow papá, que elegante te ves - Sonreí mientras lo miraba. El traía una camisa pegada al cuerpo.
–– Tu también hija - el me sonrió.
Después de dejar a Ben en la casa de los padres de Clarissa, nos dirigimos hacia un restaurante.
Escuchaba atentamente las anécdotas que contaban Clarissa y mi padre, pero dudaba que me hayan traído a mi para esto.
–– Tenemos que brindar - Clarissa alzó su copa de vino.
–– ¿Por que brindamos? - mi padre llenó su copa que se encontraba vacía.
–– Anne aprobó un exámen final - Sonreí de lado.
–– Entonces si tenemos que brindar ¿Quieres un poco de vino? - el me miró.
–– ¿No se supone que tu no deberías dejarme tomar vino? - frunci el ceño divertida. El se encogió de hombros.
–– Cariño, tienes veintidós años. Ya eres independiente.
–– Aún así, prefiero tomar agua. Mañana tengo clases - levanté mi copa que solo traía agua y brindamos.
Sin embargo algo no me cerraba.
Ellos no me trajeron para brindar por mi nota.
- Ahora si vamos al punto - me acomodé en mi silla - ¿que está pasando?
Mi padre y Clarissa se miraron, esta le sonrió asintiendo.
Entonces ambos me miraron.
–– Hija - mi padre aclaró su garganta - se que ya hemos hablado sobre esto y se que no te gusta. Pero esta vez es más importante que otras veces.
–– ¿Es sobre mi madre cierto? - miré a ambos y ellos asintieron.
–– Anne, sabes que te queremos mucho - Clarissa tomó mi mano - para mi eres como una hija y solo por eso creemos que tu corazón necesita paz.
Mi padre asintió.
–– Cuando somos madres, lo único que queremos es proteger a nuestros hijos. A veces no lo pensamos bien, hacemos cosas y nos equivocamos. Deberías escuchar a tu madre e intentar entenderla.
–– No me siento lista para volver - miré a ambos - tal vez algún día lo haga. Pero no ahora.
–– Es una oportunidad perfecta - mi padre me sonrió.
–– ¿Por que? - levanté una ceja.
–– Porque tu madre se casa en tres semanas hija.