Oliver despertó con un dolor en su pecho, no se removió ni nada sino que se quedó mirando la nada. Se incorporó quedando sentado, Matthew lo miraba desde el otro lado de la habitación recostado en la pared. Sentía su cuerpo arder, se tocó levemente la frente. — Tienes fiebre por la lluvia— Cortó el mayor. Oliver bajó la mirada, sintió nuevamente deseos de vomitar. Sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato, quería marcharse lejos con Matthew, de todo, huir de su dolor, de su odio. — ¿Dónde estuviste ayer?— Dijo con voz severa el otro—Quiero la verdad. — Salí a tomar aire estaba agotado— Contestó con desgano. — Mientes—Contestó inmediato. —Matthew... —Oliver — Se sentó en la cama—, sólo quiero la verdad. — Si te digo la verdad...—Se quedó callado. — Si me dices la verda

