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Los 8 elementos
Weslyn es un país perdido, desconocido. Según los libros antiguos, en el pasado eran unas islas deshabitadas, en un océano al que llamaban Pacífico. Actualmente solo es habitada por Elementistas. ¿Por qué? Simple, nos borraron del mapa, somos considerados "peligrosos" porque nuestro ADN es diferente: tiene la capacidad de modificarse al entrar en contacto con la esencia de nuestro elemento para adoptar sus poderes.
Hace cientos de años, un grupo de científicos comenzó a hacer pruebas de mutación a través de la irradiación con un material descubierto hacía poco con la característica de adaptarse al medio que lo rodeaba y asimilar sus propiedades. El problema fue cuando hubo una fuga en el laboratorio y la radiación alcanzó a miles de personas cercanas a la zona de estudio.
Su ADN se modificó de tal forma que cuando entraron en contacto con las esencias del medio natural que los rodeaba, este adquirió características del mismo, permitiéndoles adaptar su cuerpo y sus habilidades a las de los elementos que compartían esas mismas esencias.
Al cumplir doce años, cada niño debe entrar a un cuarto oscuro en el que se encuentran dispuestas en forma de círculo las mesas, cada una con la esencia de un elemento levitando por encima: Agua, Aire, Tierra, Fuego, Fauna, Flora, Luz y Sombras. Estando allí, eligen un elemento siguiendo el impulso de la esencia que los atraiga, siendo esta la que mejor aceptación tendrá en su organismo. Pero una vez escogido, no hay vuelta atrás, ya que el ADN se adaptó a esa esencia, incluso aunque no esté activada. Recién cuando el organismo asimila por completo la esencia y comienza a manifestarse con mayor fuerza es posible aprender a controlarla.
Es en ese momento, alrededor de los quince años, cuando todos los jóvenes son enviados a un centro de entrenamiento para aprender a controlar su poder. El último día se realiza una demostración de poder frente a las autoridades, y los mejores de cada elemento son enviados a competir a "Los 8 elementos": una prueba de supervivencia en una arena adversa en la que hay que aplicar todos los conocimientos, tanto de control de elementos como de supervivencia, para poder salir de allí con vida; enfrentando en el camino los desafíos propios del campo, e incluso a otros competidores.
Es un evento muy importante para Weslyn, ya que así se descubren a los Elementistas más poderosos de la generación, quienes luego desempeñarán un importante papel sociopolítico. El ganador recibe sustento para su región hasta la competencia del año siguiente, títulos importantes que lo habilitan a participar en las cimas políticas donde se toman decisiones del país, y "Elixir Elemental".
Existe otro tipo de Elementista, uno más fuerte y más inestable. Los Elementales, lo suficientemente poderosos como para resistir el poder de todas las esencias.
Los primeros Elementales fueron los científicos que recibieron el impacto directo de las olas de radiación. El contacto con esta hizo que su capacidad de adaptación molecular fuera mayor, haciendo que adoptaran las características de todas las esencias con las que tenían contacto. Pero la inestabilidad de la radiación y el poder tantas esencias juntas en su cuerpo hizo que pronto comenzaran a manifestar ataques accidentales en forma de catástrofes, arrasando con todo a su paso. Cuando pasaron de ser considerados como dioses superpoderosos y comenzaron a ser vistos como amenazas para el resto de los Elementistas en Weslyn, comenzaron a ser perseguidos. Uno a uno, los Elementales fueron desapareciendo, ya sea por los captores del nuevo gobierno o porque dejaron de utilizar sus poderes con visibilidad para pasar desapercibidos, aunque cada cierto tiempo los ataques accidentales revelaban sus habilidades y poco después eran atrapados… nadie sabe qué sucede con ellos.
Pero con el tiempo y el estudio, apareció el “Elixir Elemental”, una sustancia codiciada por muchos y accesibles para muy pocos. Una sustancia en un balance perfecto entre todas las esencias. Al entrar en contacto con el ADN, este se adapta a las esencias con equilibrio, ofreciendo el poder de un Elemental, sin la inestabilidad del mismo. Y ese es uno de los premios de “Los 8 elementos”, una de las razones por la que muchos jóvenes se esfuerzan tanto por participar. Ellos, junto a los linajes de Elementistas más fuertes, que también consumieron el elixir, forman parte de la organización y el gobierno; estableciendo el órden y la fuerza entre las Regiones de Weslyn, tomando las decisiones inherentes a la población y los recursos.
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El día de mi quinceavo cumpleaños, no pude parar de pensar en los tiempos que estaban prontos a llegar. A pesar de estar pasando un lindo día con mi mejor amigo, no podía ignorar la sensación de ahogo que me causaban los nervios de saber que en poco tiempo debería aprender a manejar mis poderes junto con los otros cientos de jóvenes de mi edad. Eso sin contar que allí definirían los competidores clasificados para “Los 8 elementos”. Muchas cosas podrían pasar a partir de ese día y yo no tendría control sobre eso, ni siquiera sobre el tiempo en que tardarían en llegar las invitaciones.
Tyler me contó que cuando fue su turno en el cuarto oscuro eligió Agua y que fue una sensación inexplicable. Explicó cientos de veces cómo sintió que el poder de la esencia lo había hipnotizado y atraído, y en el momento en el que tuvo contacto con esta, sintió una explosión en su interior: una fuerza inexplicable lo despegó del suelo y recorrió sus venas, acelerando sus pulsaciones, haciéndole sentir que su cuerpo había desaparecido para ser un envase que emanaba poder. Eso duró hasta que volvió a poner los pies en la tierra y se apagó inmediatamente, como un interruptor que no sabía volver a encender… quedó maravillado durante semanas por la sensación.
Tres semanas después de mi cumpleaños me encontraba preparando el desayuno en casa cuando la voz de Ty me desconcentró de mi tarea.
—¡Ash, llegaron las invitaciones! —Su voz dejaba notar nervios y emoción. Yo sabía que él tenía muchas ganas de volver a revivir la situación de tres años atrás, sentir que el poder lo recorría; y aún más, aprender a usarlo.
Tyler me ofreció una pequeña caja. Esta contenía un cubo n***o apenas más pequeño que el tamaño de mi mano. Al presionar un botón rojo sobre su superficie, expulsó un pequeño papel. Comencé a leerlo atentamente.
Señorita Ash Claylin, residente de la Séptima Región de Weslyn:
Ha sido citada por la organización de "Los 8 elementos" al centro de capacitación para pasar veinte días de entrenamiento de control de poderes.
El entrenamiento se realizará en un lugar equipado con todo lo que necesite para practicar, desarrollar y demostrar su poder, acompañado de instructores capacitados y avanzados en el control y la técnica de cada elemento.
El día de mañana, a las 9 am, un bus de la organización la buscará a usted y a otros habitantes de la Sexta y Séptima Región, para acercarla al edificio de entrenamiento ubicado en la Primera Región.
Cordialmente,
Clarton Maylan.
Director de "Los 8 elementos"
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El comienzo de un gran viaje
El espejo me devolvía una imagen muy desarreglada. El cabello que usualmente se encuentra lacio, estaba enmarañado y con muchos nudos. Los ojos presentaban unas profundas bolsas violáceas y la parte blanca tenía algunas arterias rojas que se notaban más de lo usual. La piel estaba seca y dejaba ver un rastro de lágrimas secas.
Esa era la apariencia que tenía cuando estaba agotada, fue una de esas noches en las que duermes pero no descansas. Los nervios causados por la irrefrenable llegada de ese día atemorizante no permitieron que mi cerebro se relajara, por lo que toda la noche me vi invadida por pesadillas… el tipo de pesadillas en las que mi poder se descontrolaba y crecía de manera incontenible, lastimando a Ty… el tipo de pesadillas por la que despertaba entre gritos a mitad de la noche, despertando conmigo a Tyler… el tipo de pesadillas que llegaban cuando estaba ansiosa o estresada.
Decidí dejarlo descansar un rato más después de esa terrible noche por lo que me encontraba empacando el equipaje necesario para los dos. Pronto llegaría el bus, y ya debíamos tener todo listo.
—Tyler... Ty, despierta... preparé tu bolso. —Le dije con tranquilidad—. En un rato nos vendrán a buscar.
Él se levantó y me abrazó.
—Nada malo te pasará —Me susurró al oído. Me conocía tan bien que incluso apenas despierto sabía que no estaba muy tranquila, pero él siempre sabía cómo relajarme.
—Gracias —dije devolviéndole el apretón y alzando las comisuras de mis labios, dejando que se me contagiara un mínimo de su seguridad.
Al salir a esperar al micro, contemplé la fachada exterior que me habían dejado mis padres a los once años; e inevitablemente muchos recuerdos llegaron a mi memoria. Ya pronto regresaríamos, y todo seguiría tal y como lo habíamos dejado.
Después de unos minutos llegó el vehículo. El interior era espacioso, con muchas mesas de madera dispuestas en filas, cada una rodeada por sillas del mismo material incrustadas al piso. Estaba lleno de adolescentes que ocupaban todas las mesas, por lo que tuvimos que sentarnos con tres chicos que no conocíamos.
—Hola yo soy Percy, ella es Lia, y él es Cail —explicó uno de ellos. Percy era bajo de altura, nariz respingona, grandes ojos marrones, cabello ruludo del mismo color; nos miraba con superioridad y parecía el líder del grupo.
Lia tenía el cabello naranja ondulado hasta abajo de los hombros, ojos miel, y dientes grandes y torcidos, que recordaban a los de un ratón.
El otro chico, Cail, era alto, los músculos de sus brazos se veían tonificados, su cabello era n***o azabache y caía hacia los lados de su cara en forma de ondas desarmadas. Sus ojos eran de un azul muy oscuro y parecían estar escaneando las profundidades de mi mente en busca de mis secretos y verdades, y eso me ponía nerviosa.