"Le temo al Amor"

Capítulo 19:Posesividad

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Después de las órdenes de Kailer, los miembros de la manada comenzaron a retirarse poco a poco, dejando a Jayden y Kailer solos en medio del bosque. Zayan había sido llevado por Chad y Eiran hacia la clínica para tratar sus heridas, como Kailer había ordenado. A medida que los demás se retiraban, el silencio descendía entre los árboles, solo interrumpido por suspiros y el murmullo distante de la naturaleza. El ambiente se volvía tenso, impregnado de una mezcla de emociones intensas. El ambiente se volvía tenso, impregnado de una mezcla de emociones intensas.

Kailer observaba a Jayden con preocupación, su mano aún aferrada al brazo del joven, y una expresión posesiva se dibujaba en su rostro. Sin embargo, Kailer luchaba internamente para mantener a raya a su lobo, consciente de la difícil situación de Jayden y de su propio deseo de protegerlo. Intentaba comprender los sentimientos encontrados que revolvían su interior, pero la lucha se intensificaba. Cada vez más, su instinto de posesión chocaba con la promesa de no asustar a Jayden.

Mientras los ojos de Kailer seguían a Jayden, podía sentir cómo su lobo interior gruñía, anhelando reclamarlo como propio. La conexión especial entre Jayden y Zayan despertaba una sensación de amenaza en Kailer, una amenaza que su lobo no estaba dispuesto a dejar pasar. A pesar de sus esfuerzos, la posesividad luchaba contra su deseo de no mostrar insensibilidad frente a Jayden.

Eryx odiaba la vulnerabilidad de Jayden ante otro hombre, pero entendía la importancia de Zayan para su pareja. Sin embargo, no podía evitar la mezcla de celos y preocupación que se agitaba en su interior. Cuando Jayden lo enfrentó, acusándolo de ser inhumano, Kailer sintió que sus límites estaban siendo desafiados. Existen aspectos de él mismo que se había prometido no revelar a Jayden, ya que no quería que su pareja le tuviera miedo. Sin embargo, conforme su relación avanzaba, se volvía más difícil para él controlar a su lobo y el lado posesivo que este despertaba. Sus ojos se encontraron con los de Eryx cuando alzó la mirada para enfrentarse a su compañero.

—Jayden —su voz, baja y amenazadora, resonó en el aire, haciendo que el chico temblara—. ¿Por qué me haces esto?

—¿Qué…? —susurró Jayden, notando la intensidad en la voz de Kailer. Aunque no le temía, podía sentir que algo estaba fuera de control—. ¿Kailer?

Kailer luchaba consigo mismo, tratando de expresar lo que sentía sin asustar a Jayden. Su lobo estaba inquieto, ansioso por reclamar a Jayden como suyo. La lucha interna se reflejaba en su mirada intensa y en el tono de su voz.

—Jayden, entiende... mi lobo está inquieto. No es por ti, es por lo que representas en mi vida. Pero no quiero asustarte. Necesito que sepas lo importante que eres para mí. No siempre puedo controlar a Eryx —sus dientes apretados reflejaban la tensión—. Eryx no siempre entiende las sutilezas humanas, pero lucha por ti de una manera primitiva, instintiva. Sé que quieres ayudar a tu amigo, pero no sabemos qué ha pasado en todos estos años. Puede ser una trampa, una estrategia de Ezra para acercarse a ti.

Jayden suspiró, sintiendo la tensión en el aire. Comprendía la posición de Kailer, pero también sentía la necesidad de proteger a alguien que alguna vez fue fundamental en su vida. Sin embargo, la certeza de la amenaza de Ezra y la posibilidad de que Zayan estuviera relacionado con él pesaban en la mente de Kailer.

—Kailer, no te tengo miedo —se acercó a él para robarle un beso, luego posaron sus frentes juntas en un intento de calmar al hombre—. Sé que no serías capaz de dañarme; también entiendo cómo te sientes y lamento que te hayas sentido así. Durante años, las personas habían menospreciado sus sentimientos; él nunca haría lo mismo con los de su compañero. —Pero quiero que entiendas que Zayan no es una amenaza, ni para mí ni para nuestra relación. Lo conozco, sé que ha sufrido, y no puedo darle la espalda ahora. No puedo permitir que muera —declaró Jayden, sus ojos reflejando determinación.

A pesar de sus esfuerzos, Kailer sentía que sus propios límites estaban siendo desafiados; su lobo interior rugía con una mezcla de posesión y protección, y no sabía hasta dónde sería capaz de controlarse. Sus ojos dorados brillaban con una intensidad casi salvaje mientras luchaba por contener a Eryx. Aunque las palabras de Jayden le proporcionaban un alivio momentáneo, la ansiedad seguía palpable en el aire. Se sentía atrapado entre la necesidad de proteger a Jayden y la promesa de no limitar sus decisiones.

—Jayden, ¿entiendes que quiero protegerte, verdad? —susurró Kailer, su voz ronca resonando entre los árboles. La dualidad entre el hombre y la bestia dentro de él se hacía cada vez más evidente—. No es solo sobre ti, es sobre la manada, sobre nosotros.

Jayden asintió, sintiendo la complejidad de la situación. Podía ver la lucha interna de Kailer, una batalla entre su humanidad y su naturaleza shifter. A pesar de la intensidad del momento, la confianza entre ellos seguía siendo la columna vertebral de su relación.

—Entiendo, Kailer. Pero también sé que Eryx ni tú me harán daño. —Jayden acarició la mejilla de Kailer con ternura—. No quiero que luches solo contra esto. Estoy aquí contigo.

Las palabras de Jayden surtieron un efecto tranquilizador en Kailer. Por un instante, su lobo interior retrocedió, dando paso al cálido amor que su compañero le brindaba. A pesar de los avances en su relación y la evidente confianza que Jayden depositaba en él, Kailer seguía experimentando inquietud respecto a su vínculo. No podía evitar pensar en lo complicado que había sido su comienzo juntos y en cómo Jayden lo había rechazado como su compañero destinado.

Es cierto que, con el tiempo, Kailer había construido pacientemente una conexión sólida, pero el peso de los eventos pasados había mermado su confianza en sí mismo. Aunque sabía que Jayden lo amaba y confiaba en él ahora, persistía la sombra del miedo de ser abandonado en cualquier momento. La aparición de Zayan exacerbaba aún más la intranquilidad de Kailer, despertando en él sentimientos posesivos y una sensación de vulnerabilidad ante la posibilidad de perder lo que tanto había trabajado por construir.

En un impulso, atrapó los labios de Jayden en un beso apasionado. Jayden, sorprendido al principio, pronto se dejó llevar por la intensidad del momento, respondiendo al beso con la misma pasión. Aunque Kailer intentaba mantener a raya su lado posesivo, el impulso de reclamar a Jayden como suyo lo superaba momentáneamente. Después de ese beso, Jayden, con determinación en sus ojos, rogó a Kailer que le permitiera ir a la clínica junto a Zayan. Kailer, después de resistirse por un tiempo, finalmente cedió, con la única condición de que fueran juntos y que Jayden no se separara de él; después de todo, no tenía ningún derecho a negarle nada.

El camino hacia la clínica transcurrió en silencio tenso, con Kailer y Jayden sumidos en sus propios pensamientos. Al llegar, se encontraron con Chad, Eiran y Minsaik esperándolos en la entrada. Chad fue el primero en hablar, con expresión seria.

—La situación con Zayan es crítica, pero están haciendo todo lo posible. Maeel está atendiéndolo ahora mismo. —Chad informó mientras mantenía la mirada fija en Jayden, evaluando su reacción.

Jayden asintió, reflejando preocupación en su mirada. Agradecía internamente, pero ansiaba encargarse personalmente de la salud de Zayan. Sabía que Kailer no le permitiría ingresar para curar a su amigo a menos que fuera absolutamente necesario. Kailer se aproximó a Minsaik con una mezcla de incertidumbre y reproche en su expresión. Desde su última discusión, ambos se habían mantenido en silencio. Kailer pensaba que Minsaik lo había abandonado nuevamente; por eso, ni siquiera lo había informado sobre la presentación oficial de Jayden, consciente de la desaprobación de Minsaik.

—¿Cuándo regresaste? —preguntó Kailer, sintiendo la necesidad de entender la repentina aparición de su hermano. Minsaik miró a Kailer con seriedad antes de responder.

—Tengo información importante sobre Calen y sus movimientos en nuestra contra. —La mirada de Kailer se oscureció ante la mención de Calen. —Hablemos de ello más tarde.

—De acuerdo. —Maeel salió de la sala de emergencias en ese momento, con gesto serio. Al verlos, se acercó para dar su informe sobre la condición de Zayan.

—Zayan ha sufrido graves heridas. Su torso y espalda están marcados por cicatrices, algunas aún frescas. Su cuerpo está consumido, casi esquelético. Hay una laceración horrible en una de sus manos, y su rostro muestra signos de sangrado en labio y oídos, indicando heridas dispersas por todo su ser. Además, he notado indicios de órganos internos dañados, probablemente debido a múltiples costillas rotas. Es un caso crítico, pero estoy haciendo todo lo posible para estabilizarlo.

Maeel guio a Kailer y Jayden hacia la sala donde estaba Zayan. El ambiente en la clínica era tenso, y el olor a desinfectante llenaba el aire. Al entrar, pudieron ver a Zayan tendido en una camilla, conectado a varios monitores y sujeto por vendajes. Su rostro palideció al ver a Jayden, pero sus ojos revelaron un destello de reconocimiento y alivio. Kailer se acercó a Maeel, quien continuó explicando la situación.

—Hemos estabilizado sus signos vitales, pero las heridas son graves. Necesitará tiempo para recuperarse, y no puedo garantizar cómo afectará esto a largo plazo. Lo hemos sedado para aliviar su dolor y facilitar el proceso de curación. —Jayden observó a Zayan con angustia, sintiendo la impotencia ante la gravedad de las heridas de su amigo. —Durante el examen médico, descubrí marcas extrañas en su cuerpo. No parecen ser resultado de heridas externas.

—¿Puedes averiguar de qué se tratan? —Maeel negó.

—Es difícil decirlo con certeza en este momento. Necesitaré más tiempo para realizar un análisis más detallado. Pero lo que es seguro es que estas marcas no son normales; siento que son la razón de su estado. Las marcas no parecen ser la causa directa de las heridas físicas, pero podrían estar vinculadas a su estado general. —Es claro para todos que los golpes y las heridas en el cuerpo de Zayan fueron causados por otra persona; sin embargo, al ser un hombre lobo, su cuerpo debía reaccionar de forma diferente a la de un ser humano, pero no estaba siendo así.

—¿Puedo entrar a verlo? —Maeel frunció el ceño y negó con la cabeza.

—No es conveniente en este momento, Jayden. Zayan está sedado y en un estado muy delicado. Cuando sea seguro y él esté más estable, te avisaré.

Jayden asintió con tristeza, comprendiendo la necesidad de esperar. Maeel se retiró para continuar con sus responsabilidades médicas, dejando a Jayden solo frente a la sala donde Zayan estaba siendo atendido. Mientras observaba a través del vidrio, Jayden sintió una mezcla de impotencia y preocupación. Quería entrar y curar sus heridas, pero las marcas que Maeel le había encontrado en el cuerpo eran extrañas, y no sabía si él podría ayudar o empeorar la situación.

Después de un momento, Minsaik se acercó a Kailer, llevándolo a un rincón para hablar en privado.

—¿Y bien? ¿Cuándo regresaste y por qué no me lo dijiste?

—Regresé hace unas semanas, pero necesitaba evaluar la situación. Me llegó información importante sobre Calen y necesitaba comprobar todo antes de compartirlo contigo.

—¿Qué es?

—Calen ha estado moviéndose con mayor intensidad, así que lo mandé a investigar. Se ha estado moviéndose con mayor intensidad, y parece que está preparando algo grande. Necesitamos estar preparados. —Kailer frunció el ceño ante la noticia, consciente de la amenaza constante que representaba Calen para la manada.

—Tenemos que estar listos; Calen no se detendrá hasta conseguir lo que quiere. Debemos reforzar la seguridad de la manada y anticiparnos a sus movimientos. —El chico asintió antes de desviar su mirada hasta la sala donde yacía Zayan.

—Kailer, hay algo más que debes saber. Descubrí que Calen está involucrado con Ezra. No sé exactamente cómo se conocieron, pero están trabajando juntos. Eso podría ser por lo cual Ezra pudo dar con el paradero de Jayden en la clínica y por qué Zayan está aquí.

—Ezra está colaborando con Calen... eso explica muchas cosas—el rostro de Kailer se oscureció. —No podemos permitir que Calen y Ezra sigan conspirando en las sombras. Debemos actuar rápido y con inteligencia. —dijo, su mirada fija en la sala donde Zayan estaba siendo atendido. Kailer había dejado pasar por mucho tiempo su guerra con Calen, pero ahora las cosas habían tomado otro rumbo y era hora de ponerle fin a todo.

—¿Crees que estemos preparados para esto? —Eran dos grandes manadas las que se habían aliado para destruirlo, Kailer era lo suficientemente fuerte para pelear con cada una de ellas por separado, pero al universe, su fuerza era mayor.

—No lo sé, pero creo de deberíamos buscar aliados.

—También lo creo.

Después de la revelación de Minsaik sobre la conexión entre Calen y Ezra, Kailer se encontraba más alerta que nunca. La tensión en la clínica era palpable, y mientras observaba a Zayan a través del cristal, sus pensamientos se volvían más oscuros. Jayden, por su parte, se acercó a Kailer con la esperanza de obtener algún tipo de consuelo o apoyo en medio de la preocupación por Zayan. Kailer no dudó en sostenerlo entre sus brazos. Pasaron las horas, y Zayan continuaba en estado crítico. Maeel trabajaba incansablemente para estabilizarlo, pero la situación se iba complicando a cada segundo.

—Kailer, sé que quieres protegerme, pero Zayan es mi amigo, necesita ayuda, y sé que puedo ayudarlo. Por favor, déjame entrar y aliviar sus heridas.

—Puedo entender tu desesperación, Jayden, pero no podemos arriesgarnos—él mismo le había prometido buscar a su amigo para sanar esa herida en su corazón, sin embargo, la situación no era la mejor y eso lo hacía sentirse terrible, pero no pondría en riesgo la vida de Jayden, aunque eso significara causarle una herida emocional más grande. —Las circunstancias son peligrosas, Minsaik descubrió que Calen y Ezra se han estado involucrados. No sé qué secretos oculta Zayan, pero estoy seguro de que tiene información valiosa. No permitiré que te acerques a él hasta que esté completamente seguro de que no representa una amenaza. Te necesito a salvo, Jayden.

Jayden bajó la mirada, sintiendo la angustia de no poder hacer más por su amigo. Sabía que Kailer tenía razón, pero su instinto sanador le gritaba que podía marcar la diferencia. Después de varias horas de tensa espera en la clínica, Maeel finalmente salió con noticias sobre la condición de Zayan. Se acercó al grupo con gesto serio.

—La situación está bajo control por ahora. Hemos logrado estabilizarlo, pero necesitará tiempo para recuperarse completamente. Sin embargo, no podrán verlo hasta que salga de la Unidad de Cuidados Intensivos. —Jayden asintió con tristeza, aceptando la decisión de Maeel. —Con permiso.

—Coloquen a alguien para vigilarlo; si despierta, háganmelo saber de inmediato.

—Sí, líder.

—Vamos a casa. Necesitas descansa—dijo Kailer, dirigiendo a Jayden hacia la salida.

Antes de retirarse, Minsaik, mostrando una actitud desinteresada, se ofreció a quedarse atrás para vigilar a Zayan. Mientras Kailer guiaba a Jayden hacia la salida, la tensión en el ambiente sugería que algo delicado estaba sucediendo. A pesar de que Kailer no entendía completamente la razón, notó que Minsaik parecía inquieto. Esto se reflejaba en su postura tensa y en cómo, por momentos, sus ojos se perdían en la nada. Aunque sus gestos eran secos, su mirada escondía algo más profundo. Kailer conocía bien a su hermano, sabía que cuando algo le incomodaba, Minsaik se cerraba y prefería mantener distancia. Esta actitud se mantenía desde su juventud, y Kailer siempre respetaba su necesidad de espacio.

—¿Qué sucederá ahora? —preguntó Jayden acurrucado en los brazos de Kailer.

Había regresado a casa hace unos minutos, ambos se habían duchado y Jayden le había pedido al alfa que se quedará con él esa noche. Sin ganas de hacer nada, solo anhelaba sentir los reconfortantes brazos de Kailer a su alrededor; eso sería suficiente para tranquilizarlo. La situación le generaba miedo, no solo por Zayan, sino por toda la situación. Si lo dicho por Minsaik era cierto, Zayan se había aliado con Ezra y Calen para llegar hasta él y hacerle daño a Kailer.

¿Realmente Zayan lo odiaba? Pero si todo era verdad, ¿por qué Zayan estaba tan gravemente herido? ¿Por qué le había dicho que había algo importante que debía decirle antes de desmayarse? ¿Tendría que ver con la relación entre Calen y Ezra?

En ese momento, nada tenía sentido. Su mente estaba llena de preguntas sin respuestas claras. Se sentía atrapado en un torbellino de emociones y pensamientos incomprensibles. ¿Era posible que Zayan estuviera actuando en contra suya? Si era así, ¿por qué? La incertidumbre lo envolvía como una sombra oscura, y las preguntas sin respuestas le atormentaban la mente. Lo único que era consiente era que, pase lo que pase, quería salvar la vida de Zayan. El chico era como su hermano y tenía una deuda que pagar con él.

—No tengas miedo, todo saldrá bien—tomó sus manos con fuerzas buscando calmar a su compañero.

Sin embargo, en lo más profundo de sí mismo, Kailer experimentaba una inquietud constante, una intranquilidad que se esforzaba por ocultar a su compañero. La confianza se volvía un lujo peligroso en ese momento. Calen no era una persona fácil de manejar, y según sus investigaciones, Ezra tampoco lo era. Desde la llegada de Jayden a su vida y la revelación de la conexión entre Ezra y su pasado, Kailer había intentado reforzar sus defensas. Sin embargo, en medio del caos actual, dudaba de que sus precauciones fueran suficientes. Dos fuerzas formidables se habían unido con la intención de causarles daño, y la situación estaba escapando de su control. Temía que sus esfuerzos no bastaran para liderar frente a esta crisis.

La idea de buscar una alianza, aunque inicialmente planteada como algo hipotético, ahora parecía más sensata y estratégica. Como capitán de la policía, Kailer contaba con una extensa red de aliados y personas que le debían favores. Sentía que el momento preciso había llegado para reclamar cada uno de esos compromisos. La magnitud de la amenaza exigía medidas extraordinarias, y la construcción de alianzas se presentaba como una estrategia crucial para hacer frente al desafío que tenían por delante.

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