POV ZAFIRO.
Sabía que lo que estaba haciendo tal vez podría salir mal, pero tener aliados ahora no sería tan mala idea. Gill y Sama'el me miraban como si hubiera perdido la cabeza, pero sé lo que hago... o eso creo.
- ¿ayudarte? - la chica estalla en carcajadas. No entiendo qué le causa tanta risa, pero todavía no es lo suficientemente cínica como para hacerme enojar de verdad - ¿crees que damos caridad? Somos unos malditos mercenarios.
- y unos muy malos por lo que veo - ella me mira con enojo - te ofrezco un trato - la veo levantar una ceja y mirar hacia donde están sus amigos siento retenidos por Gill y Gael mientras el conde se mantiene a la expectativa.
- escúchala - sugiere el troll. Ella suspira y voltea a verme dándose por vencida.
Qué chica más sensata, no soy una asesina, pero si tengo que elegir entre su vida y mi reino, escogeré mil veces a mi reino. No soy una princesa muy querida, pero eso no cambiará mi deber como prodigio y princesa que es defender a mi pueblo hasta la muerte.
- Cuéntame, cuál es tu trato - sonrío a medio lado y sin quitar la espada de su cuello habló.
- te daré el triple de lo que está pagando mi hermana, sólo tienes que ayudarnos cuando sea el momento indicado.
Ella me mira con interés y parece pensarlo.
El conde lleva una mano a su barbilla pensativo, Gill me mira confundido y le hago una seña con mi mano diciéndole que después le explicaré, él asinte y refuerza el agarre que tiene sobre el troll, aunque ya no es necesario.
- ¿y cuando se supone que ese momento? - pregunta intrigada y yo sonrío.
- lo sabrás cuando llegue - ella tuerce sus ojos fastidiada - entonces, ¿tenemos un trato?
Le extiendo mi mano con una sonrisa, ella mira mi mano con desconfianza y luego mira a sus amigos buscando aprobación en ellos, una vez que la tiene acepta mi mano y también sonríe a medio lado.
- que sea diez veces más - ruedo los ojos y asiento, tengo mucho más que eso - tenemos un trato - dice con un tono divertido.
- aquí tienes tu espada - antes de tomarla amago un poco - si intentas algo no dudaré en destruirte con mi magia y créeme no me quieres ver fuera de control - ella asiente y toma su espada de una forma un poco brusca.
Gill y Gael sueltan a los amigos de la elfo, veo como estos suspiran aliviados sobando sus cuellos.
- el cuchillo me lo quedo yo, me gusta - dice Gael antes de guardarse el cuchillo dentro de su saco.
- era mi cuchillo favorito.
- soy Zafiro Cybele, ellos son...
- Sama'el Nigthfull, Gill Elfus y Gael Sunflower - el último nombre lo dijo con burla.
- es un apellido que existe desde antes que nacieras, niña. Ten un poco más de respeto - dijo Gael ofendido por la burla de la elfo.
- tengo trecientos años, no soy una niña - se defiende. Me sorprendo de lo rápido que terminamos peleando por cosas totalmente inútiles.
- y yo tengo setecientos cincuenta y nueve años recién cumplidos y he participado en dos de las guerras más sangrientas de la historia así que te cortaré el cuello si no te mantienes respetuosa conmigo - la chica lo miró una ceja levantada sin mostrarse cero intimidada por la amenaza que le acababan de hacer. Gael gruñó enojado de la indiferencia de la chica.
- Gael, respira - interviene Sama'el al ver que Gael está a punto de cometer homicidio.
- sí, señor - dice más calmado. Gill me miró no muy convencido de esta lianza.
- Indis - se presenta - el troll es Rocus y la hada es Crystal.
- mi mamá dice que parezco una gema - se excusa con las mejillas sonrojadas.
- ¿Qué edad tienen? - pregunta Sama'el.
- yo tengo quince y él veinte - responde la hada.
- ¿no son muy jóvenes para ser mercenarios?
- no le importa - responde Indis con brusquedad. Sama'el tuvo que detener a Gael que ya estaba sacando el cuchillo que le quitó a la hada para matar a la chica.
- ¿Cuánto tiempo se tomarán ahí? - siento que mi paciencia se drena con cada segundo que pasa.
- unos minutos - Indi responde cortante, asiento sin prestarle atención a su tono maleducado y me siento en una de las roca con cansancio.
- ¿estás segura de hacer tratos con ellos? - susurra Gill a mi lado - literalmente casi nos matan.
Miro al trío organizar sus cosas y suspiro.
- su magia nos servirá mucho, ya que nosotros no podemos usar la nuestra - expliqué de forma vaga. Gill asintió dándome la razón.
- ¿sabes por qué desaparecí hace tres días? - niego sin voltear a ver su cara, no había necesidad de eso, él sabe que lo escucho aunque parezca que no.
Aunque odie admitirlo Gill me conoce mejor que yo misma y eso es porque es un maldito acosador y cuando termine todo esto lo voy a matar por espiarme sin mi permiso.
- después de que tú te fuiste tuve un sueño - volteé a mirarlo con interés ¿será que él soñó lo mismo que yo? - soñé con unas joyas y luego...
- no recuerdas más nada - interrumpí. Él me miró confundido y asintió.
- ¿Cómo sabes que...
- tuve el mismo sueño que tú, algo me susurraba en el oído "joyas de poder".
- ¿joyas de poder? - preguntó Indi con burla - fueron destruidas hace quinientos años por la princesa de los mágicos ¿Cómo era que se llamaba?
- Topacio Cybele - respondió el troll, ya no me acuerdo de su nombre, soy muy mala con los nombres.
Así que las joyas de poder son las mismas que las gemas celestiales, qué tonta.
- pues déjame decirte que las gemas no fueron destruidas genio - dijo Gael mientras quitaba su saco, estaba comenzando a hacer calor.
- ¿no están destruidas?
- el Topacio de la verdad está controlando a los prodigios - explicó Sama'el - como hace quinientos años.
- por eso el ejercito de niños de quince años - dijo el Troll pensativo.
- ¿ejército de niños de quince años? - preguntó Sama'el.
- a las afueras del castillo de la reina estaban todos los chicos que estudian en la academia.
Miré a Gill y estaba con una expresión de shock, a diferencia de mí, Gill si tiene muchos amigos en la academia.
- pensábamos que se habían unido en su búsqueda o algo así - siguió hablando.
- ¿Qué se supone que hizo la princesa para que su propia hermana la siguiera? - ignoré la pregunta Indi y tomé la mano de Gill sacándolo de su trance. Él me miró con tristeza.
- mis amigos están ahí - dijo en un triste susurro.
- tus amigos estarán bien - traté de sonreír.
- ¿ustedes dos son pareja? - nos pregunta Crystal con curiosidad.
- no.
- que asco - respondemos Gill y yo al mismo tiempo soltando nuestras manos y caminando en direcciones opuestas.
- ay ajá - dijo no muy convencida.
- terminamos - dijo Crystal colocando su mochila en su espalad.
Todos caminamos hacia la laguna y nos paramos en la orilla.
- nunca he ido al mundo exterior - dijo Crystal emocionado.
- ¿listos? - todos asintieron.
Mis manos estaban temblando de miedo, nunca me ha gustado el agua, odio el agua. Gill tomó mi mano y saltó a la laguna sin darme tiempo para pensar bien las cosas, el agua mojó mi cuerpo, Gill nunca soltó mi mano. Sama'el y Gael saltaron también y luego el trío de mercenarios.
Sama'el nos señaló al fondo de la laguna donde había una cueva, todos asentimos y comenzaron a nadar hacia la cueva. La cueva se comenzó a iluminar una fuerte corriente de agua los jaló hacia ella con fuerza, agarré con fuerza la mano de de Gill hasta que todo se volvió brillante y no pude ver más nada.
Solo la oscuridad absoluta.