- What the f**k! ¿Quién poronga eres?
Todos voltearon a ver a Gill con una cara incrédula.
Dariel miró al chico indiscreto confundido y luego miró a la princesa confundido buscando una explicación por parte de esta, Zafiro ignoró su cara de interrogación y el antiguo conde se ofendió por ser ignorado por una niña de dieciséis años.
- ¿Qué? - preguntó al ver las miradas de todos sobre él.
- ¿en serio? - preguntó Zafiro con incredulidad - literalmente acaban de decir que soy la portadora de las gemas celestiales y estas preguntando quién es el conde emo.
- no soy un conde em... - el conde fue interrumpido por la discusión de ambos chicos.
- no todo se trata de ti, Zafiro - torció sus ojos. La princesa lo miró ofendida.
El conde Sama'el y su asistente se miraron confundidos sin saber qué hacer con ese par de revoltosos peleoneros.
- ¿no todo se trata de mí? - Zafiro se levantó del suelo enojada y Gill la imitó - ¿Qué quieres decir con eso?
- sabes lo que quiero decir - Gill se acercó a la princesa tratando de lucir intimidante. La princesa bufó y se acercó de la misma forma - todo se trata de ti, siempre estas buscando el protagonismo de todo.
- tal vez eso es en lo único que soy buena - dijo en el mismo tono.
Dariel miró a los chicos confundido de la repentina escenita al igual que los ogros.
- sí eres - el aliento de Gill chocó contra la mejilla de Zafiro y la princesa jadeó enojada - ¿lista?
Preguntó desconcertando a todos los presentes.
- desde que nací.
Una bola de energía salió de las palmas de los chicos y las mezclaron formando una bola más grande de color morado. El conde los miró sorprendido antes de que los chicos le lanzaran la esfera de energía y lo mandaran a volar.
Los orcos gritaron antes de atacarlos de nuevo.
- ¡corre! - Gill volteó a ver a la princesa y esta ya estaba ayudando al conde y a su asistente a levantarse del suelo. Draca y Gela escupieron fuego defendiendo a sus amos mientras estos ayudaban a los dos vampiros a llegar a donde estaban ellos.
- no creo que eso lo haya matado - dijo el conde mientras se agarraba el estomago, en la explosión una de las armas de los orcos se le incrustó en el estomago y le hizo una herida considerable, al ser un arma creada con magia oscura no dejaba que la herida sanara como lo hacía normalmente.
- no era para matarlo ¿no viste el brazalete con la gema verde que tenía en la muñeca?
- ¿brazalete? - preguntó el conde confundido dejando que los chicos le ayudarán a subir al dragón.
- ¡atrápenlos! - gritó el conde saliendo debajo de unos escombros - ¡no dejen que la portadora escape!
Más orcos aparecieron lanzándose encima de los dragones, Zafiro activó un escudo de magia para que las flechas que lanzaban los orcos no lastimaran a Draca. Los dragones comenzaron a correr y abrieron sus alas comenzando a volar mientras que Gill y Zafiro acaban con los orcos que alcanzaron a trepar en ambos dragones.
Zafiro miró hacia abajo y abrió los ojos asustada cuando vio que habían miles de orcos afuera del castillo del conde y se preocupó por sus sirvientes.
- tranquila - le dijo el asistente del conde que iba con ella en el dragón mientras que el conde iba con Gill - los sirvientes están de vacaciones.
- ¿y el sirviente que nos atendió?
- el conde le encargó avisarle a los demás reinos del ataque - Zafiro asintió.
Unos dragones le bloquearon el paso de Draca y Gela.
- prodigios... - susurró el asistente del conde.
- ¿por qué nos bloquean el paso?
- Zafiro Cybele, se le es acusada de traición a la corona, por favor ríndase y síganos al castillo para que sea judicializada por sus crímenes.
- ¿Cuáles crímenes, idiotas? - gritó alterada - el único crimen que he cometido es huir de un maldito conde suicida que quiere atraparme quien sabe para hacer qué.
- Gill Elfus, se le es acusado de traición a la corona, por favor ríndase y síganos al castillo para que sea judicializado por sus crímenes.
- ¿por qué repiten lo mismo?
El conde abrió mucho los ojos - hay que irnos, están bajo el control de la gema de la verdad.
Zafiro miró fijamente a los guardias reales. Así la gema de la verdad ¿eh?, pensó con fastidio.
- Lo siento mucho chicos, nada personal - dijo la princesa antes de apuntarlos con su espada. La espada brilló en un tono azul y de ella salió un poder que fue directo hacia el guardia - ¡Draca!
El dragón descendió del cielo a toda velocidad siendo seguido por otros dos guardias. Esquivó los árboles hasta que entraron a una cueva.
- dioses guárdenme un espacio allá arriba que me les voy.
- ay que dramático - la princesa sonrió a medio lado antes de salir de la cueva y destruir la entrada.
- creo eso fue muy fácil - dijo Gill a su lado.
- ¿y tú en qué momento nos seguiste?
- ¿pensabas abandonarme?
- puede ser.
Gill gruñó y ambos salieron del reino de los mágicos directo a la isla de las sirenas.
- nunca pensé ser un enemigo del reino, se siente cool - comentó Gill apenas llegaron a la isla.
- todos los prodigios nos buscan, no pasará mucho antes que nos encuentren de nuevo.
La princesa bajó del dragón y arregló la falda de su uniforme, no tenía ropa para cambiarse y dudaba que las sirenas usaran pantalones o siquiera ropa. Tampoco podía usar su magia ya que esta era rastreable y los encontrarían de inmediato.
- ¡señor!
Gael se acercó al conde que todavía se quejaba de la puñalada en su estómago.
- ¿es seria?
- es una herida hecha con una arma oscura, tardará días en sanar...
- si es que sana - Gael gruñó ante el chiste del conde y este sólo sonrió con la boca cerrada.
- ¿Gill no puede utilizar su magia de sanación? - todos voltearon a ver a la princesa - la magia de sanación no aparece en el radar mágico porque es un don que la naturaleza le da a todos los elfos, la magia de la naturaleza no es rastreable.
- ¡cierto! - el chico se arrodilló al lado del conde.
Entré Gael y Zafiro le quitaron el chaleco del traje junto con la camisa blanca que estaba manchada de sangre. La herida tenía varios caminos de color n***o a su alrededor.
- ¿Es normal ese aspecto? - dijo Zafiro preocupada.
- sí y no, los caminos negros que ves son los que no permiten que el conde sane, si no se cura rápido seguirán avanzando hasta que llegue a su corazón y lo mate - explicó Gael y Zafiro lo miró asustada -. Si fuera un vampiro normal, el conde es parte de la realeza vampírica tiene más resistencia y fuerza que un vampiro normal.
- tengo que estudiar más acerca de los vampiros - dijo Zafiro fascinada.
- no hablen de mí como si no estuviera aquí - el conde se quejó.
- ok, veamos todavía tengo el toque - Gill colocó las manos frente a la herida del conde y estas comenzaron a brillar con un color rojo.
- tienes dieciocho años ¿Qué toque puedes perder? - Gill le siseó diciéndole que se callara y la princesa gruñó ofendida.
Los caminos fueron desapareciendo hasta la herida se cerró por completo y el conde suspiró aliviado cuando vio la piel blanquecina de su estomago lisa de nuevo.
- nunca había notado sus músculos ¿Cuál es su rutina de ejercicios?
Zafiro golpeó la cabeza del mestizo mientras el conde reía y negaba a la vez.
- Bueno, ya que todo el mundo está sano y salvo, y que Gill todavía es un idiota - el nombrado se quejó - ¿puede explicar ahora si eso que dicen que yo soy la heredera de las gemas celestiales?
- es complicado - suspiró cansado mientras abotonaba de nuevo su camisa - como te dije cada quinientos años reencarna la portadora de las gemas de poder y... - miró a Gill fijamente - su protector.
- ¿Qué? - preguntaron en un sonido.
- la princesa Rubí me contó que la portadora siempre nace con un guardián.
- pero Gill es un año mayor que yo ¿no se supone que tenemos que nacer el mismo día o algo así?
- no, el guardián siempre nace primero, el esposo de Rubí nació cinco años antes que ella... y se conocieron cuando ella tenía quince.
- el señor era un pedófilo.
El conde hizo una mueca ante las palabras de Zafiro.
- no creo que sea pedófilo, considerando la época era completamente normal que las familias reales casaran a sus hijas a una edad temprana - explicó Gill.
- ¿desde cuándo lees? - preguntó el asistente y Gill lo miró ofendido con la mano en su pecho.
- ¿disculpa? Yo siempre leo, que no lo haga tan seguido como Zafiro es...
- estamos divagando ¿no? - interrumpió Zafiro.
- lo que quiero decir es que Zafiro naciste quinientos años después de la muerte de Topacio, por lo cual eres la portadora de la gemas celestiales.
- esa historia está como rara ¿no? yo nací seis años antes que se cumplieran los 500 años, lo recuerdo porque en ese año murieron mis padres.
- pero te presentaste como prodigio ¿no es así? - La princesa asintió dándole la razón.
- lo que el conde quiere decir es que en ese año las gemas te reconocieron como su dueña, por eso te presentaste como prodigio - Explicó Gael -. Los prodigios se conocen desde el momento en que nacen, tú sin embargo naciste casi sin magia y te presentaste como una prodigio poderosa a los seis.
- y eso sólo pasa cuando entras en contacto directo con una de las gemas - murmuró el conde pensativo.
- alguien en el castillo tiene una de las gemas.
Zafiro tuvo un vago recuerdo de un brazalete verde igual al que tenía el conde Dariel, pero no dijo nada ya que no estaba segura de lo que había recordado.
- ¿las gemas nos pueden ayudar a liberar a los prodigios del control mental? - el conde asintió. - creo que es momento de recolectar las gemas.
Los tres hombres la miraron sorprendidos. El conde recompuso su postura y asintió.
Era el momento de recolectar las gemas celestiales.