Investigo un poco sobre el caso del sacerdote, busco por internet todo referente a él y sin duda fue un escándalo. Según las declaraciones a la prensa del Señor De Lucca, Parisi se aprovechó de su hija en el confesionario, dudo mucho que ocurriera si ese hombre se ve que es más bueno que el pan, indican que el acoso a su hija era constante hasta que se atrevió a ir más allá. Es una familia adinerada que hunde a las personas por capricho, estos casos se ven a diario, indague más sobre Parisi y es un respetado Filósofo y Teólogo graduado con honores. Observo una foto de hace un par de años, es guapo, muy guapo. Es un pecado que se encuentre dando misas, entiendo por qué Priscila se encaprichó con el pobre hombre, sin embargo no justifico que lo acuse de un crimen tan atroz y que lo hagan pagar por un abuso que no cometió.
Estudio por muchos años para poder ser un sacerdote, calculo que debe tener entre 26 o 27 años de edad. Anotó los datos que me parecen más relevantes, lo sacaré de la cárcel, sé cuán caprichosa suele ser la tonta de Priscila. Disfrutaría demandar a esa tonta por daños y perjuicios, porque les aseguro que Axel Parisi será libre, también tengo la certeza que me llamará en unos cuantos días.
Veo entrar a mi asistente como perro por su casa, si pedir permiso, o tocar la puerta y de inmediato reaccioné —Antes de adentrarte a mi oficina debes tocar la puerta —Dije sin titubear.
—Lo siento señorita Ferreti, no volverá a pasar ¿Puedo tomar asiento? —Pregunta al observarme fijo.
Señalé en dirección de la silla y de inmediato se sienta —Empezaremos, por favor toma nota de todas mis palabras. Llevaré casos por fuera de la firma, ya que siempre defiendo a mujeres de bajos recursos, no me importa generar plata y engordar la cuenta bancaria a mi padre, todo lo que se hable aquí se debe quedar en estas cuatro paredes. Si me entero de que divulgas información irás a la cárcel.
Confiaré en ti, o digamos que estarás en periodo de prueba. ¿Eres abogado? —Le pregunto alzando la mirada, sus ojos azules me hipnotizaron, es bastante raro esto que me hace sentir.
—Sí, soy abogado, tengo tres años de graduado. —Eso sí me causa curiosidad.
—¿Por qué aceptaste ser mi asistente? ¿No deseas ejercer?
—Acepte porque admiro su temple, en los juzgados la llaman «La dama de acero» La gran mayoría de las abogadas desean tener la mitad de valor que usted tiene, respondiendo a su otra pregunta. Por supuesto que me encantaría ejercer y más adelante tener mi propio despacho de abogados, pero sé que antes debo pulir mi experiencia.
—¿Por qué estudiar leyes? —Indago un poco, debo conocer a este chico.
—Muy sencillo, señorita Ferreti, mi padre fue asesinado en un robo a mano armada, tenía 15 años cuando sucedió, aunque vi el agresor, salió libre porque su hermano era un juez muy reconocido en ese entonces. Mi papá y yo estábamos en la tienda y el sujeto le disparó a mi padre sin contemplación, desde allí el hambre por hacer justicia de se despertó.
—Siento lo de tu padre, sé cuán difícil es perder a un ser querido. Gracias por decir que me admiras, aunque me volví la mejor en esto, debo aceptar que no era mi sueño. Sin embargo, no me quedó otra opción. Por favor, manda hacer tarjetas y agrégale tu número telefónico, ya que, al no encontrarme a mí, se comunicarán contigo.
Necesito que agendes una cita con el abogado de Priscila De Lucca, busca todo tipo de información referente a esa caprichosa mujer. También constata si en la Iglesia parroquial de Florencia tienen cámaras de seguridad. Me ayudarás a armar el caso del sacerdote acusado de abuso s****l. Es inocente, pero el gran reto es demostrar que lo es.
Es complicado, aunque no imposible. Trabajaremos en conjunto. Te puedes ir, por favor tráeme un café con dos cucharaditas de azúcar, un vaso de agua y una bolsa de papas fritas —Soy delgada y aunque consumo comida chatarra no subo de peso, es por mi entrenamiento constante.
—En seguida Srta. Ferreti —Dice al levantarse, no pude evitar desviar la mirada a su trasero, tiene buenas pompas. Enciendo mi portátil, ni por equivocación usaría el asignado a mi oficina. Conociendo a zorro viejo de Matteo Ferreti, seguro las tiene encriptadas a su favor, prefiero ser desconfiada y acertada, que confiada y estafada por mi padre.
Cinco minutos después, ya bebía mi café, comía mis papas y sin nada que hacer me dedique adelantar un caso intrafamiliar. Soy experta en encarcelar bribones que les gusta maltratar a sus parejas, es lamentable como se ven a diario tantos femicidios, tantas muertes que quedan impunes por no declarar a tiempo. Próximamente, estaré realizando una campaña de concienciación se llamará «Por una vida sin maltrato» debemos alzar la voz y romper las cadenas.
Escucho abrirse la puerta y por las pisadas fuertes y pesadas sé de quién se trata —¿Qué quieres? —preguntó con amargura, intento no odiarlo, pero él se ha encargado de ser un miserable a lo largo de mi vida, mamá se suicidó gracias a él.
Siento un tirón de cabello tan fuerte que grite —No me hables de esa forma —Dice con autoridad.
Golpeé su pecho —Tú no me vuelvas a tocar o yo misma te enviaré a la cárcel, sabes que no me temblará el pulso para hacerlo. —Se carcajea en mi rostro, sin embargo, me encargaré de borrar su estúpida sonrisa de su desagradable cara.
—Tú no tienes el temple Nagas, eres una caprichosa.
—Rétame y verás, como todas tus negociaciones con el ángel n***o saldrán a la luz —Su sonrisa fue remplazada por una mirada de odio.
—Hija me hundes y te quedas sin nada. —Asevera seguro de sí mismo.
—Me quedaría con lo más preciado «Mi libertad» sería libre, no volvería a ver tu mirada corrupta.
—Cierra la boca rubia malcriada —Intenta silenciar callar mi voz.
—¿Te preocupa que alguien más se entere de que eres un juez corrupto padre? —Me carcajeo en su rostro. —Te advierto no toleraré tus tonterías, si algo le sucede a mi hija Didi lo pagarás, te aseguro que no tendré contemplación contigo, así como tú no las has tenido conmigo.
—Eres una malagradecida Nagas.
—Y tú un padre desnaturalizado.
—Mantén la boca cerrada o te matarán, con el ángel n***o no se juega.
—Si llego a morir igual irás a la cárcel, será peor, el abuelo te aborrecerá por manchar su apellido el cual se había mantenido limpio hasta que naciste tú. —Esas palabras lo hicieron enojar más, no puedo continuar siendo su víctima, no aceptaré un maltrato más de su parte.
Tengo reunidas muchas pruebas en su contra, nuestra familia ha sido intachable, los mejores abogados de Florencia, pero la ambición de Matteo pudo más que el honor y el deber de hacer cumplir la justicia. Se ha encargado de inculpar inocentes, han fallecido personas por su culpa y aun de esta manera vive sin una pizca de remordimiento.
—Gracias a mi rudeza eres la fiera que no se deja amedrentar ni conmigo ¿Crees que si te fuese mimado serías tan decidida hoy en día? —Como de costumbre intentando excusar su odio hacia mí.
—Por favor ambos sabemos que siempre quisiste tener un hijo y no a mí. No justifiques lo injustificable, ahora largo de mi oficina. —Me di el tupé de correrlo, es un cínico que no merece ser llamado papá.
—Nagas vete con cuidado, un día puedes amanecer en cuatro paredes o en un hospital psiquiátrico, ya veo que tus alucinaciones son cada vez peor —Se ríe en mi rostro, se sirve un poco de whisky y lo bebe de un solo trago. Me amenazó indirectamente.
—Padre un día el ángel n***o se puede convertir en mi novio y adivina desapareces por completo —Dije con más entereza que él. Ahora si sale de mi oficina, lanza la puerta y me dedico a llorar, es un ser cruel, aunque intento que no me afecte su odio hacia mí me duele que no me quiera. Nunca seré suficiente. Mis manos sudan, me bebí un vaso de agua, mi pecho se oprime, es desgastante.
Ese señor no cambiará y lo más doloroso que mamá me abandonó por su infidelidad, por años me hizo creer que se quitó la vida por mi culpa, así de desgraciado es Matteo Ferreti. Es malvado hasta los huesos, debo irme con cuidado lo puse sobre aviso y no se quedará tranquilo hasta intentar recuperar esas pruebas que lo inculpan de toda la suciedad que lo envuelve.