Capítulo 3

1461 Palabras
Capítulo tres Cuando por fin logré despertar, me encontraba en una cama, tapada hasta la cintura y con música clásica de fondo, mi obvia y primera pregunta fue: ¿dónde estoy? inmediatamente me acorde. ¡En la casa de Jaxon! Mire alrededor y lo ví acostado en la misma cama que yo, boca abajo y se veía muy cansado. Lo sacudí levemente y este gruño en señal de protesta. -Jaxon -susurre-, Jaxon -volví a susurrar, un poco más insistente-. ¡RATEROS! -está vez grite y el abrió los ojos sobresaltado. -¿Qué paso? ¿Cuándo? ¿Dónde? -me bombardeó con preguntas mientras se incorporaba en la cama. Ignoré su pregunta para hacer la mía: -¿Qué fue lo que paso? -Sí me decía que le confesé mis pecados, estaba frita. El me miro con cautela y luego comprendió lo que le preguntaba. -Ah...Esto... -¿No hicimos nada, verdad? -inquirí con temor. Para mi sorpresa, el comenzó a reír. -¿Qué si hicimos algo? -pregunto entrecortadamente. «Esto no está pasando» Frunci el entrecejo, porque no le veía nada de gracioso. Segundos después de mirar mi cara, el se detuvo y su rostro se puso serio. -No, no hicimos nada... -suspiré de alivio-... más que tocarnos un poco. Lo mire con los ojos probablemente desorbitados. -¿Qué quieres decir? Se aclaro la garganta. -Bueno... Tú te desmayaste mientras bebias, entonces te traje aquí, pero después de colocarte en la cama, me sujetaste del cuello... -lo mire recelosa-... Comenzaste a besarme, y luego nos quedamos desnudos. Al ver que no proseguía, decidí preguntarle: -¿Qué sucedió después? -Nada. -¿Nada? Asintió. -Sí, nada. Te volviste a desmayar y te vestí, después nos quedamos dormidos. Suspiré. -Jesús, no puedo creer esto. -¿Por qué? -pregunto. -Ah...porque yo... Bueno, yo misma no me reconozco -me encogí de hombros. -Oh -Fue lo único que dijo. -¿Qué hora es? -pregunte para cambiar de tema. El dirigió su vista a un costado y dijo: -Son... Las once de la noche. Suspiré nuevamente. -Dudo que pueda encontrar un taxi a esta hora, y en un lugar donde nunca he estado. El me miró con comprensión. -Puedes quedarte, si quieres -propuso. Entrecerre los ojos -No es algún plan con maña, cierto? -pregunte. Ladeo la cabeza. -Eh, ¿no? Mire por la ventana, al rededor, asegurandome de que todo estaba en orden, estaba en penumbra pero nada parecía en la casa fuera de lo normal. Gruñi. -Está bien, acepto. El sonrió y murmuró mientras se acomodaba de nuevo para dormir: -Duérmete, pues. -¿Contigo? -pregunte con incredulidad. -Dios, deja de hacer tantas preguntas, Lula; claro que conmigo, es mi casa. Y ahora, duérmete -murmuró. Me quedé pensativa unos segundos, mientras él volvía a colocarse boca abajo. Esta es, sinceramente, la situación más extraña en la que he estado, pero... Había algo que me hacía confiar en el, como si lo conosiera de toda la vida. Así que después de analizar sus palabras, pregunte: -¿Cómo sabes mi apodo? El aparentemente ya estaba durmiendo, porque sonaba un ronquido ahogado a través de la almohada. Suspiré y me acomode en la cama, tapándome con ellas y pensando en lo que les diré a mis padres. Está será probablemente la cosa más estúpida que me a pasado, pero es mejor que como soy siempre. Me sentí liviana y cansada en unos instantes, así que cerré los ojos y caí rendida al mundo de los sueños. [...] Escuche como me llamaban por mi nombre, pero no quise hacer caso. Sólo quería saber de donde provenía todo ese jaleo. Di unas cuantas rondas y al final del pasillo se encontraba una puerta gris, de la cual salían quejidos. Soy tan curiosa, que no me pude contener y antes de darme cuenta ya estaba caminando hacia la puerta. Al instante en que abri la puerta, me arrepentí. Jaxon estaba acostado, mientras una cabellera rubia se movía debajo de las sabanas, Jaxon tenía los ojos cerrados y parecía disfrutar de eso. Me sentí muy enferma. Yo nunca he sido una persona de las que soñaban con estas cosas, así que pensé que quizá sea la vida real. Pero... ¿cómo logro la rubia colarse a mi habitación? Esperen... Yo no había dormido en mi casa, estaba en... Yo que sé, pero no estoy en mi casa. Entonces, ¿por que todo parece ser tan real? Súbitamente, la rubia salio de...ahí, se puso a horcadas de Jaxon. Yo solo podía ver como él la tomaba de la cintura y lanzaba gruñidos roncos, mientras ella meneaba las caderas y gemía el nombre de Jaxon. «Jaxon...» Sabia que no debía de ver esto pero... Quería saber quién era ella. Y eso fue lo peor que pude haber hecho. Jaxon le dijo cuanto le encantaba como se movía, no se que le respondía ella, solo escuche murmullos por su parte, Jaxon le dijo que la amaba, y de nuevo solo escuche murmullos. Pero lo que hizo que me sintiera a punto de gritar fue cuando le dijo: -Oh, Nora... Y entonces, ella volteo a verme con una sonrisa de suficiencia. -Otra vez, te he ganado, Lily -gritó eufórica. Comenzó a reír como una maniaca mientras Jaxon le decía como la amaba a ella y a su hijo. Di un vistazo a la esquina de la habitación y me percaté de que un niño de dos años estaba profundamente dormido en su cuna, ajeno a lo que sus padres hacían. Jaxon se dejó ir mientras Nora gritaba una y otra vez: -¡Yo siempre gano! Y entonces todo comenzó a ser oscuro, mientras imágenes y retazos de cosas futuras pasaban, en todas estaban Nora, Jaxon y mi familia. Todos excepto yo. De pronto, sentí como si me estuvieran sacudiendo en la vida real. Desperté. -Mmm...-solte un gruñido. -Al fin despiertas -dijo él mientras se recostaba. Parpadee. -¿De qué hablas? -pregunte. -Estabas gimiendo en tus sueños, a las 2 de la mañana para ser exactos, creo que alguien te hizo algo. -Oh...disculpa -musité avergonzada. Negó con la cabeza. -No lo sientas, Eso suele suceder. Me ruborice. -Sí. Él, de pronto voltea su cara, quedando nuestros rostros a centímetros de distancia y siendo suficiente para que mi corazón se acelerase. Espere que hiciera algo, pero no hizo ningún movimiento. -¿Qué soñaste? -hizo la pregunta que tanto me temía. Me removí incómoda. -Yo...estaba secuestrada por cucharas-mentí pesadamente-. Soñé que me disparaban, un caballo los comió... todo se volvía oscuro y luego cambiaba de escena a algo más terrorífico. Jaxon fruncío el ceño. -Entonces...¿estuvo feo? -«Vaya, este tipo es tonto.», pensé. Asentí. -Sí, bastante feo -respondí. Jaxon alzo su mano y me acarició la mejilla. -Nada malo te sucederá, te lo prometo. Me apoye en su mano y pregunte: -¿Como me lo aseguras? -«Eres un desconocido familia.» Jaxon acercó su rostro al mio, y cuando nuestros labios se rozaban, respondio: -Porque yo estaré aquí. Podemos ser amigos -sentía sus labios acerme cosquillas mientras hablaba. -¿En serio? -«Esto esta mal.» Me sonrió. -En serio. Entecerre los ojos. -¿No me crees?-pregunto. Me reí unos segundos. -Sí, ¿tú? Puso los ojos en blanco. -Claro que yo me creo. Reímos juntos. Nos quedamos observándonos unos segundos muy largos y al final nos volvimos a dormir. [...] Dos horas después, estaba observando a Jaxon dormir plácidamente, aferrado a mí y yo con mi mano sujetando su brazo que me rodeaba. Los recuerdos me impedían dormir. Recuerdos demaciado dolorosos para siquiera querer imaginarlos. Hace mucho que no pensaba en ella, nos prometimos yo y mi hermano Dexter, olvidarla. Porque era lo mejor. Y seguía siendo lo mejor. Aveces los secretos son más fáciles de ocultar que cuando regresan. Porque regresan con mucha más fuerza que en el pasado. ¿Cuántos más secretos comenzarían a salir de mi baúl? Y lo más importante: ¿Cómo podré hacer para soportarlo? No lo sé, pero lo que si sé es que no dejaría por nada del mundo que vuelva a hacerme daño. Ojalá y sea más fácil que eso, porque si esto es lo que hace un sueño... ¿Qué hará la realidad? Sabia que algún día volverían los recuerdos de mi baúl, pero no contaba con que fuera tan pronto. Tal vez y el rifle de mi papá pueda resolverlo si esto llega a mayores. Porque sólo queda un mes. Un mes y ella y todo lo que se llevo cuando se fue, regresarán a joderme la vida. Otra vez. Aveces la justicia no es tan justa, unos diez años habrían bastado. Ese fue mi último pensamiento porque inmediatamente después, me deje caer en los brazos de Morfeo. Otra vez.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR