Capítulo 1

847 Palabras
Odio salir de casa, y más, ir a una fiesta; sin embargo ahí estaba yo, en la fiesta de cumpleaños del amigo de mi amiga (con el cual no había cruzado ni una palabra), Jennet. ¿Cuál era su nombre...? Dixi... ¡Dylan! Y la verdad, estaba que me moría de ganas de trepar por la pared, hacerme pasar por la mujer araña y huir de aquí. No es que nunca salga de fiesta, lo hago. Es sólo que tanta gente ¡Wow! Mezclada conmigo es abrumador. Usualmente me gusta estar sola, pero en estos momentos me sentía muy, muy sola. Todos bailaban al compás de la música (en realidad bailaban como si el objetivo fuera hacer movimientos sexuales), algunos bailaban en grupos, otros en dúos. Pero nadie bailaba solo (el chico de acné severo no cuenta.) En fin, ese es el porque de las miradas de lástima de las personas que me rodeaban y miraban como trataba de seguir, inútilmente, el ritmo. Una parte de mi se sentía excluida. «Como siempre», pensé. Podía ver a Jennet bailando con un tipo que ni conozco, encima de una mesa, sin embargo, ella no podía verme a mi. Ashton, Trenton y Esther decidieron ir juntos a otra discoteca. Y ahora entiendo porque. Yo quería salir con Jennet por que siempre salimos en grupo nosotros cinco, y quería pasar tiempo con ella. Tampoco contaba con que me abandonaría al momento de llegar a la fiesta. Ella es muy buena, la quiero. Es sólo que cuando estamos en su hábitat, ella es muy desenfrenada y olvida hasta su nombre. Vale, tal vez no su nombre porque olvidaría decirle su nombre a los chicos ardientes con los que baila. Sólo aveces se olvida de mi. O tal vez cree que yo prefiero estar sola. ¿siendo sincera? Así es, pero no me gusta tanto en estos momentos. Me hace sentir como un gato en una perrera; arrinconado, solitario, siendo atacado... Excluido. Sólo por hoy quería disfrutar de mi adolescencia, hacia mucho que no me divertía, realmente necesito sacar la Lily rebelde que tengo dentro, pero no bailando con un fantasma. Camine un poco, tratando de alejarme de las personas que me miraban con lastima, mire alrededor y rápidamente desvíe la vista de la pista de baile y haciendo de tripas corazón, deje de intentar bailar para rascarme la cabeza y pensar: «¿Qué demonios hago aquí?» »Tratar de recuperar un poco la respiración, lejos del polvo de la biblioteca», susurro mi querida Lily compasiva. «No necesito más lastima», le respondí. La Lily compasiva estaba apunto de replicar cuando, de pronto, sentí unas manos en mi cintura apretar suavemente, me sobresalte y rápidamente me volteé, desprendiendo sus manos de mi cintura y encontrándome con un chico alto (¿o estaré muy baja?), ojos azules y cabello color arena quién me sonreía de manera egocéntrica. Tenía un hermoso surco en la mejilla derecha. Le daba un aire...encantador. Me sobresalte hasta el punto de dar un respingo. -¿Te conozco? -pregunté. «Claro que no, estúpida.» Extrañamente, se parecía a alguien que había conocido en algún momento de mi vida, pero eso no podría saberlo nunca, porque un rubio de ojos azules lo encuentras en cualquier lado. A menos que le quitará los pantalones y le viera la rodilla y me encontrará con una cicatriz (cosa que sería de muy mala educación), podría ser el que... -Me llamo Jaxon McEwan. Así que ahora sí nos conocemos. «Definitivamente este no era el chico al que me recordaba.» Entrecerre los ojos. -Me refiero si fue antes de esta noche. -Oh, no lo sé... Tal vez oíste hablar de mi -dijo engreídamente. «Por favor, tengo peor memoria que un viejo de setenta años con alzheimer», pensé. -No, de lo contrario te recordaría. Alzo las cejas mientras sus ojos denotaban sorpresa. -¿No?, hum...bueno, estoy en una banda... The Superhero In Fire, es nueva y... Supongo que no tan famosa -me miraba como si con eso diría: "Oh, dios mio, ¡eres tú! Discúlpeme su majestad, lamento herir su ego." -La verdad es que no -lo miré divertida. Seguramente y nada más quiere apantallar. Imbécil. -De acuerdo, somos dos desconocidos -acepto resignado-. ¿cómo te llamas? -Liliandy. Sabía que me arrepentiría de haberle dicho mi nombre. -¿Liandy? -me miraba seriamente confundido, que casi me parto de la risa. Aunque es comprensible, las personas usualmente tienen problemas al pronunciar mi nombre, pero saliendo de su boca, es muy gracioso. -No, mi amigo. Es Li-Li-an-dy -le explique separando las sílabas detalladamente, como si fuera un idiota, (Que quizá es.) -Oh...seguro -asintió, aunque apostaría que no lo había pillado del todo. Luego se rascó la nuca y me miró unos segundos antes de preguntar-: ¿Quieres bailar? ¿En serio? Después de haber intentado manosearme, creerse la gran cosa, ¿me pide formalmente que bailemos? Sólo tengo una respuesta para esto: A) Se dio un golpe realmente fuerte de pequeño. B) Retrasado mental. C) Quiere sexo. Me quedo con la tercera. ¿O con las tres...? ***
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