CAPITULO 6

2015 Palabras
POV LUCIA El hablar con mis hermanas de este tema me hace sentir más tranquila, pues sé que puedo confiar en ellas, pues son mi otra mitad, cuando no estoy con ellas siento que me falta algo y es porque juntas nos complementamos. Pasamos una excelente noche y ahora desayunamos en un café, es divertido ver las personas como nos observan y hablan entre ellas. Vemos que llega Dante y sus hombres de seguridad junto con sus amigos, mis ojos se concentran en él. -Me encanta volverte a ver, me preocupé mucho cuando desperté y no estabas a mi lado -me dice mirándome a los ojos, en este momento siento como si solo estuviéramos él y yo. -Creo que tenemos que hablar -señala Luciana rompiendo esa burbuja en la que me encontraba. -Sí, estoy de acuerdo, creo que te debo una explicación, de lo que pasa -contesta Dante. -Mira, toma asiento, entre mis hermanas y yo no hay secretos, así que podemos hablar sin ningún problema y sin ocultar nada, ellas conocen todo lo que ha pasado entre nosotros y lo que no, también estoy al tanto de tus intenciones con Lucia, pero hay algo que no tenemos claro y queremos que nos lo aclares de una vez por todas. -expone Luciana muy firme. Me siento como una niña a la que sus padres le interrogan a su pretendiente para ver si lo aprueban, pero sé que mis hermanas lo hacen por mi bien y por qué hay cosas que Dante tiene que aclarar para saber si son buenas y reales sus intenciones conmigo. -Claro como gusten Señoritas -dice de forma cortes. -Lo primero que quiero saber ¿Es porque si te gusto mi hermana desde el principio seguiste con este juego tan absurdo? -pregunta Luna. -Creí que con ella no tendría ninguna oportunidad y la verdad el carácter de Luciana me agrado, me gustan las mujeres que son fuertes y no se dejan de nadie, por eso pensé que podría surgir algo entre nosotros, además el físico es el mismo -explica tranquilo mirándome fijamente. -Seré directa contigo, ¿por qué amenazaste a nuestro hermano?, Luciana escucho toda su conversación, así que te sugiero que digas la verdad -indico. -Es que sabía que, si se enteraban del error que cometí, no tendría ninguna posibilidad con Luciana, pues tu Lucia estabas con tu novio y no me atrevía a decirte nada por respecto a ti -señala. Sus palabras me hacen latir fuerte el corazón, parezco una niña enamorada, jamás me había sentido de esta manera, siento que a su lado estoy viviendo algo nuevo, una experiencia diferente que me llena de alegría y de ilusión, pero aun así no dejo de sentirme mal por Lucían, creo que él no merece esto de mi parte. -Creo que nuestras dudas están resueltas, agradecemos tu sinceridad y tu hospitalidad en tu casa, tuve miedo de que le hicieras daño a mi familia por eso los saqué de tu casa a escondidas, pero veo que estamos equivocados contigo, Lucia, te daremos un momento a solas con Dante, te esperamos en el auto -dice Luciana y se marcha al coche con Luna. Me siento muy nerviosa, Dante me pone nerviosa, su mirada penetrante, esos ojos hermosos color verdes o en ocasiones azules me hacen perderme en ellos, me hipnotiza su sonrisa, este hombre es demasiado encantador. -Me preocupé un poco cuando desperté con mis brazos vacíos, pues hace tiempo no dormía tan bien al lado de alguien, desde la muerte de mi esposa no dormía con una mujer al lado, fue algo nuevo y muy grato -señala con una sonrisa. -Me fui de prisa pues mi hermana y Dereck vinieron por mí, estaban preocupados porque no le dije a nadie donde estaría, y pues por lo del tiroteo de esa noche -explico. -Entiendo, pero eso me dejo con muchas ganas de esto -expone y se acerca a besarme, acepto sus labios y los disfruto, pues este hombre sabe cómo hacer uso de su lengua y labios a la perfección. Nos separamos por falta de aire. -Creo que antes de seguir con esto, debo de hablar con Lucían, no quiero mentirle y mucho menos engañarlo, pues él ha sido una persona excelente conmigo y buen novio y padre, creo que la del problema soy yo, pues no sentía lo que debía para estar totalmente plena a su lado, después de hablar con él, podemos ver qué hacer con esto que nos pasa y que sentimos -expreso. -Tienes razón, pero hazlo hoy, pues mañana te quiero invitar a un evento que tengo, no me falles, quiero ir al lado de la mujer más hermosa del mundo -señala. -Te prometo que hablare esta noche con él y te acompañare mañana, pero pásame tu teléfono yo te llamo para que sepas donde recogerme -digo, el me anota su número y pone un corazón al lado de Dante, sonrió como idiota y me levanto del asiento para ir con mis hermanas, pero él me detiene y se levanta, me besa una vez más y me acompaña al auto, me subo y veo que mis hermanas están con una sonrisa en la cara. -No digan nada, no quiero que me avergüencen ahora -digo y salimos rumbo a casa. En el camino solo pienso en Lucían, no quiero lastimarlo, herirlo con mi decisión, pero tampoco quiero estar atada a un hombre que ya no amo, que en su momento ame, pero ya todo eso se murió, lo único que siento es agradecimiento por ser un gran padre y un gran hombre, todo esto me hace sentir culpable, pues no solo lastimare a Lucían también a mis dos hijos, Lorena y Lucían, ellos no merecen pasar por esto, pues siempre han estado muy aferrados a su padre, incluso más que a mí, no sé qué hacer con esta situación, pero tengo que resolverla lo más pronto posible. Llegamos a casa y todos están esperándonos, Lucían me mira un poco extraño, no se me acerca y no me dice nada, solo me observa, beso a mis pequeños y contesto las preguntas de mi familia. -Perdónenme por preocuparlos, pero estoy bien, ahora solo quiero tomar un baño y descansar -digo y subo a dejar a los niños a su habitación ya que se durmieron, e irme a la mía. Me deshago de la ropa y me meto a la tina, quiero relajarme, pues estoy muy angustiada por lo que vendrá. Veo que la puerta se abre y entra Lucían. -Lucia, te conozco y sé que hay algo que nos ocultaste, ¿Dime que pasa, donde mierda estabas? -investiga furioso. -Déjame sola, ahora que salga de mi baño hablaremos -indico. Sale azotando la puerta a su paso. Después de unos minutos salgo del baño envuelta en mi toalla, el me tira a la cama salvajemente. - ¿Qué te pasa? Suéltame -exijo. -Quiero estar con mi mujer, es acaso eso algo malo. - ¿Crees que me puedes tratar como te da la gana? Déjame o te arrepentirás -advierto. Veo que se aparta de mí y se hace a un lado de la habitación. -Lucían, yo… -No digas nada, sé muy bien lo que pasa -dice y sale azotando la puerta de la habitación, me visto lo más rápido que puedo para alcanzarlo y hablar con él, pero ya se ha ido en su auto. Subo a mi habitación, busco mi teléfono y las llaves de mi auto, le pido a Jonás que localice la ubicación del teléfono de Lucían, me da las indicaciones y salgo en mi auto en su búsqueda. Estoy muy angustiada, él no es un hombre violento y si reacciono de esa manera es porque sospecha algo, pero no quiero que se valla de esa manera, sin escuchar lo que tengo por decir, él tiene que saber lo que me pasa, que lo intente por todos estos meses, pero nada resulto, nada es lo que parecía, para mi familia yo era feliz, pero manejaba un infierno interior, viviendo con un hombre que ya no amaba y que solo sentía un cariño especial, por no estar sola, por costumbre, en ocasiones nos sometemos a una vida que no queremos solo por no estar solos, pero no nos imaginamos que eso lo único que hace es causarnos más daño, y lastimar a la persona que está a nuestro lado. Busco la ubicación y me parece extraño el lugar, pues es una casa muy hogareña y es algo pequeña para mi gusto, veo que la puerta está entre abierta, sale una niña de más o menos cinco a siete años. -Cariño, ¿quién vive aquí? -pregunto. -Mi papi y mi mami, pero también mi hermanito pequeño. Su respuesta me deja algo perturbada, pues no puedo creer lo que me dice. - ¿Cómo se llama tu papi? -investigo. -Mi papi es Lucían, y Mi madre Catalina. Sus palabras me dejan devastada, jamás pensé encontrarme con algo como esto, no puedo creer que Lucían lleve una doble vida, que me engañara por tanto tiempo, que yo no me diera cuenta de lo que pasaba en mis narices, y así me sentía culpable por lo que paso, es un maldito miserable, pero yo soy Lucia, no lo dejare salirse con la suya. Entro a la casa y veo que esta con una mujer en las piernas. -Qué bueno que me di cuenta de tu juego, pero sabes quién soy yo, y no me quedare con esta -señalo. Al verme su cara se pone muy pálida, la mujer me mira como interrogante, pues no tiene idea de lo que ocurre. -Lucia, yo te puedo explicar. -No quiero una explicación, lo único que te digo es que jamás volverás a engañarme de esta manera, y mis hijos no te necesitan, quédate con esta familia, yo me encargo de la mía, eres un maldito farsante, me engañaste por mucho tiempo, pero eso se acabó -grito, él se levanta e intenta detenerme y dejo un puñetazo en su cara. -Señorita, dígame ¿Quién es usted, como que hijos, explíqueme por favor? -dice esa pobre mujer. -Yo soy la madre de los mellizos de este tipo, vivíamos juntos, hace como dos años, pero tranquila, esto se acaba aquí, espero que sean felices -digo y salgo de la casa. -Lucia amor espera, yo te amo, esto tiene una explicación. -No la quiero escuchar, pues yo a ti no te amo desde hace mucho, solo estaba contigo por mis hijos, pero ellos no merecen un padre miserable y mentiroso como tú, no te me acerques o te golpeare tan fuerte que te dejare inconsciente -señalo y subo a mi auto, conduzco sin rumbo, no sé a dónde ir, qué hacer con esto que acabo de descubrir, pues me duele, me siento como una estúpida, como una idiota, estuve engañada por mucho tiempo, jamás pensé que sus viajes eran por ver a su familia, creí que por su trabajo era algo normal, pero veo que soy una idiota, una tonta con la que jugaron cruelmente, llego al lugar que me llevo Dante hace dos noches, es un lugar que me sirve para pensar, veo que esta el auto de Dante también aquí, no veo guardaespaldas ni nada, me acerco a donde estábamos la última vez. -Mi reina -dice en cuanto me ve. Me acerco a él y lo abrazo, me permito llorar en su pecho, el me abraza fuerte y no pregunta, nada, creo que entiende que necesito desahogar el dolor, sacar todo lo que siento, llorar hasta que deje de doler, pues no es fácil el darte cuenta de que te tomaron por estúpida, de que tu vida los últimos dos años fue una maldita mentira. Después de media hora más o menos, el me limpia las lágrimas con su pañuelo, una reina como tú no debe de llorar, no debe de sufrir -indica tocando mi rostro. -Si quieres puedes contarme, y si no, solo ven y quédate a mi lado, yo te cuidare, te protegeré Mi reina -expone. Me siento a su lado y me recuesto en su pecho…
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR