CAPÍTULO 2

1530 Palabras
CAPÍTULO 2 MAXHUEL O'CONNELL: Desde que tengo uso de mis padres siempre me especificó que razón tenía una esposa elegida, que no tengo el poder de enamorarme de nadie más, porque no podría nunca casarme con esa persona, así que a lo largo de mi vida me aboque solo a complacer a mi padre, no me enamore, pero si tengo una novia. Novia que solo quiero como amiga nada más. Ahora estoy últimos días mi padre me ha estado martirizando, con que ya estaba pronta mi boda con esa persona elegida, que se hasta ahora es la princesa perdida, la cuarta en la línea sucesoria al trono de España. Desde entonces solo tengo un pensamiento que siempre pasa por mi cabeza ... ¿Cómo será mi prometida ?. Mi padre el rey de Inglaterra, es un hombre tan rígido y serio, estricto con las reglas y demás, él arregló mi boda prácticamente desde que nací, ni siquiera el caso a mi madre que en esos momentos estaba enferma, y que murió al poco tiempo de ello. El gran Rey de Inglaterra no era benevolente, más bien era frívolo, porque al poco tiempo de la muerte de mi madre se casó nuevamente, pero con una mujer realmente buena, que se comportó como una verdadera madre para mí, porque a los pocos meses de la partida de mi madre me prohibió visitarla en el cementerio y demás cosas que hizo que odie ser príncipe heredero, próximo Rey. La monarquía es algo muy complicado, aunque ya no es como antes, pero aún así tiene su nivel de complejidad, ser una figura pública es algo tan estresante, solo quisiera una cosa poder elegir, todos mis deseos de cumpleaños eran eso, poder elegir a la chica con la calidad casarme y vivir una vida feliz el resto de mi vida, pero al paso del tiempo me cuenta que eso no está a mi alcance. Mi vida es complicada, realmente complicada, estoy enamorada de una chica, esa persona que es prácticamente invisible del Instituto, pero ella ni siquiera me mira, bueno porque me en cargue de volverle la U algo insoportable para ella. Lo que me atrae de ella es; que no es como las demás, ella es la única chica que consigue sacarme de mis casillas, pero yo odia, ella está en contra de todo lo que soy, ella no quiere más una monarquía, ella piensa que deberíamos avanzar y seguir los pasos de Los otros países que ya no tienen Reyes. —Alteza, su Majestad el Rey demanda su presencia en el comedor— Anuncio Román, la mano derecha de mi padre y mi más allegado amigo. Asentí con la cabeza y con las manos en el bolsillo de mi pantalón, baje las escaleras, dirigiéndose hacia el comedor. —Buenos días - salude con una breve inclinación, pierda el ridículo pero es una regla de mi padre, incluido ante el rey no importa que carga tengas. —Max, hace mucho tiempo sin tensiones, estas más grande y guapo - expuso la reina con esa dulzura habitual. La reina Helen una persona muy bondadosa, amable cariñosa, todo lo contrario a mi padre, ahí es cuando lo que dicen es cierto, polos distintos se atraen ... —Gracias Majestad, usted de igual manera esta muy guapa —la alague, ella me dio una sonrisa pequeña. —Bueno hijo, estos días ya lo habíamos hablado, la princesa Sofía se presentará en palacio, su presencia esta confirmada para la fiesta que llegaría en mañana - anuncio mi padre con su mirada sería. —Te pido de todo corazón que sea muy amable con ella, ya que ...— estaba hablando la reina cuando mi padre levanto la mano en señal de que se callara. —Confiamos en ti hijo - dijo mi padre dejando a la reina un poco triste. Le reste importancia. —Lo se padre, seré amable e incluso cariñoso con mi futura esposa —quise darle un gusto a mi padre si lo reclamas él no se inmutara en quitarme lo único bueno que tengo. Mi libertad escolar. —Me alegra, ahora puedo seguir con sus deberes —me despedí de mi padre y salí del comedor, me dirigí nuevamente a mi alcoba, con el pensamiento más fuerte todavía. ¿Como será mi prometida? Frustrado de tanto pensar me recosté en mi cama ... Me aboque en mis pensamientos, en imaginarme como es aquella mujer que tendré que amar a la fuerza. A los minutos Román volvió a mi alcoba para decirme que debo ir a mis clases. Me duche rápidamente ya que tenía que apresurarme para llegar al tiempo, me vestí como habitualmente lo hago, un pantalón de tela fina, un saco combinado y la camisa en este caso celeste. El chofer me abrió la puerta y salí de Palacio rumbo a la Universidad. Este será un día muy complicado y que debo hablar con Raíza y terminar con ella, no se como se comportará al decirle que nuestra relación de término, que voy a casarme con otra, que además es una princesa. Llegue a la Universidad, y la multitud de chicas estaban esperándome como siempre, esto ya era extremo, odio que hagan esto. —¡Principito! —Exclamó Sebastián mi mejor amigo, el morocho cara de hoja de papel, así le digo es con cariño. Él estaba esperándome con Arturo el rubio teñido, estos chicos son realmente especiales, siempre hacen que me sienta normal, después de salir del Palacio. —La próxima vez que se dirija a mi de esa forma, lo mando a ejecutar - bromee. No importa, moriría feliz —significó sacándome la lengua— ¡Pripipito! Seguimos bromeando por mucho rato hasta que entramos en clases, hoy definitivamente no es mi día. Lo digo ya que mi "novia" se dirige a mi con esa sonrisa de oreja a oreja. Si tan solo alguna vez le habría seguido el juego ahora, los dos solos vernos amigos, y no podríamos herirla para que algún día fuera feliz. —Maxi - dijo abrazándome. Rígido, serio le dije: —Raíza tenemos que hablar.— palabras que muchos odian. —Okey hablemos… frecuentemente entonces salimos a las afueras de la Universidad para que nadie nos interrumpa. —Si, lo dijiste pero yo te dije que haría que te enamoraras de mi y no me dejaras nunca - se defendió. —Lo dijiste pero te mencioné que tenía una promesa que no conocía— solté - llegó el momento raíza tenemos que terminar, mi casare con una princesa dentro de poco, mi padre no me dio otra opción.  —¡¿Me cambiaras por una princesa?! - exclamó con enfado, su ceño fruncido era bonito y tierno, Raíza es un poco bajita, más que miedo daba ternura, parecía pitufina, hasta el pelo rubio tenía. —¿Por qué sonríes?  No me había dado cuenta que lo hacía. Cambie mi semblante a uno serio ya que la situación lo demanda. —Sabes lo mucho que te apreció, pero te dije que aceptaba ser tú novio solo porque no quería que te dañaras, y qué en algún momento tenía que dejar - empecé a hablar.— sobre lo de nuestra relación, bueno ... No es que te este cambiando por una princesa, lo que pasa es que mis padres ... —Claro eso ya me lo se Maxhuel, no te pregunto eso si no que… ¿estas dispuesto a cambiarme por ella? —Ahora su pregunta fue más directa. —Raíza yo no puedo negarme a nada de lo que mi padre me ordena — hable y ella cambio su semblante a uno triste. Igual me sentí triste, Raíza era mi mejor amiga, una estúpida confusión me jugó chueco, si tan solo nunca le había seguido el juego a ella, talvez ahora ella y yo tuvimos riendo, imaginando como será la princesa, aparentementemos riendo por las estupideces que hubiéramos dicho. —Esta bien - suspiro en derrota - pero cuando las veas y te parezca fea, no me busques. Bromeó intentando sacar una sonrisa pero esta fue la caída. Pero aún así estaba ahí estaba la chica bromista y feliz. Ella volteo y se fue del lugar, j***r esto fue intenso y doloroso para ambos. Pero mi vida está apunto de cambiar, apenas tengo veinte años y estoy apunto de casarme con una chica que no conozco, ni siquiera de foto, nada y yo da miedo murió miedo. Quizá con el tiempo algún día llegue a quererla y me olvide de la chica que me tiene loco, pero eso ahora está muy lejano. Las horas en la Universidad pasaron rápidamente para mí, porque la chava que me trae loca se sentó a mi costado, por lo que no puse atención a la clase por mirarla a ella y sus garabatos en su cuaderno. En clases ella estaba tan linda con su forma habitual de vestir, hasta ahora puedo decir que jamás la vi en un vestido, podría decir que eso le quitaría un poco el encanto a su personalidad, más bien se vería como una de esas princesas de Disney Si por mi parte, ella ya estaría conmigo, pero no es así no puedo, ni siquiera luchar por ella, por qué si lo hago ¿Qué pasará luego? La respuesta es fácil, me separarían de ella para casarme con otra, en si la destructora y no quiero eso, por eso prefiero amarla en secreto y dejar que ella viva su vida feliz lejos de mi ...
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