Señor Secretario

La vida siempre ha sido algo complicada para mi, no por la vida en si, si no por las personas que pertenecen a ella. Siempre se han acercado a mi por puro interés, jamás lo han hecho por un deseo propio de querer conocerme, soy mas que mi apellido, pero eso al resto parece importarle muy poco. Desde pequeña fui educada o prácticamente entrenada para ser la sucesora de las empresas de mi familia, fui el epicentro de toda la maldita ciudad de Nueva york durante toda mi vida, siempre estuve en los mejores colegios, con los mejores maestros particulares, siempre debía estar aprendiendo algo nuevo, hablo 8 idiomas, manejo a la perfección muchas ramas relacionadas con el arte, como lo es pintar, dibujar o bailar. Se tocar al menos 5 instrumentos musicales, guitarra, violín o piano, practico diversos deportes como tenis o equitación, mi vestimenta siempre debe ser impecable, vestir las prendas y accesorios de los mejores diseñadores, jamás dar una mala cara o mostrarme en publico como una mujer desvergonzada o que le gusta la mala vida, ni pensar en siquiera aparecer borracha en alguna parte, podría estar horas diciéndoles en lo que soy buena o para lo que fui entrenada. Pero en fin, mi vida a simple vista se ve de maravilla, pero ciertamente, no lo es. Soy la maldita heredera de las Empresas Tanner, tengo una imagen y reputación que mantener por ende siempre debo hacer todo con sumo cuidado y mas si es algo que pueda dañar la imagen de mi familia. Mi padre fue hijo único por ende el heredero de todos los bienes de mi abuelo, quien también no tuvo hermanos y que falleció hace ya algunos años y yo al ser la única hija de mis padres, soy la futura heredera de todo lo que tiene el apellido Tanner involucrado, parece una maldita broma del destino el hecho de que al menos las ultimas tres generaciones de los Tanner solo fueran hijos únicos. Como hubiera deseado tener mas hermanos, pero parece que el de arriba me odia y mis padres, después de varios intentos por concebir mas hijos, no fueron bendecidos con otro integrante terminando yo, como hija única. Me hubiera gustado tener con quien compartir la carga, aunque no puedo ser tan desagradecida, mis padres a pesar de lo estrictos que pueden ser en cuanto a lo que representa mi imagen y la de la familia, siempre han sido de lo mas amorosos conmigo, me entregaron todo el amor, cariño y tiempo que pudieron. No me puedo quejar en cuanto a eso, por que fácilmente podrían haber dejado a niñeras a mi cargo, pero no lo hicieron, mi padres siempre estuvieron y estan presentes en mi vida, mi madre dándome los mejores consejos y escuchándome y mi padre enseñándome a ser fuerte e independiente en este mundo de tiburones. Lo que me hace ser quién soy actualmente, soy buena, bondadosa, amigable y leal para quien lo merezca, pero soy fría, arrogante, altanera y odiosa con quienes solo merecen eso de mi. Podré verme como una niña santa pero si me sacan al diablo, no respondo. Mi padre me enseño que en esta vida nadie da nada sin recibir algo a cambio, lo aprendí de mala manera, sufrí muchas veces con conquistas falsas o amistades solo por conveniencia, me costó pero aprendí a diferenciar, con el tiempo dejé de ser tan estúpida y me volví quien soy frente al resto. Todos me ven de forma inalcanzable, no hablo con nadie, no soy sociable, siempre tengo un rostro frio, arrogante e indiferente ante el resto, con el tiempo, las personas dejaron de acercarse a mi en busca de algo, se dieron cuenta que conmigo no iban a conseguir nada. Mi amiga Laura que es la única persona que me conoce como realmente soy, tenemos una amistad desde pequeñas, ella ingreso a mi colegio por una beca y fue el blanco de burlas por ser pobre en un colegio de ricos, claramente no me gustó que fueran así con ella y salí en su defensa, desde ese día hasta el día de hoy, mantenemos una maravillosa amistad, mas que amigas, somos como hermanas. Y así es como a mis 21 años y en mi ultimo año de carrera en la universidad no tengo reales amigos, mas que Laura, jamás he tenido un novio, ya que todos los chicos se acercan a mi para presumirme ante su circulo y decir que están saliendo con la heredera de las Empresas Tanner, pero ahora que lo pienso, debería haberme mordido la lengua cuando hablando con Laura le dije que tenia ganas de enamorarme, aunque fuera una sola vez. Y así lo hice, por que lo conocí a él y mi error fue no ver mas allá que su brillante sonrisa e hipnotizante mirada, pero para cuando vi su real cara ya era demasiado tarde, ya estaba perdidamente enamorada y con un corazón roto en mil pedazos. Él, que me hizo creer en el amor a primera vista. Él, que me hizo enamorarme hasta volverme una completa estúpida manipulada por sus dulces palabras al oído o sus suaves caricias en mi cuerpo. Él, que me juro amor eterno prometiendo siempre estar juntos y creer en los finales felices. Él, que se llevo lo mas preciado de una mujer. Él, quien fue el único al que le permití llegar hasta ese momento que fue poseerme en cuerpo y alma. Él, que simplemente jugo con mis sentimientos y con mi corazón para después lanzarlo al suelo y pisotearlo a su antojo. Él, que me uso como quiso sin pensar en mi o en mis sentimientos. Él, a quién el destino me presento pero que la vida nos separó. El, quien fue mi mayor decepción... Lo conocí en la fiesta de bienvenida en una de las fraternidades, había decidido no ir, pero Laura me convenció de lo contrario. Al principio me pareció una fiesta mas de las que rodean a los típicos niños universitarios, alcohol por todas partes, drogas incluso y claramente, descontrol s****l. No me molestaba, eran sus vidas no la mía, pero no me sentía cómoda estando ahí. Decidí salir al jardín delantero por un poco de aire cuando de repente se acercó a mi, al comienzo no le presté atención alguna, ni siquiera una mirada le di, pero eso a él no le importo y me hablo. - Hola. Soy Mark y tú? - no respondí, me quedé en completo silencio mirando hacia el frente. - Sin nombre? Tranquila, no te haré nada, solo quiero conversar con alguien que no este ya borracho o drogado - Me pareció interesante lo que me dijo y luego de unos segundo decidí mirarlo. No debería haberlo hecho, quedé flechada de inmediato, sus claros pero profundos ojos azules me envolvieron, su cuadrada mandíbula y fijos rasgos me llamaban la atencion. Quedé literalmente aturdida por sus ojos y perfecto rostro, jamás me había sucedido algo así, por lo cual, ni siquiera sabía como reaccionar. Intenté mantener mi rostro frío e indiferente lo mas que pude, pero cuando vi que ya no podía seguir sosteniéndolo, voltee mi rostro hacia otro lado intentando recuperar mi cordura. Quedamos segundo, que parecieron minutos por lo eterno que se hizo, no quería conversar con el y que fuera otra decepción, pero algo hizo clic en mi y me atreví por primera vez. - Hmm, bueno...- no lo dejé terminar cuando abrí mi boca. - Soy Julia, un gusto en conocerte Mark - le dije finalmente y me atreví a mirarlo nuevamente. Él me sonrió de una manera tan genuina y desinteresada, que no dude en sus intenciones. - Un gusto Julia, hermoso nombre...igual que tú - dice coqueto, lo que me provocó un sonrojo y sonreír de forma tímida y me perdí una vez mas, me perdí en sus profundos ojos. Me enteré que esa noche acompaño a unos amigos que fueron invitados a la fiesta y que de hecho él ya estaba egresado y llevaba cuatro años trabajando en una gran compañía donde aspiraba, algún día, en convertirse en el presidente. Admire su arduo trabajo y determinación en conseguir sus sueños. Desde ese día, nos hicimos inseparables, hablábamos a todas horas de sus gustos y los míos, salimos un montón de veces siempre en calidad de amigos, hasta que me pidió ser su novia, claramente no lo dude y le dije que sí, desde ese día, fue todo mucho mejor. Salíamos los fines de semana a viajes improvisados solos los dos, me daba cada vez que podía un regalo nuevo, me decía palabras de amor siempre que hablábamos o nos veíamos. Hacíamos planes a futuro, un futuro juntos donde nos incluía a nosotros casados y con hijos. Que ilusa fui. No, jamás dude de sus intenciones ni de sus sentimientos, pero en las ultimas semanas de nuestra relación cada vez que le preguntaba donde trabajaba nunca me dio una respuesta clara, lo que me pareció extraño en el, pero decidí no tomarle mucha importancia. Jamás quiso saber sobre mi familia, recuerdo nunca haberle dicho tampoco mi apellido por que sabia que se podría espantar al escucharlo, se que los Tanner son algo intimidantes para el resto, pero mis padres nunca han mirado a alguien en menos y sabía que no lo harían con él, ya llevábamos casi un año conociéndonos y quería presentarlo, por eso decidí prepararle una sorpresa para que los conociera y no me diera una nueva excusa como lo venia haciendo hace ya algunos días. Pero una noche, antes de poner en práctica mi plan de que Mark conociera a mis padres. Fui a la discoteque donde sabía que se encontraba con sus amigos, me acerqué sigilosamente para sorprenderlo, por que le había avisado a ultimo minuto que no podría ir. Me acerqué a paso tranquilo, sin que nadie me viera y me puse detrás de él en un panel escondida para darle la sorpresa. Claramente la sorprendida fui yo al escuchar las peores palabras hacia mi persona salir de su boca. - ¿Realmente esta interesada? - dijo uno de sus amigos, a quienes casi ni conocía, por que jamás me los presento adecuadamente. - Obvio, esta completamente perdida y se entregó sin restricciones - Dice Mark y mi corazón se salta un latido ante sus palabras, de que habla? - ¿Y que harás ahora? No creo que quieras ser su sombra , sabes quién es, siempre te verán como el llavero si sigues a su lado - que diablos dicen? Ha-hablan de mi? Yo jamás haría eso con él, y él lo sabe, me da igual que no tenga el dinero que tiene mi familia, yo lo amo por quien es. Mi corazon estaba nervioso, esperé que me defendiera, que defendiera nuestra relación pero...no lo hizo. Tape mi boca para que mis sollozos no salieran y los alertará. - Claro que no, no quiero ser visto como un inútil a su lado, me sirvió mientras conseguía lo que quería y se lo dejaré en claro en nuestra próxima cita, ya no quiero seguir en esa estúpida relacion - mi corazón se quebró al escucharlo, así que eso fui, un estúpido pasatiempo para él? Todo fue un maldito juego? Solamente me uso...Ahora entiendo todas sus excusas de las ultimas semanas, nunca me quiso solo se dedicó a utilizarme todo este tiempo. No quise seguir oyendo su conversación, salí del lugar a paso rápido con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado, el lo había usado y quebrado en millones de pedacitos. Esa noche lloré como nunca lo había hecho, sollozos dolorosos fueron mis acompañantes durante muchas noches, el dolor en mi pecho no se iba y el incesante dolor de mi alma tampoco me abandonó no solo durante esa noche, no lo hizo durante semanas, inclusive años después. Confié, creí en él, pensé que era distinto, que lo nuestro era real y verdadero, pero solo fue mi parte la real, todo en él fue una cruda y estúpida mentira. Desde ese día me juré que volver a llorar por otro hombre, ninguno merecía mi amor o mi tristeza. Al día siguiente, me levanté con la idea de alejarme de todo y todos, comenzar de cero. Hable con mis padres sobre mis planes y aunque al comienzo se negaron, terminaron aceptando mi partida, dos días después me fui hacia a Londres sin la idea de retornar en un futuro próximo. Antes de abordar el avión, Mark me escribió preguntando por mi y que llevaba 10 minutos esperándome en el restaurant. Sonreí de forma irónica ante sus palabras, él todavía me quiere ver la cara de estúpida, pero quien ríe ultimo, ríe mejor. No le di tiempo a nada y solamente le contesté con un breve mensaje. "Mark, estoy en un avión a punto de salir del país. No me busques ni me llames, lo nuestro jamás hubiera funcionado. Sigue tu camino, como yo seguiré el mío." Dejando así, todo mi dolor y mi pasado atrás, ahora me tocaba ser fuerte y velar por un mejor futuro para mi, sin su presencia en el.