prólogo
.... Estaba parada en el gran ventanal de la casa Ramos, mirando todo los autos que pasaban por el frente, solo mirando porque a decir verdad estaba perdida en sus pensamientos, quizás algún día saldría de aquella casa, en la cual parecía estar prisionera, sentía que ver a las personas pasar en los autos y algunas motocicletas podría perderse en en ellos y ser " libre" algunas lagrimas salían por sus ojos al verlos pasar y al recordar la realidad que tenia al frente, tenia que afrontar con lo que ella era y lo que vivía, debía ser fuerte por sus hijos, ellos la necesitaban , si ella faltase, los niños sufrirían y no tenia escapatoria de imaginar una vida lejos de aquella casa, para empezar no sabia hacer " nada" al menos eso le habían hecho creer su suegra y su esposo Gregorio Ramos, que haría fuera de esa casa sola y con dos niños pequeños, que necesitaban ser alimentados, vestidos y con una buena educación y que si ella escapaba, Gregorio la encontraría, le haría pagar con gotas de sangre su fuga y pero aun peor le arrebataría lo ubico que a ella la mantenía en pie: sus hijos; entonces lo de escapar era una idea descartada para ella, seguiría su vida acomodándose en ese infierno que vivía en aquella casa, de repente se aleja de aquellos ventanales y la suave brisa que levantaba su larga caballera negra mientras se dirigía a la cocina a preparar la cena, no quería que su esposo llegara y como algunas otras veces se pusiera furioso por no tener todo listo, mientras su suegra Magdalena le arrojaba más leña al fuego, diciéndole cosas a su esposo que muchas veces eran calumnias, para que él la tratara aun peor, su consuelo aparte de sus dos hijos era ir a sus maquinas de coser que estaban en una pequeña habitación de la gran casa, era lo único que tenia de su madre, ya que esta había muerto cuando ella tenia 13 años, desde muy pequeña vea a su madre hacer hermosos vestidos a sus amigas y algunas conocidas y se prometió que de mayor seria como su madre y tendría su propia empresa de diseños los cuales serian reconocidos a nivel mundial, se lo los pondrían las mujeres más bellas de aquel país y ella seria completamente feliz, solía jugar con Eli su vecina del frente, mientas ella diseñaba con trapos viejos y retazos de sus madre, la otra le servia como modelo, en las pasarelas que ellas mismas organizaban en la pequeña sala; eso eran los recuerdos que tenia de su infancia y los atesoraría siempre en sus corazón en lo que se quedo como solo un sueño que se hizo realidad ni nunca se hará, o al menos era lo que ella pensaba en ese entonces.