La Modista

CAPITULO 1

Narra Alicia

Mi amiga Eli, me había llamado al teléfono de la casa a eso de las 3 de la tarde, era mi única amiga de la infancia y aunque ella muy loca, me hacia sentir muy bien hablar y desahogarme con ella, en ese me llamaba para preguntarme si quería salir de compra con ella, ya que le aburría en gran manera hacerlo sola.

-Eli-Alicia nunca tienes tiempo de salir a ningún lado y creo que es por los niños me dice, sino por la bruja esa de tu suegra 

-Alicia- oye no le digas así, le digo

- Eli- es lo que es, pero anda vamos no se diga mas, paso por ti mañana en la tarde.

cuando trato de responderle veo salir a mi suegra de unas de la habitaciones con su cara haciendo muecas, me sobresalto pues no le gusta mucho que mi amiga me llame y esta debe hacerlo siempre al teléfono de casa, puesto que Gregorio no le gusta que tenga teléfono móvil, ya que dice que eso le da mal ejemplo a mis hijos y seria una distracción para atenderlos a ellos y podría también descuidar la casa.

cuando empieza a caminar hacia la sala, acercándose a donde estoy parada, me quedo inmóvil sin poder articular palabra alguna, creo que con su mirada de horror esa mujer logra dejarme sin palabra y paralizada, en verdad creo que si le tengo miedo como dice mi amiga Eli

de repente de detiene y me dice

- Magdalena -Ya deja de hablar con esa desocupada de tu amiguita Elizabeth, esa mujer no hace sino ser mal ejemplo para ti, mira la hora y todavía no te has puesto hacerle la cena a tu marido por estar perdiendo el tiempo en habladurías con esa desocupada.

- cuando termina de hablar yo aun tengo el teléfono en el oído y  le digo a Eli hablamos después me tengo que ir 

Eli:  ella solo me dice ya entendí que llego la bruja, no olvides que mañana paso por ti

-Alicia- Adiós le respondo y pongo el teléfono en su lugar

- al colgar ella sigue ahí mirando con esa cara de horror y yo solo me dirijo a la cocina -

Ya en la cocina empiezo a picar verduras, también parto el pollo y me dispongo a lavar algunas papas para llevarlas al horno, la verdad se me da muy bien cocinar, mi madre desde pequeña me enseño y a mi me gustaba ayudarla.

- cuando estoy lavando las papas entra mi hija Mariana y me pregunta 

- Mariana-¿  Qué haces mami?  ¿ deseas que te ayude? - le doy un beso en su frente y le digo:  no cariño, ve y juega. 

-Alicia- ¿ ya hiciste tu tarea? le pregunto y ella  me dice que si

- Entonces ve y juega con tu hermanito, dicho esto veo que pone cara triste y le pregunto ¿ Qué pasa?-

- Mariana- es que  Mateo esta con la abuela en su habitación y cuando yo llego ella me mira con desagrado, creo que la abuela solo quiere a Mateo y no a mi, al igual que papá, me mira derramando algunas lagrimas.-

como me duele verla así, y se que es verdad que tanto mi suegra Magdalena como Gregorio mi esposo siempre han tenido preferencias por Mateo mi hijo, por lo tanto lo han malcriado a su antojo y yo sin poder intervenir, solo espero que Dios escuche mis plegarias y este hombrecito crezca siendo un hombre de bien.

-Alicia- Hija no te preocupes por eso, sabes que te amo con toda mi alma y en que me resta de vida así sera, se que tu padre y abuela han sido duros contigo pero eso no quiere decir que no te amen, ellos también te aman-

- la agarro y le doy un cálido abrazo en el cual ambas derramamos algunas  lagrimas-

-Alicia- ve y juega en tu habitación, yo luego cuando termine te alcanzo.

cuando termine la cena veo que aun es muy temprano para que llegue Gregorio y decido ir a jugar con mi hija, entro a su habitación y la encuentro dormida, le doy un beso en su mejilla y la dejo descansar, pues se que mañana tendrá que madrugar para ir a la escuela, me dirijo a mi pequeño refugio, entro a la pequeña habitación, donde se encuentran mis maquinas, pienso en hacer algunos diseños en pedazos de cartulina que tengo en un cajón al lado de mis maquinas, pues telas no tengo, ya que últimamente no he tenido dinero para comprarlas y pedírselas a Gregorio no es una opción, ya me imagino diciendo que no pierda el tiempo haciendo esos trapos asquerosos.

 salgo de mis pensamientos y me dirijo a abrir el cajón donde tengo las cartulinas, las saco y tomo un lápiz y empiezo a dibujar , algunos diseños a mi imaginación, cuando veo la hora ya son las 5:30 y en poco tiempo puede que venga mi esposo, salgo de la habitación y me encuentro con mis hijos jugando en la sala

-Alicia- niños vayan a lavarse las manos para prepararnos para la cena, que pronto llegara su padre- ellos responden si señora  responden al unísono, en eso veo a mi suegra frente de mi 

-Magdalena- Mi hijo llegara temprano hoy, pues mañana sale muy temprano a un nuevo viaje, así que prepara toda la mesa que en cuestión de minutos estará aquí.

-Alicia- si claro ya tengo todo listo, voy a calentar lo que este frio y sirvo la mesa

se marcho de nuevo sin decir nada,  en pocos minutos entro Gregorio a la casa con cara de fastidios como suele llegar cada vez que llega, me saludo con beso en la frente y se dirijo  a nuestra habitación.

Ya en la cena todo fue muy silencioso, como les gustaba a ambos y ese silencio en muchas ocasiones se sentía incomodo, yo solo imaginaba algún día poder conversar con mi familia todos felices en la mesa y contado uno que otro chiste en familia.