El día en el Palacio era tenso. La salud de la reina estaba empeorando casa vez más, haciendo que el príncipe Eduardo también acelerará sus planes de cómo evitar el matrimonio.
El príncipe en el resto de la mañana no salió del despacho, puso sus opciones sobre la mesa, llamó a Patricio, con quien iba a tomar la decisión final.
—¿Y qué opinas Patricio? Se que es muy arriesgado, pero es lo más efectivo.
Patricio analizó la idea dada por su alteza, pero esta simplemente era complicada e imposible.
—Sinceramente alteza, yo sigo con la idea de que contraiga matrimonio.
El príncipe se acomodó mejor en su silla y volvió a negar con la cabeza.
—Parece que alguien te meto esa idea en la cabeza ¿no? — Eduardo trataba de intimidar a Patricio y si, lo estaba logrando-.
—N-no alteza, simplemente opino que el casarse es la opción más conveniente y fácil para obtener la corona.
—Dime quien fue ¿Acaso fue la reina la que te dijo que me convencieras?
Patricio no dijo una palabra más. Su silencio lo decía todo. En parte la reina tuvo que ver en eso, así como estaba de salud no podía tener una discusión con su nieto, era malo tanto para su nieto como para ella, por eso puso su confianza en Patricio, ella sabía que la mano derecha del príncipe y que lo fue del rey lo convencería para casarse y hacer las cosas conforme la ley.
—No su alteza, usted me tiene confianza desde años, así como el difunto rey la tenía, solo elijo lo mejor para usted y para Moldavia .
—Parece que estas tratando de convencerme Patricio, porque veo que sinceramente el contraer matrimonio es la única opción—el heredero volvió a alejar los papeles que estaban cerca de él.
Patricio sintió que la respiración volvía. Odiaba el hecho de no poder ayudar al príncipe, pero la palabra de la reina lo era todo y el no ayudarla en esta situación sentiría que le había fallado a la reina.
—Volviendo a esto su alteza, ¿Tiene alguna candidata para ser su esposa?
—Créeme Patricio que eso es lo que menos he pensado-.
-Entonces, ¿Quiere que organicemos un baile? -.
—¿Un baile? —el príncipe odiaba esos bailes, no se sentía cómodo ya que todas las mujeres que asistían no lo dejaban en paz en el resto del baile.
—Olvídalo Patricio, sabes cuánto detesto esos bailes, solo asisto porque la reina lo marca como protocolo.
—Una opción puede.... — Patricio se vio interrumpido por el heredero.
—Se quien es la indicada.
Patricio no dijo absolutamente nada. Si preguntaba quién era la chica el príncipe pensaría que sólo busca informar a la reina.
Porque, aunque muchos no lo creyeran, el príncipe era más inteligente que nada y estaba muy interesado en el mundo de la familia real.