Que comience el juego

1142 Palabras
XIMENA Conquistarme. Tyler. Un verdadero esposo. No hay nada real en esto. Puede llamar a este periodo de prueba. “citas” si quiere, pero lo único que busco es asegurarme de que encajaremos como codirectores ejecutivos. No hay necesidad de confundir el tema con el amor o el sexo, por muy peligrosamente atractivo que sea. Solo tengo preguntas que necesitan respuestas. Por ejemplo, ¿Qué le hizo llevarme a la sala de correo hoy? Prácticamente me arrastro escaleras abajo. Sea cual sea su razón, cree que es importante. ¿Estaba tratando de darme una dosis de realidad, de recordarme que no soy la única con problemas por aquí, así que debería aceptarlo? ¿O solo esta tratando de mostrarme su lado cálido y cariñoso? Si este último era su objetivo, en cierto modo funcionó. Tengo que admitir que Margarita y Tyler actúan adorables juntos. Casi como madre e hijo. La persona con la cara más imposible de la tierra sonreía ante su afecto. Y no es que alguna vez haya pensado que a Tyler le faltará integridad o amabilidad, solo los puntos más finos de la autodisciplina. Tengo muchas pruebas para creer que acercarme a él no será tan malo. Pero que puedo aventurar conjeturas todo el día, quiero escuchar la explicación de Tyler en sus propias palabras. Y, de todos modos, ya es hora de un cambio de tema. –¿Por qué me presentaste a Margarita? – pregunto. –Para mostrarte lo que está en juego– A pesar de anticiparlo por completo, su tono santurrón todavía me hace curvar los labios. –Como si no tuviera ni idea de la gravedad de este periodo de prueba: ver que tan bien podemos jugar juntos antes de comprometernos a formar un equipo. Estoy haciendo todo lo posible para hacerme amiga tuya así que…– Inclina la cabeza con una media sonrisa. –¿Solo amigos? Tengo la vista puesta un poco más alto– Vaya nunca lo hubiera adivinado, con sus constantes intentos de dirigir la conversación hacia el sexo. Arqueo una ceja con escepticismo. –La amistad es todo lo que necesitamos para lograr esto. Y prácticamente estamos empezando desde cero… En el mejor de los casos, diría que somos conocidos. ¿No crees que estás siendo un poco demasiado ambicioso? – –No– responde, con una sonrisa arrogante aún firme. Pongo los ojos en blanco. –Vaya. Tu arrogancia realmente no tiene límites– –Si puedo predicar con el ejemplo…– Su sonrisa lujuriosa deja claro exactamente donde le gustaría predicar. –Entonces no es arrogancia. Solo confianza– –¿Qué te hace pensar que querría algo más contigo? No eres exactamente mi tipo– Espero que me mire con complicidad, o tal vez me lance alguna insinuación leve. Lo que no esperaba en absoluto era: –Porque tengo una polla de veintitrés centímetros– Casi me ahogo con mi Martini por tercera vez. Balbuceo. –¿Se supone que ese número me impresione? – ¿De verdad espera que me crea este tipo de estupideces de estrella porno? –Es la verdad– ronronea, inclinándose un poco más cerca. –Y se como usarla. Junto con mi lengua, mis manos. Solo pregúntale a cualquier mujer con la que he estado– –Ahórrate los detalles. Te has follado a media ciudad de Nueva York. Estoy dispuesta a creer que aprendiste algo en el proceso– –Primero, no me he acostado ni con la mitad de Nueva York. Lo creas o no, soy bastante perspicaz. Segundo, en lugar de rumores, ¿Por qué no la ves tu misma? – Le lanzo una mirada escéptica. –¿Quieres enseñarme la polla? – –Si eso te ayuda a convencerte– Bebe las últimas gotas de su whisky y se levanta. –Vamos, vámonos– Lo miró fijamente. ¿Habla en serio? ¿Va a sacarlo de golpe? Miro a mi alrededor para ver si alguien me está mirando, luego me levanto y lo sigo hasta el pasillo trasero del bar, cerca de los baños, incapaz de comprender por qué demonios le estoy siguiendo la corriente. Esto es ridículo. Una vez que estamos a salvo en un rincón privado. Tyler se desabrocha el cinturón, se abre la bragueta y saca su manguera contra incendios. Santa madre de Dios. Me llevo las manos a la boca. Quiero jadear de la sorpresa, pero de ninguna manera voy a darle la ventaja. Tiene razón. Su polla es nada menos que enorme, y ni siquiera está completamente erecta en este momento. 23 centímetros puede ser una estimación conservadora de como se vería si estuviera dura. Debe destruir el ego de los hombres cada vez que entra en un baño. Y ni siquiera quiero pensar en lo que destruye con las mujeres… –Meh. He visto más grandes– me obligo a decir, luchando por mantener la compostura. Tyler se ríe entre dientes. –No lo creo, cariño– –Bueno, ese monstruo no se acercará a mi útero. No, gracias. Prefiero mantener mis órganos intactos– La sonrisa de Tyler se ensancha. –Lo dudo, pero para estar seguro, lo introduciré despacio y con cuidado. Pan comido. Además, tienes un buen seguro médico, ¿verdad? – –Eso no tiene gracia, Tyler. Ahora, guarda esa cosa o te la arranco– Intento sonar severa, pero mi voz temblorosa y mis mejillas rojas me delatan. ¿Por qué demonios no puedo dejar de mirarlo? Se ríe. Si, el idiota definitivamente puede ver a través de mí. pero el accede, metiendo a la bestia de nuevo en su guarida. Intento recomponerme mientras volvemos a la barra. Una vez sentada, con la mayor serenidad posible, digo: –Esto no cambia mi opinión, ¿sabes? – –¿En serio? ¿Para nada? – levanta las cejas. Por supuesto, ver su pene me impresiono. ¿Cómo no iba a hacerlo? pero que me condenen si acaricio su ego más de lo que ya lo he hecho. –Mira, todo esto de las citas es solo para demostrar que podemos vivir y trabajar juntos. No necesitas puntos extra– –¿Pero y si quiero? – –Tyler…– –¿Al menos estarías dispuesta a intentarlo? Podríamos empezar muy despacio. Establecer limites estrictos. Como, digamos…– Mueve la mano vagamente. –Nada más de la primera base– –Una prueba dentro de una prueba– digo lentamente, saboreando la idea. Soy un poco escéptica, pero supongo que no estaría de más jugar un poco. Siempre puedo dar por terminado el juego si me siento decepcionada. –Exactamente. Solo estoy tanteando el terreno. Podemos fingir que estamos de vuelta en la preparatoria o algo así. Tomo un largo sorbo de mi bebida, considerándolo. Luego respondo: –Lo pensaré– TYLER Que comience el juego…
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR