Temptation

-Sabes que te amo mucho hija mía –Dice mi mama sollozando mientras mi hermano mete las maletas en el carro que me dejara en el terminal donde emprenderé un largo viaje –Ay, mamá estas exagerando –Le dice Mike, mi hermano menor de greñas desordenadas y ojos verdes grisáceos, lleva puesta una camisa larga con mangas grises y simple jean, el que suele utilizar todos los días, en cambio mi mamá lleva un vestido de flores amarillas y toques de diversos colores que le llega hasta los pies, su cabello n***o recogido en una cola y una bandana en medio de la frente color purpura. Yo simplemente me puse un jean sencillo y una camisa negra – ¿Cuándo vendrás a visitarnos? –Me pregunta, mi tía le da toquecitos en la espalda para consolarla –Sabes siempre vengo cada vez que puedo, y siempre vendré cada que haya festividades –Mamá no se irá tan lejos solo está a 12 horas de viaje, fue peor cuando se fue a Argentina a estudiar Gastronomía –Y fue muy duro no poder ver a mi bebe durante todos esos años y ahora te vas de nuevo. -He estado aquí dos años desde eso mamá –Respondo metiendo el ultimo bolso que me llevaré al coche –Le doy un abrazo. -No entiendo para que te vas a trabajarle a otros por allá tan lejos teniendo tantos conocimientos en gastronomía que podemos emplear aquí –Veo la pequeña panadería al lado de mi casa con orgullo, cuando regresé aquí hemos empleado nuevos dulces que hemos puesto a prueba y ha sido todo un éxito, mi hermano tiene muchos planes de agrandarla y estoy contenta por eso –Regresaré con mucho dinero para invertir aquí Lila –Lila me aprieta aún más fuerte –Me avisas apenas llegues al terminal y luego allá la gran mansión –Así será –Mi hermano me abraza fuerte y me susurra –Ojala veas pronto que lo que haces es un grave error. Mi hermano era el único confidente de la verdadera razón por la que necesitaba irme, necesitaba respuestas, necesitaba saber de mi padre y tenía incluso ciertas sospechas de que podría seguir vivo el alguna parte. Sin embargo siguiera vivo o no, Mike se rehusaba a querer saber algo sobre su paradero y el plan que estaba llevando a cabo le parecía de lo más ridículo. -Veremos –Me suelto de su abrazo –Te extrañare, saludos a Lisa –Lisa era la novia de Mike con la que llevaba años, una buena chica que había ayudado mucho a Mike en estos años en todo lo que pudiera siempre estaba allí. Me monto en el carro, el cual me deja en el terminal donde tomaré un avión hacia otro estado, luego de allí me toca tomar otro carro hacia donde me quedaré o mejor dicho donde viviré en mis días libres, es muy cerca de la mansión ya que claro que no puedo dejar evidencias, fotos o algo por el estilo en aquella casa. El apartamento que alquile queda en una zona alejada de la ciudad, no tengo muchos vecinos ya que es un edificio pequeño de color blanco, cuando subo al piso observo el paisaje desde la terraza, se ve paisaje tranquilo donde no hay muchas personas, una de ella es lo que parece ser una pareja tomadas de las manos que llevan puestas unos patines y al lado se ve un señor mayor leyendo en un banquito, todo lo demás es pura vegetación y un pequeño parque de niños que se ve algo desolado en estos momentos, solo tiene una habitación pero es bastante grande al ser una matrimonial, me tiro en la cama, necesito prepararme para la entrevista de mañana, de eso dependerá el 100% de mi plan. No tengo opción, no hay plan B. Por la noche escribo las recetas que puedo preparar sin muchos ingredientes, la que me evaluará será la esposa del señor Ramiro, el dueño y jefe de esa casa. Armo también una pizarra en mi cuarto volteable con los nombres de las personas que viven en aquella casa, sin fotos ya que no tengo nada, al lado de una raya roja y larga pongo el nombre de mi padre “Armando Rosalez” “Muerto” coloco en letras más pequeñas, la volteo porque no quiero sorpresas ni malo ratos aunque lo que menos quiero que sepa alguien es que me quedo aquí. Me siento en el comedor en una silla giratoria la cual no tiene apoyo en la espalda, súper coqueta y súper incomoda. Inspecciono la lista minuciosamente. Debo ser la mejor. Me pongo mi pijama de oso panda con mi short que va en conjunto, peino mi largo cabello ondulado color n***o, veo mis pequeñas curvas frente al espejo, me paro en confianza frente a él y me digo. -Has trabajado en muchos buenos restaurantes de Argentina y te has entrenado con los mejores, esta prueba no es nada –Para luego caer en cama hasta la mañana siguiente. Me levanto temprano y decido ponerme una ropa casual, nada elegante, un vestido azul celeste sencillo, un moño, y unas zapatillas con un poco de tacón n***o. Algo que pase desapercibido, ese es el perfil que buscan cuando mi contacto me busco trabajo allí. Una persona muy discreta y que sepa que los ojos y los oídos deben mantenerse cerrados. Pido un taxi el cual se pierde al darle la dirección, hay muchas curvas en camino a la gran mansión, para alguien que quiera encontrarla no le tan quedaría fácil. Parece ser su propósito. Luego al fin llegar a donde se supone que es la zona un gran portón n***o se alza frente a nuestros ojos con un montón de escoltas en la entrada que observan el taxi con recelo mientras uno le cuchichea algo al otro. ¿Soy yo? O ¿Tienen mala pinta? Uno de ellos se acerca rápidamente al taxi. -Disculpe pero no puede estar aquí. -Tengo una entrevista de trabajo aquí, disculpe –Llamo su atención y se queda mirándome con las cejas fruncidas unos instantes. -¿Entrevista para qué? -Jefa de cocina –Me miro sin saber bien que decir. -Preguntaré y regreso –El tipo le cuchicheo algo al resto y tomó el teléfono colgado que había en la parte, pareció tener una conversación y regreso. -Bueno tú puedes entrar, el taxista no – -Está bien – Me baje dándole las gracias al taxista Camine lentamente al portón el cual se fue abriendo lentamente, me quede impresionada por lo que poco a poco veía a continuación. Un patio enorme en los cuales había bellos árboles y una gran fuente en el medio, imponente, con rosas a su alrededor y unas palmeras en las esquinas. En el suelo había un camino color naranja que llevaba a otros exteriores de la mansión y una de ella seguía un camino recto hacia la misma. La mansión se ve imponente de cerca, la puerta color blanca lucía pequeña ante tanta estructura y aunque fuese bastante grande, 4 columnas se imponían alrededor de dicha puerta sosteniendo la gran fachada de la mansión, arriba de la puerta se imponían una gran ventana más grande que la puerta tanto de ancho como de largo que ocultaba lo que había al otro lado por una cortina blanca, a cada lado habían cuatros ventanas, tanto arriba como abajo, las de abajo era más largas que las de arriba creyendo de primer momento que eran puestas, mientras que las de arriba eran de tamaño normal o lo que parecía ser normal para mí. Todas con el mismo color de cortina que la del medio. Se abren las puertas como en cámara lenta y veo una mujer rubia con el cabello bastante arreglado salir de ella con unos grandes tacones color n***o, una camisa color n***o formal y un pantalón a juego con su chaqueta color azul oscuro. Lleva puesto un  gran collar alrededor de su cuello y grandes accesorios, tiene los ojos maquillados con una sombra negra que le resalta bastante, la reconozco. Es la señora que conocí en internet hace meses cuando mi contacto le habló de mí y me recomendó para venir a trabajar a esta casa. Me sonríe gratamente y yo hago lo mismo. -Beatriz, un placer verte, disculpa la reacción del personal de seguridad pero ya sabes cómo es esto no podemos dejar pasar personas desconocidas a este lugar. -No se preocupe Señora Lucia, se cómo es esto. -Pasa ven aquí –Me señala hacia dentro –Deja las maletas allí mismo donde estás, le diré a mis empleados que te las lleven a tu cuarto. Apenas entro diviso la gran escalera en forma de caracol color blanca con bordes dólares, muy llamativa, la cerámica blanca luce brillante a cada paso que doy, subo la vista mirando al gran candelabro que ilumina todo el espacio. La señora Lucia me llevo al fondo de la habitación mostrándome la cocina, la cual no me causo menos impresión. En el medio se alzaba otro de candelabro con una gran encimera de mármol blanco y con gavetas del mismo color por todo el espacio, una gran ventana alumbraba la cocina que se veía hacia el patio. Pequeñas luces redondas en el techo terminaban de dar un bonito decorado. -¿Qué te parece? ¿No es lindo? –Lucia daba vueltas en círculos como si buscara venderme la cocina yo fuera una compradora de casas. -Es bellísima, todo este sitio es impresionante. -Ay –Refunfuñó –Seguro debes estar acostumbrada a cosas mejores, todos esos viajes que realizaste por Argentina te llevarían a ver mejores cosas que esta –Lucia tenía un punto ya estaba acostumbrada a tratar en sitios, así, restaurantes elegantes, presentaciones de comida en hoteles, visita a clientes en mansiones. Pero no por eso me resultaba menos impresionante. -Sonreí –Bueno puedo decirle que es de las más bonitas que he visto. -¡Tonterías!, lo dices para no hacerme sentir mal. Igual cualquier cosa que necesites lo podemos arreglar. Por los momentos ¿Cuándo te gustaría comenzar con nosotros? -Pensé que vendría hoy a una primera prueba… No traje mis maletas. -No te preocupes, le diremos a nuestros escoltas que vayan a buscarlas –Pensé rápidamente. -Cómo cree señora Lucia, aún no he decidido que me voy a traer. -Bueno, pero me gustaría que comenzaras hoy, esta cocina está hecha un desastre desde que la última jefa de cocina renunció –Eso era extraño, desde que mi contacto me lo dijo fue algo que me dejó pensando, sin embargo deje que siguiera hablando, Lucia pareció percatarse de lo extraño que me sonó –Empezó a llevarse ciertas cosas de la casa –Se encogió de hombros queriendo restarle importancia a la situación. En la cocina entró una señora de piel oscura, robusta con un uniforme color vino con una señora mayor con lentes que tenía el mismo uniforme. -Te presento a Silvana –La señora de piel oscura saludó –Y a Agatha –La señora con lentes me sonrió –Ellas serán tus ayudantes de cocina. Llevan años trabajando para nosotros, serán tus asistentes hoy. Y bueno tus jueces seremos mi hijo, mi esposo y yo. Es hora de almuerzo así que sabes que hacer, no dudo ni un momento de ti y tus capacidades pero mi esposo es poco más desconfiado para contratar personas así que lúcete. -¿Solo suelen cocinar para 3 personas? –Asienten –Bueno a veces tenemos que hacer grandes banquetes porque el hijo de Armando, Salvador a veces trae muchos amigos y hace fiestas –Mi contacto me hablo sobre él y Lucia también, ambos coinciden con que es caprichoso y a veces un completo desastre. Rápido pienso en una de las recetas que siempre hago. Montaditos de solomillo de ternera acompañado con pimientos. Y si hay queso brie, también. -Bien, necesito 4 medallones de filete de ternera, 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 diente de ajo picado finamente, 1 pimiento verde cortado en tiras finas, 4 pedacitos de baguette tostados del tamaño de los medallones y… sal y pimienta -Agatha y Silvana me miran anonadadas -¿También sabe si tienen queso brie? -No –Contesta Silvana. -Sí, -Mira de reojo a Silvana -Está en la estantería donde venden queso, ¿Cuántas necesita? Disculpe a Silvana a veces se le olvida ya que contamos con muchos tipos de queso. -4 rebanas de queso. -Ya se lo traigo, Silvana le sacará lo otro. Silvana y Agatha me cortaron y limpiaron lo que pedí sin embargo les dije que yo me podía encargar del resto, no era tan complicado de cocinar. Freír me tomaría la mayor parte del tiempo. De último la presentación, acomodé sobre los panes los medallones, los pimientos y el queso en forma vertical quedando uno encima del otro. Cuando estaba terminando el último plato la señora Lucia se acercó a verlos. -Desde mi oficina llega un olor, que no pude evitar venir aquí a chismosear Jajaja -Sonreí –Bueno, esto está listo. -Les diré a Silvana y a Agatha que vengan para que sirvan. -Ah si yo llevaré este. -¿Cómo crees? –Me preguntó con un tono de dolor –La jefa de la cocina no sirve los platos, bueno la anterior lo hacía pero el hecho es que tú no lo harás, tú estas un puesto más arriba aquí, te tratare como debes ser tratada.  No trabajan aquí todo el tiempo cocineras importantes. -Ay señora Lucia me lo dice como si fuera famosa o algo por el estilo. -Casi, de hecho es raro que una señorita como tu joven, bella, con influencia quisiera trabajar en un lugar como este teniendo tantas oportunidades. -Quiero experimentar algo un poco más sencillo, una vida tranquilla sin tanto ajetreo por los momentos –Lucia gripo los nombre de Silvana y Agatha que vinieron realmente rápido. -Pueden servir. -Si señora –Dijeron al unísono. -Tampoco te encargaras de fregar o algo por el estilo –Me pico el ojo –Puedes caminar por el patio mientras comemos y te damos el visto bueno. Así lo hago y me quedo encantada con la gran piscina que tienen en el patio trasero, con pequeños arbustos que están a su alrededor en pequeñas macetas resalta tu cerámica color gris, tiene una cuantas sillas del lado derecho con su respectivo toldo, del lado izquierdo se deslumbra un gran mueble de color gris que se ve bastante cómodo, paseo por los enormes jardines un rato vislumbrando mi nuevo lugar de trabajo. -Beatriz –Dice con el seño fruncido –A mi esposo no les agrado mucho tu comida -¡No, no!, mi plan no puede arruinarse solo por esto, debí hacer más fino, más refinado, acabo de perder mi única oportunidad. -Les encantó –Me sonríe y me abre los brazos abrazándome –Bienvenida a la familia Swart –Que broma de mierda –Sonrío hipócritamente. -Te muestro tu habitación, ven –Nos adentramos de nuevo a la mansión, cuando unos pasos parecen bajar poco a poco de la escalera, subo la mirada, un chico con una camisa morada formal con un botón desabrochado en la parte de arriba. Se asoma, tiene una coleta donde lleva amarrado su pelo rubio. -Ah, se me olvido presentarte a mi hijo y bueno luego será que te presente a mi esposo también, tiene ganas de conocer a las manos que nos brindaron tan buen almuerzo el de hoy. Pero bueno te presento a Salvador, Salvador te presento a la nueva jefa de cocina Beatriz. El será uno de tus jefes en todo caso Beatriz, igual que Ramiro -Si me hubieras dicho que la nueva jefa de cocina lucía tan bien, habría bajado antes.