Paso mi temor al rechazo por parte de mi hija a segundo plano tras darme cuenta que ha escuchado lo que Bruno a dicho, notando de quien viene acompañada. Veo a Bruno caminar hacia ella para explicarle pero le recibe con una dura bofetada, sé que no querrá escucharnos, pero también sé que no le permitiré salir de aquí acompañada de Félix. Sólo escucho la breve discusión que sostiene con Bruno mientras mis ideas revolucionan en segundos tratando de buscar la manera de que se quede a mi lado para protegerla aún sin saber si Félix es o no el sujeto detrás de toda esta confusión y amenazas continuas. —¿En verdad eres mi madre? —cuestiona María viéndome con sus ojitos enrojecidos al estar llorando. Comprendo su desconfianza después de escuchar decir a Bruno que nos hemos besado, lo que e

