Narra Alicia
No pasó ni un día cuando en las noticias estaban hablando sobre un cuerpo encontrado tirado en el río con una nota que decía:
"Todo aquel que se me meta conmigo paga las consecuencias, y todo aquel que sabe mi identidad termina muerto.
La hija de la Mafia"
Cada vez que alguien descubría mi identidad era tirado a un río, siempre con una nota. Pues nadie se metía conmigo era una de las mafiosas más respetadas y temidas, pero en el fondo también era muy buena persona, me gusta ayudar a la gente que lo necesitaba, solo asesino a la gente que realmente lo merece, y muy pocas personas saben mi identidad y eso solo pasa cuando yo quiero que se enteren.
Después de una semana seguí trabajando de mesera, me gustaba ese trabajo, porque la hacía creer a las persona que era una chica con una vida "normal", ahora había otra persona a cargo del restaurante donde yo trabajo, era un hombre mayor bastante agradable.
Me faltaba una hora para salir del trabajo, fui atender mi última mesa, era una pareja, que lo único que hacían era discutir. Le voy a pedir la orden cuando me doy cuenta que la persona que iba a atender era el hombre de ojos color miel que me había rescatado de ser atropellada.
Él hombre me mira y me sonríe (como si se alegrara de verme) y su novia me mira con enojo, obviamente estaba celosa por la forma en que aquel hombre me sonreía.
- Buenas tardes, ¿qué desean para cenar?, saludo lo más tranquila que puedo, ya que la chica me estaba haciendo enfadar por la forma en la que me miraba.
- Buenas tardes, yo quiero que dejes de coquetear con mi novio, me dice la tipa.
- Nadie está coqueteando con tu novio, aprende a no ser tan insegura y deja de ser tan grosera, le dije ya bastante molesta.
- Camila, cálmate, le dice aquel hombre.
- Y bien ¿ que van a ordenar?
- Queremos la ensalada césar y tu mejor vino, dijo el hombre.
- Perfecto, ¿algo más?
- El plato especial, por favor.
- Okey, en seguida les traigo su orden.
Me doy media vuelta y sin darme cuenta caigo al piso, la tal Camila había puesto su pie para que me callera, unos de mi compañeros de trabajo me ayuda a levantarme, y me dice que él atenderá la mesa que me valla a descansar.
Habló con mi nuevo jefe y le dije lo que había ocurrido, me dice me fuera a descansar y que volviera al día siguiente.
Salí de la oficina y me encuentro con Camila .
- Espero que hayas aprendido que nadie coquetea con mi novio, me dijo con burla.
Me acerco a ella, ya que eramos de la misma altura, y le susurro al oído:
- Acabas de cometer el peor error de tu vida, ella me mira asustada y yo solo le sonrío con burla.
Salgo del restaurante y me dirijo hacia mi departamento y llamó a Alex, le digo que investigue todo acerca de la tal Camila, luego de cortar la llamada me doy un baño y me voy a dormir.
Al día siguiente, llegó a mi trabajo y mi jefe me llama a la oficina furioso, resulta que la tal Camila le dijo que yo la había amenazado y que si no me despedía, lo dejaría en la ruina.
Salí del restaurante furiosa, estaba llegando al edificio y antes de subir a mi departamento, siento un paño en mi nariz, no pude defenderme ya que el líquido que tenia el paño me hizo desmallarme.
Cuando desperté, estaba en una cama semi acostada, amarrada con mis manos en la cabecera de está, estaba en una habitación muy lujosa, miro hacia todos lados hasta que me encuentro con unos ojos color miel, él me mira con una sonrisa con picardia y arrogancia y me dice:
- Bienvenida, mi nombre es Thomas Clark.