Capítulo 9

1181 Palabras

Miro de vez en cuando a Laura por el espejo retrovisor, me duele verla como está, callada, temblando con la mirada perdida, ella no es así. —La llevo a casa—digo. —No, no quiero ir a mi casa—dice con una voz apenas audible. —¿A dónde quiere ir? —No sé, llévame a tu casa—pide, llora un poco. No lo pienso y conduzco hacia mi casa, es pequeña y está casi abandonada porque hago vida en la mansión Villamediana, pero allí tengo equipos de primeros auxilios y podré ayudarla con sus heridas que se ven terribles. Siento un odio por ese maldito bastardo. Supe que estaba en problemas cuando atendí el teléfono y ella no respondía, hasta que la escuché decir esas cosas, la rabia me arde aún en el estómago, quería partirle la cara o abrirle el cráneo a ese maldito, no me importa que sea el senado

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR