Llegamos a un restaurante cercas de la oficina.
No queria que condujera lejos y menos con la bebé.
-Adelante- abrió la puerta del restaurante, yo cargaba a Amelie y el sostenia su bolsa de cosas.
-Gracias- dije apenas entre.
El lugar estaba casi lleno puesto que muchas de las personas que trabajan cercas lo frecuentaban.
-Buenos dias, ¿Que ordenaran?- se acerco un mesero.
-Quiero dos limonadas y dos especialidades- dije sin preguntar siquiera a Steven que deseaba.
-En un momento- y dicho eso desaparecio el mesero.
-Gracias por pedir...- dijo algo molesto.
-De nada- contesté de igual manera.
Si asi era con el, nunca podríamos pasar algo de tiempo si pelear.
Aunque la noche anterior no fue asi, conversamos tranquilamente.
-Dame a la pequeña- seguia molesto, su tono de voz lo decia todo.
-No, yo le dare de comer..- si estabamos peleando en un lugar publico.
-No, yo lo hare- se levantó y me quito a Amelie mientras que en su mano sostenia su biberón.
-Has lo que quieras- dije cruzandome de brazos.
¿Era normal que me molestara sin ninguna razón?
Mire mi teléfono, mi bandeja de correos marcaban seis, asi que el mejor momento para verlos en lugar de discutir con Steven.
-Es de mala educación estar con el teléfono en la mesa- dijo de repente.
Levante mi vista y ahi estaba alimentando a Amelie, la cuál parecia tranquila entre sus brazos.
-Pues yo...- estaba levantando la voz hasta que...
-Hola Angela- lo que me faltaba.
La trabajadora social.
-Buen dia señorita Miller- salude.
-Oh mira traes a la pequeña- acaricio su mejilla -Tu debes ser Thomas- miroa Steven.
-¡No!- me levante de inmediato -Disculpe, el es Steven quien cuida por el momento a Amelie- de por si tenia muchas mentiras como para salir con qur Steven era Thomas.
El cuál tampoco existía.
-Oh ya veo- sus mejillas se pusieron rojas.
¿Acaso estaba coqueteando?
-Un gusto señorita Miller- habia que reconocer que Steven no era feo y la trabajadora social no era vieja.
-El gusto es mío- dijo con voz dulce.
Lo que me faltaba.
-No se conocen muchos hombres que cuiden bebes- toco su hombro.
Lo peor es que Steven le sonrei de igual manera.
-Me encanta cuidar a esta bebé- dijo el con Amelie dormida en sus brazos.
-Lo he notado, pareces una persona muy dulce- ya basta de halagos. -Ojalá te vea en mi proxima visita- pero que rayos pasaba aqui.
-Espero estar ahi- contestó.
-Nos vemos Steven- se despidió -Ángela- me miro y se fue de ahí.
-Vaya, los bebes si que hacen a los hombres mas atractivos- dijo.
-Ni te lo creas tanto- gire los ojos, donde estaba mi maldita comida.
Aunque mi apetito de hubiese ido.
-Pues tu misma lo has visto- refuto.
Al parecer a alguien le gustaba sacarme de mis casillas.
-Si, lo he visto...- di por terminada la conversación.
-Me preguntó si estara en una relación- no lo estaba mirando.
-Que descaro el tuyo, tu tienes novia...- me detuvo.
-No, termine con ella- dijo serio, con que asi se le borraba la sonrisa -Ademas no pienso en salir con nadie en.un tiempo, solo me gusta hacerte enojar- se burló.
-Motivos suficientes para ver porque tu relacion terminó, eres un idiota, el mas grande...- me cruce de brazos.
-Claro que no lo soy y te lo demostrare- sus palabras sonaban a una promesa, la cuál me enganchó.
¿Que tenia Steven que me hacia pensar en su vida?
Nada fuera de lo común, tal vez esta amistad no funcionaria.
¿Por qué tuve que pedirle ayuda a él? ¿Por qué?