Capítulo 3

2149 Palabras
Miré a Claudia y dije —lo primero que vamos a hacer es que mantengas tu mente ocupada con las personas correctas, necesitas generar dinero y para eso es importante que trabajes y el Palacio será un buen lugar además para ocasiones especiales Estrella tiene unas habitaciones que, aunque son pequeñas, podrás quedarte ahí, te aseguro que estarás en un buen lugar mientras trabajas y te recuperas, también creo que hay un par de personas más que nos pueden ayudar, no puedes enfrentar a Sebastián sin pruebas y para eso tengo a las personas perfectas. —Como que tienes buenos amigos —respondió Claudia, mientras sus hermosos ojos cafés me miraban como con esperanza de que por primera vez probablemente veía una luz al final del camino. —Dicen por ahí que hay veces que es mejor tener amigos que tener dinero, pero ellos son como mis hijos, aunque según yo cuando tienes amigos y también algo de dinero ayuda un poco más —le guiñé un ojo y levanté mi mano para pedir la cuenta —¿Dónde están tus cosas? —pregunté. Claudia me miró y pude ver en sus ojos lo apenada que se sentía al tener que responder esa pregunta y dijo —Sólo tengo una maleta que dejé en un motel de paso donde pasé la noche fue lo único que podía pagar no se ni como terminé aquí —y después de decir eso casi como avergonzada bajó la mirada. —Yo no estoy aquí para juzgarte por el contrario vamos por tus cosas que no tenemos tiempo que perder después de eso iremos al Palacio. —¿Por qué haces esto por mi que soy una desconocida? —Digamos que el destino me puso en el lugar correcto y cuando termines con el tal Sebastián escribiré tu historia si me lo permites claro está, porque quiero que la gente sepa el tipo de basura que es él, pero también la gran mujer que mi corazón me dice que eres tú. —Pero mi historia no tiene un final… Interrumpí muy seria porque quería que entendiera —Tu historia la estamos comenzando a escribir así que tranquila que aquí faltan muchos capítulos todavía. Nos trajeron la cuenta, pagué y nos fuimos, la verdad es que cuando llegamos al lugar donde Claudia había pasado la noche sentí mucha tristeza y me di cuenta lo mal que estaba, la pieza parecía como sacada de una mala película, las paredes sucias, se notaba que las sábanas no habían sido cambiadas en algunos días, el baño tampoco estaba en buenas condiciones la verdad es que darse una ducha ahí si hasta daba miedo incluso hasta vimos un par de cucarachas caminar junto a una ventana que tenía la vista de un pequeño estacionamiento, con colores oscuros en una alfombra desgastada con un diseño que hasta mareaba y que casi no se distinguía bien en los colores por lo sucio pero que imagino en algún momento debió tener su encanto aunque estoy segura hace mucho ya lo perdió. Claudia guardó lo poco que había sacado en la única maleta que tenía con ella y partimos a la ciudad, aunque primero nos detuvimos en una tienda donde compramos algunas cosas básicas que imaginé necesitaría. Ya había pasado un buen tiempo desde mi última visita al Palacio y ver que Phil ya no estaba en la puerta porque ahora era asistente de Recursos Humanos me dio mucha alegría, acabábamos de entrar y de pronto escucho una voz familiar me giro y veo a Carmencita la esposa de Jeff Schuman uno de los dueños del hotel al verla no pude evitar abrazarla con mucho cariño. —Carmencita que bien te vez se ve que el amor te ha caído muy bien —le dije con una sonrisa. —Claro que si mi niña igual que a ti —me respondió —¿qué te trae por aquí? —me pregunta con su sonrisa que siempre la caracterizaba. —Vine a ver a Estrella, te presento a Claudia una amiga que esta buscando trabajo y ahora que Luz está a punto de tener a su bebé pensé que podrían tener aquí una oportunidad para ella. —Claro que sí, mucho gusto Claudia yo soy Carmen, pero todos me dicen Carmencita —y extendiendo su mano saludo Claudia quien volvía a sonreír, aunque tímidamente, pude ver con eso que sentía dentro de ella que tal vez por fin había algo mejor en su camino. Carmencita nos dijo que, de hecho, hasta ella había estado trabajando en el hotel durante los pasados meses, la convención de hoteleros se volverá a celebrar allí en un mes y necesitarán toda el ayuda que puedan conseguir. —Hablé con Luz temprano… —Creo que la vi conversando con Estrella en su oficina —y mirando a Claudia Carmencita dijo —Estrella es la jefa aquí, es muy buena persona no tengas temor, vengan conmigo vamos a su oficina. Claudia miraba todo a su alrededor el hotel es muy elegante y su nombre de El Palacio de seguro es perfecto, con unos pisos de mármol que parecían un espejo y unos enormes arreglos de flores, las columnas blancas con bordes dorados que simulaban oro, un lobby con un estilo elegante y clásico como de una película de época, de camino veo a Phil saliendo de una de las oficinas quien de inmediato se detuvo a saludarnos, esta vez ya no llevaba su antiguo uniforme de portero, ahora vestía un traje de sastre se notaba hecho a la medida que le daba un look clásico y elegante además se veía muy guapo vestido así, llegamos a la oficina de Estrella que estaba hablando con Luz y al vernos entrar se levantaron las dos a abrazarme me hizo sentir tan bien verlas felices después de que hubiesen vivido tantas cosas estoy segura de que cuando Claudia escuche sus historias y se de cuenta de la forma en la que han salido adelante le ayudará a superarse y encontrará la fuerza y también la inspiración que necesita. Cuando Estrella conoció a Claudia supo de inmediato que debía darle una oportunidad y también le asignó una de las habitaciones pequeñas para que tuviera un lugar donde quedarse y sin pensarlo dos veces Luz le ofreció que esa misma tarde le traería varios de sus uniformes mientras llegaban los nuevos para ella, al parecer todo estaba mejor para Claudia le dije que me comunicaría con Richard y Vicky, él ha sido como mi hijo ya que lo crie desde pequeño y ella es su esposa ambos son detectives y en ocasiones toman casos privados de seguro la podrán apoyar. Podía ver en la mirada de Claudia que algo estaba cambiando de pronto se sentía mas tranquila estaba en una habitación mucho mejor con todo lo necesario, tendría trabajo, algo de dinero, un lugar donde dormir y comer y también estaría a salvo para recobrar fuerzas porque si su intensión era enfrentar a Sebastián lo primero que debía hacer era recuperarse y renacer. Justo antes de irme Claudia se acercó a mí, me dio un abrazo y las gracias abrió su bolso y me entregó su diario diciendo —pongo en tus manos esto porque si quieres escribir mi historia es importante que me conozcas aún más, espero que a través de estas páginas puedas conocer quién soy, esto es mi vida por favor cuídalo mucho. Recibí esa libreta como quien recibe un tesoro preciado entendía con eso que Claudia confiaba en mi de corazón, era increíble que después de todo lo que ha vivido esa chica tenía un alma noble y buena que le permitía aun creer y confiar incluso en alguien a quien acababa de conocer. De camino a mi departamento llamé a Vicky y Richard, les comenté la historia de Claudia ambos estaban muy impresionados con todo lo que le había tocado vivir así que sin pensarlo dos veces decidieron ayudar, Vicky me dijo que buscaría ayuda para que cuidaran a sus niños y se comunicarían con Claudia, al parecer la parte que a mí me correspondía en esta historia ya estaba llegando a su fin, bueno al menos eso pensé, ahora Claudia estaba con las personas correctas en un buen lugar y si su intención era hacer justicia allí recobrará las fuerzas eso sin duda sería para ella un buen comienzo. Manejé las casi una hora para llegar de vuelta al departamento ya que el tráfico de la ciudad como siempre era un caos, nunca sentí ese tiempo tan largo, por momentos hasta quise detener mi carro y comenzar a leer pero decidí que lo mejor sería llegar a casa, apenas entré revisé mis llamadas quería saber cómo había salido todo con las reuniones de mi marido y por primera vez en mucho tiempo me alegraba saber que tardaría unas horas más, no acostumbro a beber y por un momento pensé que una buena copa de vino era necesaria y después me arrepentí quería estar completamente clara en mis ideas así que la taza de café número perdí la cuenta para ese día fue mi mejor opción y ya sin interrupción me senté en la sala y tomé esa libreta, abrirla era sentir que estaba entrando en la intimidad de alguien, esta vez no era una de mis historias creadas lo que encontraría en esas líneas eran los momentos y los recuerdos de Claudia, los buenos y también los malos y aunque la curiosidad me mataba sentía miedo porque conociéndome no podría evitar sentir su dolor. “Querido diario estoy feliz… feliz muy feliz perdona que por días no te escriba y mi primera página fue para contarte de los preparativos de mí fiesta de cumpleaños, la verdad es que lo pasamos muy bien, mami y yo hicimos unos pasos de música de los años 70, fue muy divertido hasta mi abuela se entusiasmó y eso si nos hizo reír a los cuatro, mi papi y yo bailamos “Tiempo de Vals” incluso bailé hasta con mi perro Coquito y mi gato Ramón, los otros no quisieron colaborar lo reconozco de seguro saben de mis dos pies izquierdos, comimos el pastel que por lo demás nos quedó muy rico y mi abuela me regaló una bufanda con gorro y guantes tejidos por ella, la verdad debo reconocer que le quedó bastante bien aunque deberé esperar unos meses para usarlo ya que aún no hace mucho frio, mami y papi tenían una hermosa medalla de oro grabada con mi nombre, lo único que oro que había tenido en mi vida eran mis aritos de bebé, sabes una cosa diario, la verdad que para mí esa pequeña fiesta era todo lo que necesitaba, no tengo muchos amigos y conociendo los chicos de mi escuela no los invitaría, no por sentir vergüenza de lo que tengo porque de seguro tengo mas que ellos de lo que verdaderamente importa, pero no soportaría que mis padres gastaran hasta lo que no tienen para que mis compañeros de escuela no lo apreciaran, es más para que además se burlaran porque sólo eso saben hacer, no me puedo imaginar mi vida sin mi familia. Por la tarde Luis vino a verme y me invitó un helado, caminamos por el parque llegamos junto al árbol más grande en el centro del lugar, estaba lleno de hojas, sus raíces que se asomaban de la tierra nos sirvieron para sentarnos, mientras comenzaba a ver que en corteza más de un corazón había sido tallado en algún momento por más de una pareja de enamorados, veíamos desde ahí como los niños jugaban a la pelota a lo lejos, de pronto sin decir más Luis me dijo que yo le gustaba mucho y que tenía mucho miedo de confesarlo ya que no sabía que era lo que yo sentía. No pude evitarlo y le di un suave beso en los labios, él tomó mi cara y me besó, yo se que para los dos ese fue nuestro primer beso de amor, fue tan bonito, sentí mariposas en el estomago como dicen por ahí, fue dulce y apasionado, ese beso que sabes que empieza y no quieres que termine, confieso que cerré los ojos y me imaginé todo con él pero se que aun somos muy chicos, después de eso me preguntó si quería ser su novia y yo por supuesto dije que sí, después de mi fiesta de cumpleaños ese era mi único deseo, Luis me regaló un peluche muy bonito de un osito, su madre a luchado sola por él, ella es madre soltera su padre la abandonó apenas supo que ella estaba embarazada así que siempre le dijo que él debía ser distinto y respetar a las mujeres. Luis dijo que hablará con mis padres para pedirles permiso de que sea su novia soy feliz… soy muy feliz”
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