bc

En los brazos del Sultán.

book_age18+
239
SEGUIR
3.2K
LEER
venganza
familia
arrogante
mafia
drama
bxg
pelea
campus
ciudad
Oficina/lugar de trabajo
sassy
villain
like
intro-logo
Descripción

Suleiman ha vivido toda su vida a la sombra de sus hermanos legítimos, siempre menospreciado, humillado y relegado. Entre todos, quien más lo marcó fue Alessia Konstantino, la prometida de su hermano Mustafa, cuya mezcla de ojos azul y gris y arrogancia implacable lo atormentó desde niño.

Pero cuando su padre, antes de morir, lo nombra Sultán de Al-Qadar, todo cambia. Suleiman podría rechazar la boda con la mujer que lo torturó durante años, podría vengarse con frialdad y dejarla en su lugar… sin embargo, decide jugar un juego mucho más peligroso.

Con astucia y paciencia, planea hacerla suya, humillarla, doblegarla y demostrarle que el poder puede cambiar de dueño. Lo que comienza como un acto de venganza pronto se convierte en un duelo de voluntades y pasión, donde ninguno de los dos está dispuesto a ceder, y donde el amor y el odio se entrelazan en una peligrosa danza de poder, deseo y traición.

chap-preview
Vista previa gratis
La esposa del bastardo.
Alessia Estaba feliz.Finalmente había llegado el día que tanto había soñado: mi boda con el príncipe Mustafa ibn Rashad Al-Hazim, soberano del reino de Al-Qadar.Bueno, más bien el nuevo Sultán —el mayor de los hermanos, el heredero legítimo. Le conozco desde que éramos niños; su padre, el fallecido Sultán Malik, mantenía estrechos lazos de negocios con el mío.Porque yo no soy cualquier prometida.Soy Alessia Konstantino, hija del Zar Stravos Konstantino, el hombre más temido de toda Grecia, cabeza de una de las dinastías mafiosas más antiguas y poderosas del mundo.En nuestra familia, el poder no se hereda: se conquista. Mi madre, en cambio, proviene de otra cuna de hierro: la mafia de Chicago.Mi abuelo es el rey de los Estados Unidos, y con semejante linaje, lo único que aprendí fue que el amor no basta. El amor se compra, se negocia, se manipula. Y hoy, yo voy a comprar mi trono con un anillo. He crecido como una princesa, rodeada de guardaespaldas, escoltas y lujos.Soy la única hija del Zar, la joya de su imperio, el retrato viviente de su adorada Zarina.Siempre protegida, siempre observada… y siempre obedecida. Pero eso se acabó.Hoy, por fin, gobernaré mi propio reino.Mustafa puede creer que me toma por esposa; lo cierto es que yo pienso gobernarle a él, y a través de él, a todo Al-Qadar. La iglesia resplandece bajo una cúpula dorada, inundada de incienso y murmullos reverentes. Camino del brazo de mi padre, con un vestido blanco de seda que cae como una cascada de luz sobre el suelo de mármol. Mis pasos son firmes, medidos. Cada sonido de mis tacones es un golpe de poder en la piedra sagrada. Veo a mi familia esperándome: mis hermanos, serios y orgullosos; mi madre, radiante y contenida; y mi padre… mi padre, el Zar, que me mira con una mezcla de orgullo y nostalgia. —Lista, pequeña —susurra, y su voz retumba en mi pecho como un juramento. Le sonrío porque sí, estoy lista.Lista para convertirme en la Sultana que hará temblar a los hombres.Lista para escribir mi destino con fuego y sangre y cuando las puertas se cierran tras nosotras, sé que el mundo está a punto de inclinarse ante mí. Camino entre la multitud con paso firme, dejando que el murmullo se rompa a mi paso como una ola de admiración. Las mujeres me observan con esa mezcla de envidia y fascinación, y los hombres no apartan la vista. Lo sé. Soy la hija del Zar, la futura Sultana de Al-Qadar. La música resuena en la iglesia, y las luces de los candelabros se reflejan en los cristales como pequeños fuegos.Entonces lo veo al final del pasillo, de pie frente al altar, la figura del Sultán. Lleva el traje ceremonial blanco y dorado, la gorra real con el emblema de su dinastía y una mirada que corta el aire. Pero cuando me acerco, mi sonrisa vacila. No, no puede ser, ese hombre no es Mustafa. No es mi prometido. Mi respiración se detiene un instante; siento el peso del silencio a mi alrededor mientras él me observa.Su cabello oscuro cae hacia la frente, y sus ojos —azules, fríos, intensos— me estudian con la calma de un depredador que ya ha ganado. —Bienvenida, Zarina. —su voz es profunda, grave, segura. Mi padre aprieta mi brazo con fuerza, casi imperceptiblemente. —Protégela con tu vida. El hombre asiente sin apartar su mirada de la mía. —Por supuesto, princesa. Siento cómo mi pecho se agita; no entiendo nada. ¿Dónde está Mustafa? ¿Por qué este extraño ocupa su lugar? Nos dirigimos al altar.El nuevo Sultán —o quien sea— toma mi brazo con suavidad, y un leve destello de burla se dibuja en su boca. —Sonríe, Alteza... —susurra, inclinándose apenas hacia mí— el reino te está mirando. Su tono es una mezcla de orden y provocación y aunque todo dentro de mí arde de ira y confusión, obedezco.Porque el juego acaba de comenzar y nadie, ni siquiera este impostor, va a arrebatarme mi corona. Cuando llegamos al altar, el silencio se hace absoluto. El sacerdote —un hombre de barba blanca y túnica dorada— alza la voz con solemnidad: —Estamos reunidos aquí para celebrar la unión sagrada entre Su alteza Alessia Konstantino Santoro y Su majestad el Sultán Suleiman ibn Rashad al-Hazim. Mi corazón da un vuelco . Mi mente grita que algo está mal, pero no puedo moverme ni hablar.Siento los ojos de todo un reino sobre mí, el peso de la historia aplastándome los hombros. Suleiman no aparta la mirada. Su rostro es sereno, casi arrogante, y hay algo en su manera de observarme que me enfurece: no es respeto, es dominio.A mi lado, mi padre mantiene su postura firme, sin un solo gesto de sorpresa. ¿Lo sabía? ¿Ha permitido esto?¿Ha entregado a su hija sin advertírselo siquiera? El sacerdote hace una señal, y un sirviente se acerca con una bandeja de plata.Encima descansan los dos anillos: uno de oro blanco con diamantes para mí, otro más sobrio, tallado con el sello del Halcón de Al-Qadar para él. La ceremonia prosigue, cada palabra medida, cada gesto observado por centenares de ojos. —Que estos anillos representen el vínculo eterno entre nuestras casas —declara el sacerdote— y el deber de proteger, honrar y gobernar con justicia. Suleiman toma el anillo que me corresponde. Sus dedos rozan los míos; su contacto es firme, casi posesivo.Me mira sin pestañear mientras desliza el anillo en mi mano. —Con este símbolo te tomo como esposa, Alessia Konstantino Santoro. Su voz es profunda, segura, con esa cadencia que hace temblar a quienes la escuchan. Yo sostengo la mirada, sin dejarme intimidar. Tomo su anillo y repito la fórmula con una sonrisa que apenas disfraza mi rabia. —Con este símbolo te tomo como esposo, Sultán Suleiman ibn Rashad al-Hazim. El silencio que sigue es tan pesado que podría cortarse.Nos observan los ministros, los embajadores, las cámaras del reino. Todo debe parecer perfecto. El sacerdote levanta las manos. —Que Alá bendiga esta unión. Que reine la paz entre ambos imperios. Los invitados se ponen en pie.Aplauden, vitorean.Suleiman me ofrece el brazo; debo tomarlo.Lo hago, y él se inclina hacia mí apenas unos centímetros. —Tranquila, Sultana —susurra—. Nadie notará que estás furiosa… salvo yo. Le lanzo una mirada helada. —No te equivoques, Sultán. No estoy furiosa… sólo tomando nota. Su sonrisa se ensancha, peligrosa. —Entonces estamos iguales. Es solo el comienzo de tu infierno, ahora eres la esposa del bastardo al que desprecias desde que eres una cria.— Él beso mi mano Nos giramos hacia el público, saludamos, y las puertas del templo se abren inundando de luz la nave.Afuera, la multitud aclama, los pétalos caen, los músicos entonan el himno de Al-Qadar y mientras camino del brazo del hombre que no elegí, sólo una idea retumba en mi mente: Si Suleiman piensa que me ha vencido, aún no ha aprendido quién soy.

editor-pick
Dreame - Selecciones del Editor

bc

30 Days to Freedom: Abandoned Luna is Secret Shadow King

read
310.7K
bc

Too Late for Regret

read
289.4K
bc

Just One Kiss, before divorcing me

read
1.7M
bc

Alpha's Regret: the Luna is Secret Heiress!

read
1.2M
bc

The Warrior's Broken Mate

read
138.0K
bc

The Lost Pack

read
402.2K
bc

Revenge, served in a black dress

read
147.9K

Escanee para descargar la aplicación

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook