La noche fue emotiva en un punto descansaban en la sala, ella se había vuelto a vestir para salir con él a la terraza, él la miró soltar algunas lágrimas y fue a abrazarla, deseando ser conmovedor. Y lo logró. —Te amo, mi pequeña —susurró contra su cabello—. Sé que el otro día no lo dije, pero es así. Hay muchas cosas que me cuesta expresar... pero confía en mis acciones. Espero que siempre notes que te amo. Y, además... te tengo otro obsequio. Sacó una pequeña caja de su pantalón, similar a la de un anillo. Al abrirla, reveló un delicado dije en forma de llave, plateado, decorado con piedras brillantes. Lo sostuvo por una fina cadena también plateada y le pidió que se acomodara para ponérselo. —Esta es la llave de mi vida —dijo con solemnidad—. Es simbólico, pero quiero que sepas que j

