La Novia de Cuatro Demonios

este libro está en pausa temporalmente, no se publicará por un tiempo y no está terminado Narra Phoenix —¡Ander!— Gemí cuando estaba tan cerca de llegar. —¿Si nena?— Preguntó debajo de las sábanas mientras me lamía el clítoris. — Quiero que me folles duro. Escuché su risa antes de salir de las sábanas y me miró sonriendo antes de acomodar su m*****o en mi entrada y empujar tan fuerte que me tuve que aferrar a sus hombros anchos mientras que su largo cabello rojizo con rizos caía sobre mi. Sus cuernos solo lo hacía más sexy y más caliente al igual que su cola que ya sé que uso caliente le pueden dar. — ¿Pediste esto my desire?— Preguntó Ander comenzando a moverse deliciosamente y yo me apreté hacia él. — Si.— Gemi sintiéndome como algo que se derretía cada vez que él me penetraba. — Primero Alistaire, luego Asher, después Aramis ¿Y ahora yo? Todo en una sola mañana, si que tienes mucha hambre de sexo, my desire y eso solo nos vuelve más locos por ti.— Comentó contra la piel de mí hombro. Si bueno, habían pasado dos días desde la unión y apenas salimos de la habitación, hemos estado ocupados en reforzarla y eso quiere decir que hemos estado follando como conejos como una vez ellos me había dicho. Literalmente la unión es como un afrodisíaco, si estamos en una misma habitación lo único que vamos a querer es tener sexo duro y salvaje. — Al parecer necesitas estar llena todo el tiempo, my desire.. Y no se equivocaba, cuando no están dentro de mí se siente como un vacío frío y realmente no me gusta. — ¡Más duro Ander! Los cuatro tenían casi igual de grande y grueso su masculinidad, al principio me asustó por como iba a entrar eso en mí pero ahora se siente perfecto. Aunque a veces tenemos sexo con ellos unificados y, aunque me gusta verlos juntos, mas me encanta tenerlos por separado, me encanta ver la peculiaridades de cada uno. —¿ Asi? Entonces él dio una embestida sus me envió directo al orgasmo que se había estado preparando para Ander, quién tampoco tardó en llegar. Ambos ya habíamos llegado a lo máximo del clímax sintiéndonos complacidos. — Me encantas Phoenix, realmente me encantas.— Dijo sonriendo para besarme levemente.— Y aunque yo estoy muy satisfecho, tu debes desayunar, ahora. —Mmm y yo que quería otro round.— Dije jugando con su cabello pelirrojo. — Cariño, sabes que no te negaría nada si no se tratara de tu salud pero tienes que comer, un poco al menos y luego haremos lo que tú quieras. — Está bien.— Dije sin ganas de salir de donde estaba y Ander se retiró de mí. — Ánimos, los demás te están esperando. Yo asentí y me puse la bata de seda negra mientras él se ponía los pantalones. Andaríamos desnudos sin importar nada porque los cinco nos sentimos a gustos cuando lo estamos pero, eso siempre nos lleva de vuelta a la cama y ellos querían que coma así que no sería buena idea si estaba desnuda. — Ven, my desire.— Dijo tendiendome la mano. Yo la tomé y lo seguí, aún nos quedamos en la habitación temática, realmente amaba está habitación. Ahora caminábamos hacia la sala contigua que es donde los demás estaban desayunando o haciendo alguna cosa mientras nosotros hacíamos el amor. — Hola, ya volvimos.— Dijo Ander mientras entrábamos. Alistaire estaba en el sofá leyendo unos libros, mientras que Aramis jugaba uno de sus jueguitos antiguos y Asher estaba dibujando, aunque tengo la impresión que ninguno estaba concentrado en sus actividades realmente. — Ven a comer, amor.— Dijo Alistaire levantándose tomando mí mano para guiarme a la pequeña mesa donde estaba mí desayuno. — Lo que me encanta de esto son los "buenos días".— Dijo Aramis mirándome pervertidamente y yo me sonrojé porque esos "buenos días" son en realidad una buena follada.—¿Por qué usas bata, cariño? — Porque si estoy desnuda volveremos a tener "los buenos días" de nuevo.— Comenté riendo mientras me sentaba en el regazo de Alistaire. — Es una lástima, yo quería verte desnuda mientras desayunabas.— Dijo haciendo un puchero tierno. Este chico realmente es un verdadero demonio, es tierno pero a la vez tiene una increíble mente perversa ¿Y saben que es lo peor? Es que siempre me convence que lo complazca. Negué antes de abrirme la bata revelando mis pechos a lo que los cuatro gimieron. —¿Feliz?— Pregunté viendo cómo volvía a tener una erección dentro de sus calzoncillos y su mirada era hambrienta. — Muy feliz.— Dijo embobado. — Ahora nadie puede negar que eres el más mimado de los cuatro.— Dijo Ander riendo. — Ah pero tú también te aprovechas de mis caprichos.— Le contestó Aramis y yo ya veía una pelea de nuevo. — Come amor.— Dijo Alistaire llevando un trozo de fruta a mí boca, me encanta cuando me alimentan que es lo que vienen haciendo muy seguido. — Deberíamos salir más tarde del cuarto, casi no he podido hablar con tu madre.— Dije mirandolo. — Mmm nuestros padres y hermanos entienden que tenemos que reforzar mucho el vínculo.— Contestó dándome otro bocado.— Pero será bueno ahora ti tomar un poco de aire. — Aún me resulta un poco vergonzoso que sus padres sepan que estamos praticamente follando todo el día.— Comenté sonrojada. — Y toda la noche.— Dijo Ander con una sonrisa pervertida. — El vínculo lleva tiempo para reforzarlo, por ahora es un poco débil así que no podemos estar lejos entre nosotros por mucho tiempo.— Me contestó Asher sin despegar la vista de su dibujo.— Pero tienes razón, es tu primera vez en Đavholeg, deberíamos mostrarte nuestras costumbres supongo que tienes curiosidad. — Creo que cualquier humano tendría curiosidad al estar aquí, incluso su comida es interesante.— Dije viendo la fruta azul en el exterior peor roja por dentro. — Recuerdo que tuvimos la misma sensación cuando fuimos al mundo humano la primera vez.— Dijo Ander.— Todo nos parecía tan raro. — Especialmente su cielo.— Recordó Asher.— Nosotros tenemos dos lunas y un sol y ustedes tienen una luna y un sol, además del color de su cielo. — Ahora siento lo que sintieron ustedes.— Dije riendo mientras tomaba el té. — Phoenix.— Dijo Asher serio de pronto dejando su dibujo.— Sabes que ahora eres nuestra esposa ¿Verdad? — Como si pudiera olvidarlo.— Dije riendo mostrando mí anillo, "el anillo maldito", en mí dedo anular. — Bien, pero también sabes que no podemos estar separados por mucho tiempo así que tendremos que.. —¿Vivir juntos?— Lo interrumpí y él asintió.— Supuse que me lo iban a pedir pronto. —¿Y que piensas de eso?— Preguntar Alistaire en mi oído. — Pues que seguramente tendré una gran discusión con mi madre porque me iré a vivir con mis cuatro esposos. —¿Lo dices enserio?— Pregunta Ander feliz. — Sabemos que igual buscarían la forma en que me quedara con ustedes. — Si pero pensamos que sería más difícil convencerte así que ya ideamos un plan para hacerte cambiar de idea.— Dijo Aramis y yo me reí. — Oigan cuando dije que "si" sabía lo que estaba aceptando. — Ahora lo sabemos, ángel.— Dijo Asher para levantarse y besarme castamente. — Y realmente lo agradecemos, te amamos nena y te haremos feliz ... siempre. — Yo también los amo y no dudo que me harán feliz, ya lo hacen. Y era verdad, los amaba y ahora me sentía como si estuviera en casa, en mi hogar sana y a salvo, rodeada por ellos. Por mis esposos, por los amores de mi vida. Quiero quedarme con ellos... Para siempre.