Capitulo 03

2204 Palabras
Emma Escucho la alarma lejos muy lejos pero poco a poco lo escucho más cerca de mí hasta que desperté. Me estiro tratando de que la pereza se vaya y es cuando recuerdo la reunión de hoy. Me levanto rápidamente de la cama con una sonrisa en mi rostro, hoy es mi primer día para impresionar tanto a la agencia para la que trabajó como al dueño de la empresa. Tomó una ducha y preparo rápidamente el desayuno para luego cepillame y luego vestirme con una blusa manga larga lisa de color amarillo pálido y una falda dos dedos más arriba de las rodilla ajustada al cuerpo, unos tacones negros no muy altos y un maquillaje ligero y presentable, dejo suelto mi cabello y sonrió mirándome al espejo,estoy lista. Tomo las carpetas y los diseños para ir al auto. Solo espero que todo salga bien, estoy que muero de los nervios, mis manos sudan y tengo esa manía de morder mi mejilla o mi labio. -Calma Emma, todo saldrá bien - susurro para mi misma. Después de varios minutos me estaciono enfrente de la empresa D.E Morgan's. -Bien, aquí vamos - susurro y camino entrando al interior de la empresa, hay muchas personas, van y vuelven con carpetas en sus manos, y otros hablan. -Buenos días - dice una mujer y giro. -Oh, usted debe ser la señorita Hills - asegura y sonrió. ¿Cómo es que lo sabía ? -Así es,¿usted es? - pregunto y ella cambia las carpetas para el otro brazo y me tiende la mano. -Carmina la secretaria del Jefe - dice y asiento con la cabeza. -Un gusto Carmina - digo y ella sonríe. -Bien, sígame, la están esperando en la sala de juntas - menciona mientras caminos hacia el elevador. Vaya aquí saben todo . -Gracias - digo y ella asiente con la cabeza. No he visto aún a Leonardo, será que ya está allá esperándome, pero no he llegado tarde estoy cinco minutos antes de la hora dicha. Al salir del elevador miro a todos lados y veo que si necesitan una remodelación, parece que el antiguo dueño o quizás el mismo de ahora no tuvo tan buen gusto al remodelarlo. -Disculpe, ¿usted no sabe si el señor Leonardo ya está aquí? - pregunto y ella frunce el ceño. Justo iba ella hablar cuando abren las puertas y por él se asoma un señor de unos casi cuarenta le pondría yo. -Buenos días señorita Emma, la esperan - dice y es la misma voz de anoche. -Buenos días Señor Julio - saludo amable al reconocerlo y él sonríe dejándome pasar. Al entrar veo a un hombre de espaldas y al girar quedó impactada, no puede ser él. Mi mundo se detiene en ese instante. Ese es Dylan, mi Dylan, su rostro es más masculino, ya no es el mismo de antes, bueno es obvio no, su cuerpo se ve más tonificado, esta realmente hermoso, dios que precioso está este hombre. -No me vas a saludar muñeca - dice con una sonrisa y me lanzo a sus brazos sin pensarlo dos veces. Como lo extrañaba y ahora se que aun sigo amando lo, lo amo. Siento que se me va a salir el corazón. -Dylan, dios que casualidad - digo mientras me separo de él. -Ya sabías que era yo verdad - digo y él ríe. -Digamos que si - dice y lo abrazo otra vez. -Te he extrañado tanto - susurro y él se tensa. Creo que le incomodo lo que le dije, me separo de él y sonrio de lado. -Estas muy hermosa - dice mirándome y mis mejillas se calientan. -Ven, te mostraré el diseño que tengo planeado para tu empresa - digo cambiando el tema y así tomando asiento y él hace lo mismo. -No creo que tengo que verlo, se que harás un buen trabajo - asegura mirándome y sujeta mi mano. -Yo, esto, de todos modos prefiero que lo veas - digo sonriendo sonrojada y aparto mi mano para tomar las carpetas. Dylan solo me mira lo cual hace que mi corazón se acelere rápidamente, sus ojos negros me miran como si quisiera descubrir mis pensamientos, su mirada siempre ha logrado intimidarme. Después de dos horas comentando le sobre mi diseño y todo lo demás, espero ansiosa a que hable. Dos horas aquí hablando por dios . -Ya lo dije,no tenía que ver nada, estoy satisfecho con lo que vi - dice seguro y sonrió. Y en ese momento recuerdo que no vi a Leonardo hoy aquí. -Gracias pero esto no lo hice sola, no entiendo por que no llegó mi compañero de trabajo - digo mirando la hora. -Quizás tuvo algún inconveniente - dice restándole importancia y tuerzo el labio. -Lo llamaré - digo buscando mi celular. Al mirar a Dylan veo que está muy serio. Suena una dos y tres hasta que contesta. -Emma, por qué nadie me avisó que cambiaron la hora de la reunión - dice molesto o casi grita haciendo que aleje un poco el celular de mi oreja. -Buenos día para ti también - bufo molesta. -No lo sé pero no tienes por que gritar me Leonardo - digo seria y Dylan me mira fijamente. -Disculpa es que me molesta saber que son unos incompetentes, como es que no me avisan a mi - dice molesto y suelto un suspiro. -Tengo buenas noticias - digo cambiando de tema. -Nos dieron el trabajo - digo con una pequeña sonrisa. -Felicidades hermosa, sabía que lo ibas a lograr, ¿que dices si lo celebramos? - pregunta y me rasco el cuello. Cuando algo me incomoda hago eso o cuando estoy frustrada y Dylan solo me mira así que aparto la mirada incómoda. -Pues - digo y él me interrumpe. -No acepto un no Emma, anda vamos, hay que festejar que han aceptado tu diseño - insiste y sonrio de lado. -Está bien, ¿a qué hora nos vemos? - pregunta Dylan se levanta bruscamente del asiento y lo miro sin entender. -A las ocho paso por ti hermosa - dijo y sonrio de lado. -Perfecto, adiós - digo y cuelgo para soltar un suspiro. En realidad no quería salir, pensaba ir donde nana y pasar el día con ella y los niños, pero bueno aun puedo ir con ellos y después ir al departamento,no se por que tengo un mal presentimiento con esta salida. -¿Es tu novio? - pregunta al instante y lo miro. -¿Quién? - pregunto confundida. -Con él que hablabas. - dice serio y niego con la cabeza. -No, es solo un compañero de trabajo - digo mientras recojo las carpetas. -¿Hace cuánto se conocen? - pregunta mirándome y lo miro. -Como tres meses pero eso no viene al caso señor Margan, no creo que esta reunión sea para hablar de mi vida personal - digo divertida y él sonríe. -Tiene usted razón señorita Hills - dice de igual manera y río. -Pero la reunión ya acabó,¿tiene algún pendiente? - pregunto y él niega con la cabeza. -Puede no tenerlo siempre ,y cuando sepa para que me pregunta - dice y sonrió. -Deberíamos ir a almorzar con nana¿ te parece? - pregunto y él asiente con la cabeza. Agarra sus cosas y yo las mías ordenando lo que falta y luego él aparece listo para abrir la puerta y solo lo sigo en silencio… Salimos de la sala y afuera está el señor Julio, al llegar hasta la secretaria Dylan habla. -Carmina, cancela cualquier pendiente que tenga para hoy - ordena serio y ella asiente con la cabeza. -Claro Señor - dice y Dylan se acerca a mi y sujeta mi mano. Siento como pasa una corriente por mi cuerpo y sonrio nerviosa. Salimos en compañía del señor Julio quien maneja el auto. -Emma - llama Dylan y lo miro. -Dime - hablo mirándolo con atención. -¿Piensas quedarte?- pregunta curioso y muerdo mi mejilla. -Pues no lo sé, hay otros planes después de terminar con el proyecto de tu empresa, pero aun así no lo sé, me siento muy cómoda en New York - aseguro y él sonríe. Dylan sujeta mi mano y le da un ligero apretón. -Cualquier decisión que tomes sabes que te apoyaremos - asegura y sonrio aunque en realidad me sentí muy triste. Pensé que tal vez, no se quizá había una posibilidad que él me pidiera que me quedara o no se, en fin mi mente siempre imaginando estupideces. Retiro mi mano y asiento con la cabeza. -Lo sé y, gracias - digo y él asiente. Un par de minutos después , Julio estaciona el auto enfrente de nuestro viejo hogar, que lindo es volver a este lugar, puedo decir que pase muchos años llenos de cariño y alegría, apesar de no conocer a mis padres ni saber nada de donde vengo, estoy feliz que Amelia haya sido esa mujer ejemplar en mi vida, la amo y ella siempre se comportó como una figura materna para todos nosotros. -Mi amor, has vuelto, pensé que no vendrías tan pronto - dice mientras me abraza fuerte. -Cuando no esté trabajando tratare de venir mi hermosa - digo para dejar un beso en su mejilla. De pronto aparece Dylan y ella lo abraza también. -Han venido juntos - pregunta mirándome cómplice y niego con la cabeza mientras sonrió. -Si nana, el señor Dylan Morgan resultó ser mi jefe - digo mientras tomo asiento y ella sonríe feliz. -Dios que casualidad - habla alegre. De pronto un celular empieza a sonar y es él de Dylan. -Ya vengo - dice mirándonos y se levanta. Mientras hablo con nana aunque en realidad esté más pendiente de la conversación de Dylan el cual solo puedo escuchar muy poco. “En el mismo hotel de siempre Stephanie “lo escucho decir y mi corazón se estruje de dolor y rabia. Él está saliendo con alguien, pero era obvio no él, es muy normal que tenga a alguien en su vida. ¿Por qué demonios le pongo tanta importancia? -Mi niña¿ estás bien? - pregunta nana y la miro. -Si estoy bien nana - digo triste y ella sonríe de lado. -No debería de meterme pero deberías dejar eso atrás mi amor, no es bueno para ti - dice mientras sujeta mi mano y asiento con la cabeza. -¿De qué hablan? - pregunta Dylan sentándose a un lado de nana y ella sonríe. -El almuerzo está listo, vamos - pregunta Amelia y me levanto. -Vamos - digo mirandola. Mientras nana le da de comer a un grupo de niños Dylan me acompaña a mi. -Emma,¿qué tienes? - pregunta y sigo alimentando a una princesa de tres años, es preciosa. -Nada - hablo sin darle importancia. -Te conozco y te ves distraída y tal vez molesta - dice y suena más como una pregunta lo último. -No es nada - digo y me levanto. No hablamos más y después de alimentar a los pequeños, Dylan ayuda a los niños a tomar un baño y yo a las princesas. -Gracias cariño, no saben lo que tardo todo los días, a pesar de tener aquí a dos enfermeras que me ayudan en todo, ellos son muy necios y si yo no estoy ahí no quieren nada - dice dice toda y sonrió. -Pero quien no va amarte si eres la mejor - aseguro y una lágrima sale por sus ojos. -No sabes lo orgullosa que estoy de ustedes - dice feliz y la abrazo. -Estoy muy agradecida contigo nana sin ti no seria nadie - aseguro y ella solloza. -Nana no llores - digo limpiando sus lágrimas y ella sonríe. -Ah, sabes que soy una llorona hija - dice y sonrió. -Bueno yo me tengo que ir - digo y aparece Dylan. -Oh bueno mi niña, ven pronto cariño, cuidate bien - dice y la abrazo. -Claro nana - digo y beso su mejilla. -Dylan cariño ,¿tu también te vas? - pregunta mirándolo y él asiente con la cabeza. Ahora que lo recuerdo fue mala idea venir en el auto de Dylan, deje mi auto en la empresa, ah que tonta. Nos despedimos de nana y yo voy en búsqueda de un taxi. -Emma, ¿a dónde vas? - pregunta sujetando mi brazo y me suelto. -A buscar un taxi - digo obvia y él frunce el ceño. -Yo puedo llevarte - dice señalando el auto y niego con la cabeza. -No tienes porque molestarte Dylan yo puedo ir en un taxi además me imagino que tienes alguna cita que atender, así que adiós - digo y me subo al taxi sin dejarlo decir ni una sola palabra. Quizás no debí decir eso, pero no me aguante, estoy que destruyó todo a mi alrededor por estúpida, siento rabia al ser tan tonta, solo a mi se me ocurre hacerme ilusiones que obviamente nunca va a pasar. Llego al departamento y veo la hora, son las cinco de la tarde, aun faltan unas horas para que venga Leonardo, ni siquiera se si aun quiero ir, pero ya no puedo decirle que no.
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