Después de pensar un poco y dar un par de vueltas en la cama, por fin me ganó el sueño y pude descansar, de verdad que estaba agotado, el día había sido algo caótico, casi mis planes se van al diablo, si no hubiera sido por aquella persona que me cedió su cupo no sé qué hubiera sido de mí. Estaba totalmente agradecido, si llegaba a saber quién era le daría un enorme abrazo.
La alarma comenzó a sonar, tenia mucha pereza de levantarme, pero tenia que arreglarme para ir a la universidad, tenía que terminar los tramites de la matricula para así poder comenzar las clases, no quería atrasarme en nada, y tenia que comenzar ya mi plan. Me di una ducha, me puse un jean con un suéter, aunque sabía que entraría a una de las mejores universidades del país no quería perder mi esencia, no quería llegar a aparentar algo que no era… tomé algo ligero como desayuno y me dispuse a ir a la parada de autobús.
Después de un rato de ir en el autobús por fin pude llegar a la universidad, veía como todos esos niños ricos llegaban en sus autos de lujos, con su ropa de marca y sus egos por el cielo. Tomé un respiro y me dispuse a bajar del autobús, aquí comenzaría todo hoy sería el comienzo de mi plan para vengarme de aquel maldito que me arrebato a mi padre y toda mi felicidad…
-¡Hola! ¿Cómo te terminó de ir ayer? -Cuando estaba entrando a la universidad una voz llamó mi atención, me gire a ver y era Franco con un chico más.
-Bien… ¿Y tú? ¿Qué tal esos golpes? -Le dije con una sonrisa.
-Pues… ya ves, estoy mejor -Me dijo también con una gran sonrisa.
-¡Bueno! Te dejo, tengo que ir a admisiones a llevar unos papeles para finalizar el proceso de matricula -Le dije, con la esperanza de que me dijera que había sido él, el que me cedió su cupo, pero estaba muy confundido… si había sido él ¿Por qué estaba aquí?
-¿Enserio? ¿Al fin pasaste? Que suerte tienes… -Me dijo.
-Si… anoche cuando llegue a donde estoy viviendo recibí una llamada de la universidad, me dijeron que alguien me había cedido su cupo, que tenia que entregar unos papales para así, poder terminar el proceso de matricula y recibir la beca, quise saber quién había sido la persona tan amable, pero la chica no me dio ninguna respuesta…
-Eres alguien con mucha suerte, tuviste que haberle caído muy bien a esa persona… ¡Oh! Por cierto, no los he presentado… este es mi mejor amigo se llama Guido Rossi, también va en el mismo año y carrera que nosotros -Su amigo se veía totalmente diferente a él, algo más rudo, pero sabía que Franco no se juntaría con alguien que le gustara el problema. Me presenté.
-¡Hola mucho gusto! Soy Luca Russo -Le dije estirándole la mano, él la tomo me dijo su nombre y me dio una gran sonrisa.
-No te entretenemos más… nos vemos después -Me dijo Franco mientras se alejaba, yo tenia que ir a la oficina de admisión así que seguí mi camino.
Mientras iba caminando iba organizando los documentos de la manera en que me habían indicado, no quería que hubiera error alguno, a lo lejos vi a esta chica, su cabellera rubia era muy llamativa, venia con sus amigas y el chico con el que me había peleado ayer, supongo que deben ser cercanos, no quise que me vieran así que intenté caminar más rápido, pero no podía negar que por unos minutos me dejé cautivar por su hermosa sonrisa, así que traté de evadirlos, no quería problemas y no podía seguir retrasándome tenia que llevar los papeles rápido si quería comenzar clases hoy.
-¡Buenos días! Soy Luca Russo, ayer se comunicaron conmigo para decirme que había sido uno de los elegidos para ingresar a la universidad por medio de la beca -¡Vaya! Si que me sentía nervioso, la señorita que estaba en el escritorio me miró me tomo los papeles y me indico que me sentara y esperara un rato.
Vi que se levantó del escritorio ingresó a una oficina se tomó un tiempo y luego salió sin la carpeta que le había entregado.
-Joven Russo acérquese por favor -Me levanté del asiento donde me encontraba.
-¡Si! -Le dije.
-Ya quedo todo, tiene que dirigirse a la otra torre para que le tomen la foto para el documento que lo identifique como estudiante de nuestra universidad.
-¿Puedo hacerle una pregunta? -Le dije algo nervioso.
-¡Si claro! ¿Qué seria? -Me dijo ella con una sonrisa.
-¿Quién me cedió el cupo? Cuando me llamaron ayer pregunté, pero la señoría que me contacto no me lo dijo…
-¿Es importante para usted saberlo? -Me dijo, mientras me miraba a los ojos.
-Me temo que sí, me gustaría darle las gracias a esa persona por esto que hizo, la verdad me dio una gran oportunidad y siento que le debo agradecimiento, así que, si pudiera decírmelo le agradecería por completo -Le dije.
-Esa persona nos pidió que no le dijéramos quien había sido, pero veo que es algo importante para usted, así que, por esta vez voy a faltar a mi palabra y voy a decirle el nombre.
-¡Muchas gracias!- Le dije algo emocionado.
-Fue el hijo del director de la escuela…
-¿El hijo del director? -Me sorprendió eso ¿Cuándo conocí a este tipo?…
-¡Si! El hijo del director… le dijo al director que lo conocía, que usted le parecía alguien confiable y que le parecía que debía obtener esta oportunidad -Seguía sin entender nada.
-Pero señorita no sé quien es el hijo del director -Le dije algo aturdido…
-¿Seguro? -Me preguntó ella algo sorprendida.
-Si… -Le dije aun mas confundido yo…
-Entonces ¿Por qué el joven Franco dijo que lo conocía y que era su amigo? -¡Espera! ¿Había escuchado bien? ¿Había dicho el joven Franco?
-¿Franco? ¿Dijo Franco? -Le pregunte con gran asombro.
-Si… Franco Ferrari…
-¿Franco es el hijo del director? -Le pregunte con los ojos abiertos como platos…
-Si… ¿Lo recuerda ahora? -Me dijo con su dulce voz.
-¡Si! Lo conocí ayer mientras presentaba el examen para el ingreso, pero jamás me imaginé que él sería el hijo del director -Le dije mientras intentaba calmarme.
-El joven Franco se había tomado un descanso de los estudios, regresó este año, pero quería ingresar por sus propios medios y no como el hijo del director ya que ha sido un poco duro para él ser el hijo del director de la universidad, siempre lo molestan por eso, así que tomó el examen para la beca -Me dijo la chica.
Ahora entendía todo, por esa razón me había preguntado por que quería entrar a esta universidad, jamás me imagine que ese chico algo distraído, con apariencia algo tonta, con una sonrisa dulce y muy alegre sería el hijo del director. Tengo irle a dar las gracias por esto que hizo, no tengo como pagarle la verdad.
Me despedí de la señorita, iba a llegar primero a la cafetería, le compraría un café e iría a darle las gracias, tenia tiempo antes de entrar a mi primera clase, ya por fin mi plan si iba a poner en marcha, iba caminando, algo distraído, llevaba las manos ocupadas con dos cafés, cuando de repente.
-¡Oh lo siento! No te vi muchacho -Alguien había chocado conmigo.
-¡Oh no! La culpa fue mía, venia algo distraído, así que, no se preocupe -Cuando alce la vista era un hombre, alto, con un poco de canas en su cabello, una sonrisa agradable, se veía muy elegante.
-¿Cómo pueden en estos tiempos haber chicos tan educados como tú? ¿En que año y carrera estas? -Me preguntó el señor… siento que se me hacia conocido, pero no recordaba de donde, realmente estaba mas atento en que me había ensuciado de café.
-Estoy en último año de administración de empresas… -Le dije mientras me seguía limpiando.
-¡Vaya entonces debes ser compañero de mi hija! -No creo que conociera a su hija, ya que este era mi primer día de clases, quizás era algunas de las chicas que presentaron el examen conmigo.
-¡Pues probablemente! Aunque apenas estoy ingresando hoy a la universidad… pero si me dice como se llama su hija quizás haya escuchado su nombre entre los chicos. -Le dije.
-Ya veo, se llama Genesis… Genesis Fiore… es una hermosa rubia, aunque si me dices que estas ingresando apenas hoy a la universidad no creo que la puedas conocer -No podía creer lo que estaba escuchando ¿Cómo podía ser tan tonto? Estaba enfrente del mismísimo Marco Fiore y no lo había reconocido.