Dormí muy mal, muy temprano salí a correr. Cuando volví encontré a Evolett sentada sobre el sillón. —¿Ev? Por un momento creí que era producto mi imaginación verla ante mí. —Mi amor, quería darle la sorpresa. Sonreí muy dichosamente. Me encaminé a ella, rodeándola con mis brazos. —Matt, lamento no haber podido… —Sh, sh, sh, no, por favor, lo único que me interesa saber es que está aquí. Ella me abrazó. —Matt, me tengo que ir. Ayer no pude marcharme, es necesaria mi presencia allá, y no puedo negarme. Tengo que partir hoy, vendré el día lunes. Apreté la mandíbula tratando de evitar mi enfado a toda costa. —Comprendo Ev, quiero decirle que el lunes el señor Banner me pidió viajar. No sé por cuantos días me ausentaré, será difícil no verla tantos días. Mostró un gesto de sentirs

