Llegué a la sala de espera, y Michelle se puso de pie al verme. —¿Todo bien, Matt? —Sí, Michelle, gracias a Dios todo en orden. Creo que estaré trabajando por ambos varios meses. Ella sonrió ampliamente. —No, no diga eso. Lo apoyaré en todo, el tiempo pasa de prisa. Le sonreí. Se acercó a mí y me abrazó tiernamente. No puedo negar que me hizo sentir muy bien su apoyo. —Buenos días— Me volví de inmediato al escuchar su voz, Michelle posó su vista al mismo lado que yo, sin soltarme. —Evolett, buenos días— Respondí sin poder ocultar mi cara de espanto. Ella me observaba fijamente, mostró un gesto muy particular. Luego de ver a Michelle con una seriedad cortante, se pasó a nuestro lado, al percibir el olor del perfume me ericé involuntariamente. —¿Nos vamos? —Preguntó Michelle con

