Como de costumbre, mamá me ayudó con el desayuno, ya habían pasado varias semanas desde que no me quedaba con ella en casa, por eso aprovechaba el domingo para estar con ella, pero por fin el cierre bimestral había llegado y tenía la esperanza de no viajar y quedarme con ella. Siempre me suplicaba que no la hiciera sentir como una vieja, ella deseaba que viviera solo y no quería que me molestaran en el trabajo por vivir juntos, pero en realidad lo que pensaban los demás en cuanto a mi situación con ella, me importaba un comino. Patrick Robinson, es un conocido de mí madre, mi madre al ser tan hermosa nunca entendí porque no quiso casarse de nuevo, de igual modo se lo agradezco, pero desde jovencito tenía la sospecha de que el señor Robinson estaba enamorado de ella, la visitaba de vez en

