Ese hombre me encanta
POV TREVOR
Siempre tenía que resolver mis problemas yo mismo. Tenía que lidiar con las personas que me traicionaban o quienes resultaban ser espías. La gente que se acercaba a mi siempre lo hacía con un propósito, por eso era tan selectivo a la hora de permitir que alguien estuviera cerca de mi. Incluso con las mujeres que me acostaba algunas noches. Tenía que averiguar todo de ellas para que pudieran estar en mi cama.
Ahora me dirigía a la habitación oscura donde un hombre traidor me esperaba. Ya lo habían golpeado y solo hacía falta que yo decidiera que hacer con el. ¿Qué podría hacer? Matarlo. Llegué donde el, le miré la cara ensangrentada y su mirada perdida, adolorida. Saqué mi pistola y le disparé. Así sin más. Mis hombres se encargaban de limpiar todo rastro de él.
La mansión en la que vivía era grande y estaba más que protegida. Ser el jefe de la mafia tenía ventajas y desventajas. Una de las ventajas sería que podía hacer lo que yo quisiera y el dinero no era problema para mi, pero las desventajas eran que tenía enemigos por donde sea y siempre habría que estar protegido.
Mi mano derecha era Criss, era mi único hombre de confianza y con quien platicaba mis cosas. Los demás solo eran empleados. También estaba Irina, mi empleada de confianza. Es la única que entraba a mi habitación, le tenía aprecio.
—Señor, la cena esta lista —me dice Irina—También he ordenado su habitación, pero hay alguien que decidió esperarlo allí.
—Gracias, Irina, puedes ir a dormirte. Yo me hago cargo de lo demás.
—Como usted diga, señor.
Subí las escaleras quitándome el saco en el trayecto. Abrí la puerta de mi habitación y miré a la mujer que estaba desnuda en mi cama. La había mandado a llamar porque tener sexo era lo único que me mantenía relajado y desestresado.
—Te estaba esperando, guapo —murmura ella, acercándose. Ni siquiera sabía su nombre, Criss es el que se encargaba de pedirle sus datos e investigarlas. Si está en mi habitación es porque es una zorra más inofensiva.
La mujer me quitó los pantalones y empezó a chuparla.
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Cené solo como siempre después de que la mujer se fuera. Tenía que salir al bar en unos minutos porque tenía una reunión muy importante.
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POV DOVE
El bar estaba lleno de gente, la Musica resonaba muy alta y mis amigas estaban bailando con sus citas. Me encantaba este bar, solía venir cada fin de semana para desestresarme y encontrar a alguien que me diera cariño. Estaba un poco tomada pero no lo suficiente para sentirme mal, tenía bastante aguante en esto del alcohol.
Baile con varios chicos pero se hizo tarde y mis amigas tenían que irse. Me despedí de ellas, quedándome sola en la barra solamente platicando con el mesero. Por alguna extraña razón mi mirada se dirigió a una mesa donde estaban varios tipos sentados.
Había uno en especial: era guapísimo. Ese hombre parecía un modelo de revista. Tenía el semblante serio, mandíbula apretada, se notaba enfadado.
Mordí mi labio inferior al verlo así, era un hombre muy atractivo. ¿Quien será? Era la primera vez que lo veía por aquí.
Cómo sintiendo mi mirada el hombre me miró también así que aparte la vista de inmediato. Segundos después lo volví a ver, pensando que me había quitado la mirada de encima pero error, no pasó. Me puse un poco nerviosa al sentir su mirada encima de mi.
*
POV TREVOR
¿Quien es esa chica y por qué me está viendo tanto? Es extraño, no suele pasar seguido. Me dio mal presentimiento, era la primera vez que la veía en mi bar. No es que tenga un registro de todas las mujeres que venían acá pero si sabía cuando alguien me veía de forma curiosa.
Le dije a mis hombres que la llevaran a la sala para interrogarla y saber que es lo que quiere conmigo. La mujer está muy guapa pero no se puede confiar en ninguna cara bonita.
*
POV DOVE
Suspiré cuando el hombre me quitó la mirada de encima y volví a tomar de mi bebida. Había cambiado el alcohol por refresco.
—¿Señorita? —dos hombres vestidos de n***o aparecieron cerca de mi. —Acompañemos por favor, el jefe quiere verla.
Uno de ellos me tomó del brazo y me arrastró hacia una de las habitaciones. Forcejee para no entrar en la agresividad pero ellos me estaban colmando la paciencia.
—¡Suéltenme, ¿quienes se creen que son?! —me zafé de su agarre.
—El jefe quiere verla —repitió el otro, volviéndome a tomar del hombro.
—No me importa quien sea su jefe y lo que quiera decirme. ¡Suéltame o te atendrás a las consecuencias! —le advertí. Y conste que se lo advertí. El hombre no me soltó así que le di un golpe en su estómago, tan fuerte que se dobló del dolor. Su amigo lo defendió pero yo sabía defenderme mucho mejor. En tantos forcejeos ellos dos estaban en el suelo quejándose. —Eso es para que sepan tratar a una mujer. —me acomode el vestido y me fui de allí.
*
POV TREVOR
Cuando entré a la habitación para interrogar a la chica me encontré con que mis hombres estaban en el suelo quejándose del dolor.
—¿Qué rayos pasó aquí? —inquiero.
—Lo siento, jefe. Ha sido más fuerte que nosotros. —responde uno.
—¿Quien ha hecho esto? ¿Donde está la mujer?
—Ella, jefe, ella nos ha hecho esto y se ha ido.
No puede ser. Para tener esa fuerza y derribar a mis hombres que están muy bien entrenados tiene que ser algún tipo de espía. Una de las más fuertes.
—Criss, necesito ver las cámaras. Necesito encontrar a esa mujer y saber todo de ella. Hay algo que no me gusta aquí. —le digo. Nos dirigimos al cuarto de cámaras y buscamos sus imágenes. —Aquí está. Averigua todo de esa chica y tráemelo lo más pronto posible.
—Claro que si, Trevor.
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Al día siguiente Criss me había traído la información de la mujer. Se llamaba Dove Kennedy, era un tipo de influencer de las r************* donde hablaba de moda y otras cosas de mujeres. Era jefe de un negocio familiar. Parecía estar limpia. Sin embargo, seguía teniendo mis dudas.
—Viene al bar todos los fines de semana —añade Criss.
—Entonces vendrá esta noche. Allí la interceptaré.
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POV DOVE
Había bailado tanto y bebido demasiado líquido que no aguantaba las ganas de orinar. Me dirigí al baño rápidamente pero cuando entré la puerta se cerró se golpe. Quise abrir pero parece que estaba cerrado por fuera.
—Así que volviste. —escuché una voz a mis espaldas y me giré. Volver a ver al chico guapo de ayer me alegro. Estaba allí, de pie frente a mi, con su semblante serio y mandíbula apretada. Solo lo hacía ver más atractivo.
—Hola, eres tú. —me acerqué sonriente.
—¿Quien eres y por qué no dejabas de verme ayer? Además de que le has dado una paliza a los hombres ayer.
Me quedé quieta al saber que a los hombres que golpee eran sus empleados. Entonces el fue el hombre que me citó en esa habitación. Si hubiera sabido antes me hubiera dejad con todo gusto.
—¿No es obvio? Te estaba viendo porque me pareciste muy guapo y atractivo. Jamás había visto a alguien como tú.
—No mientas. Si eres un tipo de espía es mejor que hables ahorita o sino te irá muy mal. —demanda.
Fruncí el ceño y me reí.
—Oye, no entiendo de que me estás hablando. ¿Tiene algo de malo verte? Me pareces muy agradecido nada más. Pensé que quizás podríamos tomar un trago.
—Mira, Dove, no estoy para tus juegos. Es mejor que hables por las buenas.
—¿Cómo sabes mi nombre? Parece que me has investigado, entonces sabrás que soy mi propia jefa y que no soy ninguna espía. ¿Tengo cara de serlo?
—La forma en que derribaste a mis hombres me dice mucho.
Me reí.
—Lo siento, pero me sé defender muy bien. Es todo. —me acerqué. —Pero créeme que no hay nada más allá de mi interés por ti. —le guiñe un ojo.