- ¡Pero que linda sorpresa! –dijo Rachele cuando llegó a la mesa donde estábamos todos; me puse en pie y le acomodé la silla, que le había separado a mi izquierda. - Un día tan bueno como el de hoy, no puede terminar mejor cariño –le mencioné antes de besarla. - ¿Ustedes son pareja? –preguntó asombrada Brenda. - ¡Así es! –le respondí muy alegre– hoy cumplo tres días de enamorados con Rachele… - Vaya, entonces debes ser la pueblerina que lo dejó plantado hace unos días –respondió ella un poco burlona-; felicidades Rachele, le acabas de robar el crush a todas mis amigas… - La pueblerina, como dices; tiene nombre y se llama Rachele –le respondí, el ambiente en menos de un minuto dejó de ser acogedor y familiar, para volverse hostil. -

